El chico de la cafetería; ziam

VI

Harry juraba que había dormido bien esa noche, pero realmente no era así, la tarde del día anterior fue a recorrer la ciudad cerca de las cuatro de la tarde y recordó el lugar donde Louis Tomlinson, su nuevo amigo, trabajaba. Al entrar al cinema lo miro y el oji-azul automáticamente sintió la mirada del rizado, por lo cual, también lo miro y sonrió. Eran alrededor de las siete y cuarenta cuando Harry había llegado al lugar, así que decidió quedarse hasta que el contrario terminara su turno para poder saludarlo. Y así fue, y para Harry fue un choque de emociones increíble. Sentía como si millones de mariposas revolotearan en su estómago cada que el castaño le contaba por qué Zayn había decidido cambiar de trabajo y recordaba todas las tonterías que hacían juntos en el local. Pero lo que más amo el oji-verde, fue cuando Louis le contó su amor por la música.

A cambio del chico de ojos azules, Harry casi no hablo en la caminata sin rumbo de ambos, a él le gustaba más escuchar la dulce voz de Tomlinson y ver el brillo en sus lindos ojos. Claro que le platico de su estadía en todas las escuelas en las que estuvo, y lo que le gustaba hacer (sacar fotografías, leer, escribir), Louis lo escuchaba atento y sonreía al ver la emoción del chico al hablar sobre cómo había tenido su primera cámara fotográfica. Louis estaba seguro de que le gustaba Harry y tenía miedo de decirle, además, quería conocerlo un poco más.

Alrededor de nueve y treinta, terminaron afuera de la casa del rizado (no muy lejos de la de Louis y Zayn), tratando de refugiarse del diluvio con la sombrilla que cada uno portaba, y se despidieron cuando a Harry le llego un texto de un número desconocido indicando que su primo estaba varado en un café, sin sombrilla, abrigo y mucho menos batería en su teléfono. Louis distinguió con rapidez el número y supo quien "desconocido" que le había informado al rizado de su primo. Pero no dijo nada, solo sonrió internamente y ya supo cómo molestaría a Zayn mañana.

Eran tan solo las 5:30 AM, el oji-verde despertaba a las 6:30, pero seguía muy emocionado por lo que había pasado con anterioridad. Harry miraba el techo de su habitación, sonriendo, porque afortunadamente todo estaba saliendo bien en su llegada a Bradford. Unos tenues toquecitos en la puerta hicieron que el chico mirara hacia esa dirección, musitaba con voz baja "pasa", mirando la silueta de Liam entrar y cerrar de nuevo la puerta.

—¿No pudiste dormir? –Pregunto el castaño, yendo a su lado y recostándose

–La verdad dormí muy poco, Li. –Habló con alegría en su voz –Lou es muy lindo, en muchos aspectos, no solo en su físico, es un muchacho demasiado atento y carismático, alegre –Soltó un suspiro feliz y miro a su primo a su lado

–¿Te gusta Tomlinson? –Pregunto Liam elevando ambas cejas y sonriendo feliz.

Claro que estaba feliz por su primo, a la Tía Anne no le importaba si su hijo era o no gay, pero era algo que se mantenía oculto de los padres de Liam por razones obvias. Harry era abiertamente gay desde los dieciséis que lo descubrió con su compañero de preparatoria, Tom. Él nunca se enteró, pero al menos ese fue el paso de Harry para hablar con su familia de sus sentimientos y que lo entendieran si reproche.

–No lo sé, supongo que sí, es que es un sentimiento jodidamente grande, y para serte sincero no quiero salir lastimado o lastimarlo a él. –Los ojos verdes de Harry emanaban preocupación, como si lo que estuviese haciendo, estuviera mal. Como si enamorarse de alguien estuviera mal.

–Hazz, he estado contigo desde tu etapa de enamoramiento de Tom, y aunque mis padres por años me han dicho cosas que posiblemente no son ciertas con respecto a ese tema, creo que no te debería dar miedo querer a alguien. Creo que si lo vas conociendo y esas cosas, posteriormente podrán hablar y tal vez algo bonito resulte, y si no es así, papá dejo algunos cartones de Corona en el apartamento que compro para mí –Sonrió e hizo reír al contario