VIII (pt. 1)

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—Es una buena oportunidad, ¿No lo crees? –Hablo Perrie al otro lado de la línea, mientras Zayn caminaba de vuelta a casa pateando pequeñas rocas que encontraba

–Claro, no digo que no sea así, solo me preocupo una cosa. –Musitó colocando una de sus manos dentro de su chaqueta

—Déjame adivinar, esa cosa que te preocupa, ¿tiene por nombre Liam Payne? –Menciono por lo cual, Zayn guardo silencio. La rubia suspiro –Mira Z, no sé qué sucede con él, no sé si te gusta, no sé si lo odias, pero lo que si se, es que Liam puede inspirarte a ti para muchas cosas, y su aceptas realizar el mural para la fundación de su familia, tal vez sea un gran paso para ambos

–Tampoco quiero que piense que lo estoy utilizando para mí conveniencia, Pez –Respondió, frustrado por no saber tomar decisiones en esos momentos –Yo conversaré con mamá esta tarde, antes de ir al baile y si ella me dice que lo haga, lo haré. –Rebusco entre sus bolsillos, encontrando las llaves de su casa –Debo irme Perrie, te llamo cuando esté listo, ¿Bien?

—Está bien Zee, y sea lo que sea que pase con Payne, puedes decirme, puedo ayudarte en lo que necesites, te veo luego, adiós –La chica cortó la llamada dejando a Zayn, pensando todas las decisiones que se le venían encima, y el solo deseaba dormir bien esa noche.

Abrió la puerta de su casa y entro a paso lento, sintiendo un peso ligero en sus hombros, sabía perfectamente que era.

En la sala de la casa de los Malik, estaban Doniya, Waliyha y Safaa, las hermanas de Zayn, y por supuesto, su madre. Zayn lo supo al momento de oír las risas de las cuatro mujeres ahí, cosa que lo hizo sonreír y acelerar su paso junto a ellas en la sala.

–¿Están riendo por algo y no es conmigo? –Preguntó arrojando su mochila al sillón individual

–¡Javadd! –Pronuncio su hermana menor, Safaa, acercándose a él y abrazándolo a la altura de su cadera

–Hola Saff, ¿Me extrañaste hoy? –La miro mientras sonreía y la niña de apenas once años asentía

–Sip, también Wal y Doniya te extrañaron –Dijo con ternura en su voz –Además, con mamá te tenemos una sorpresa –Sonrió

–Saff, eso se lo diría yo. –Comentó la joven de quince años, Waliyha

–Tranquila Waliyha, ya se lo mostraras tú –Respondió la mujer, quién miraba a su hijo sonriendo –Creí que tardarías un poco más en la universidad, cariño. –Zayn, se alejó de su hermana y se acercó a su mamá con una ligera sonrisa, dándole un beso en la mejilla

–Fue más rápido de lo que pensé –Alzo una ceja

–Yo creo que solo fue una excusa para salir con Lou, mamá –Hablo Doniya, la hermana mayor del chico, dándole una sonrisa burlona a su hermano

–Ni con tus veintidós años dejas de fastidiar –Rieron –Bueno, ¿Cuál es mi sorpresa?

–Un traje de algodón, con un saco, un chaleco y una linda camisa blanca te esperan arriba, su alteza Javadd –Habló Waliyha y Zayn sonrió

–¿En serio lo consiguieron? –Trisha asintió

–Tengo contactos –Sonrió –Tú padre ayudo en la búsqueda, deberías de agradecerle antes de irte al baile, llegará en un rato

–Lo haré mamá –Sonrió un poco y luego miro a sus hermanas menores –Wal, Saff, ¿quieren asegurarse de que él traje este bien y ahora subo? Debo hablar algo con mamá –Las dos niñas se miraron entre sí, encogiéndose de hombros y corriendo hacia el cuarto del moreno en la planta de arriba

Zayn miro a su hermana mayor y a su madre mientras se sentaba con pesadez en el sofá pasando ambas manos por su rostro.

Doniya, quien miro a su madre, se sentó frente a él y la mujer a un lado de su hijo.

El chico de la cafetería; ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora