IX

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Dos semanas habían pasado desde el baile de otoño de la universidad y nadie había tocado el tema de Aidan y Zayn.
Zayn se sentía tranquilo, pero a la vez, se sentía inquieto.
Hablarle de esa manera a Aidan tal vez no fue muy amable de su parte pero por una parte, el chico ya estaba cansado de como Aidan trataba de hacer que dijera más de lo que debía.

Octubre comenzaba, y para todos, más frío de lo habitual. El oji-miel se encontraba trabajando, o más bien, solo se encontraba sentado con su cuaderno en la barra y dibujando. El día estaba frío, y solo, en el café, la cantidad de clientes era mínima por lo que no había mucho que hacer. Era el día de descanso de Jade por lo que Zayn no tenía con quién hacer tonterías o con quien hablar de temas sin sentido, pero ahí estaba él, en una mesa esquinera, concentrado en su laptop, con su expresión de concentración, su café a su lado derecho y su libro de música en su lado izquierdo.

Dejó su lápiz aún lado y lo miro, tratando de que su mirada fuese suave y no se diera cuenta que estaba mirándolo a él.
Porque le gustaba verlo, le encantaba, pero no quería parecer la clase de chico que acosa a otro.

Lo que Zayn comenzó a sentir por Liam desde hace un mes, definitivamente no se comparaba a nada que hubiese sentido antes. Sentía como su corazón se aceleraba cuando el sonreía, sentía que con él si podía ser feliz, podía ser el mismo my sentía que a pesar de todo su pasado, Liam no lo juzgaría. Sabía que Liam lo hacía feliz y amaba eso de él. La felicidad que transmitía con solo su mirada, y la paz que Zayn sentía al tenerlo cerca.
El hecho de que ambos hayan podido conocerse más y hablar un poco más en ese tiempo, era un paso para ellos.

–Zayn, disculpa. –Hablo Alison, compañera de Zayn y la miró –Podrías ir con el chico de rojo que esta en la mesa al final para saber si necesita algo, llamo el jefe y tengo que hacer un pedido urgente. –Continuo apenada.

El color miel de los ojos de Zayn tomo más brillo y el mismo creía que fue demasiado obvio e indiscreto con su felicidad.

–Claro Ali, haz lo que tengas que hacer. –Le sonrió y cerro su cuaderno dejándolo de lado, y tratando de no ponerse nervioso, comenzó a caminar hacia Liam.

Con sus manos temblando ligeramente por el frío de esa tarde, se acerco a él y lo miro, totalmente concentrado que hasta le dio pena tener que interrumpirlo.

–Perdona la interrupción Liam, pero, ¿necesitas algo más? –Pregunto en un tono dulce y amable y el castaño frente a él, se estremeció con ligereza.

Si bien tampoco era mentira que Liam lo observaba, más bien, a pesar de haber pensado que jamás sentiría eso con un chico, uno de sus momentos favoritos era entrar al café y que Zayn lo mirara, le dedicara una sonrisa, para después seguir con su trabajo. Los ojos miel del chico lo cautivan, su sonrisa le encantaba y su forma tan amable de tratar a la gente era algo que Liam de a poco aprendía de él. Algo que su hermana le dijo era que Zayn podía sacar un Liam que el casi no conocía, y como siempre, Jessy Payne tuvo razón. Zayn estaba cambiando por completo su vida y su visón de las cosas, y le gustaba mucho por eso.

Liam dejo su laptop y lo miró –Por ahora esta todo bien, gracias Zayn.

–Bueno, en ese caso, te dejo hacer tus cosas Li...

–No, no espera Z. –Interrumpió el castaño y tomo él brazo de Zayn impidiendo que se fuera –Podrías ayudarme con algo de la universidad, no tomara mucho tiempo.

Zayn miró a su alrededor pensando un poco, pero bueno, si iban a regañarlo por algo, iba a estar feliz de estar con Liam. Miro de nuevo al chico y sonrío ligeramente mientras asentía con la cabeza y se sentaba frente al chico tomando una silla sola, que yacía atrás.

El chico de la cafetería; ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora