XXIII

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Casi siempre, comenzar a soltar a la gente que amas duele. Duele como si hubiese una espina enterrada a un costado de tu pecho, cerca de tu corazón, y por más que deseas que ese dolor termine, lleva su tiempo y su sufrimiento.
Aquel chico de ojos miel conocía la sensación, el sanar y el sufrir a la vez, era algo que él tenía presente y conocía muy bien. El permanecer en un duelo interno que duele como él infierno es una mierda, Zayn lo entendía, Liam lo entendía también.
Porque aunque Liam se mostraba frío y fuerte, por las noches se sentía miserable. Sentía que no valía como persona y sabía que esa sería una gran carga que tendría durante mucho tiempo por sus decisiones y acciones totalmente idiotas.

Estaba consiente que cuando dijo que estaba de acuerdo con el matrimonio, su padre jamás le pidió hablar o decir algo al respecto, ni siquiera le pidió ir junto a él cuando vio que estaba con sus amigos. Fue casi como una reacción, el decir que estuvo de acuerdo con el matrimonio para que Zayn comenzará a odiarlo, además de hablar tonterías en la universidad que no eran ciertas solo para fingir que lo que pasó con el chico no le dolía.

–¿Está todo bien, cariño?–Pregunto Karen Payne mirando a su hijo.

Liam se había mudado a su departamento en Bradford, tenían acordado irse después con Sophia a una casa en Londres, cerca del centro.

–Em, si mamá –Sonrió con pocas ganas por lo cual su madre alzo una ceja mirándolo –Realmente, estoy muy mal, no se que hacer –Un nudo en su garganta se formó y dejo la lapicera cerca del cuaderno acercándose a su madre en el sofá

–¿Es por Zayn, cierto? –Pregunto ella y el chico asintió, tomando asiento a un lado de su progenitora

–Hace unos días, Zayn sufrió un desmayo en la universidad por una crisis de ansiedad mamá, ¿Y sabes quién la provoco? Fui yo, por hacer caso a cada cosa que papá me dice, por tratar de seguir su juego turbio y estúpido, fue mi culpa que Zayn este tan mal ahora. –Sollozo

–Si me comentó la Señorita Valery –Abrazo a su hijo acercándolo a ella y acariciando su cabeza –El chico debía ir a terminar una cosas del mural, Jessy y yo iríamos para conversar con él y al llegar nos recibió su profesora con la noticia de que el chico había decaído –Liam miro a si madre, con sus ojos totalmente empapados –No quise preguntarte, porque podrás hacer tonto a tu padre o podrás negarle tantas cosas a Sophia como quieras pero, no a mi, Liam, te conozco muy bien, y se que el hacer todo eso con aquel muchacho lástima cada día más tu corazón y es algo que no te mereces

–Si me lo merezco, mamá –Limpio sus lágrimas –Tal vez, si hubiese hablado con Zee, hubiéramos encontrado una solución a esto y tal vez algo podríamos haber hecho y no necesariamente casarme con Sophia, no necesariamente lastimarlo, porque el confío tanto en mi, me entrego su vida, mamá, y yo simplemente lo rompí y no es justo –Sorbio su nariz –Louis, él me dijo que Zayn regresaría a la medicación y estoy muy seguro que el no quería eso, y yo lo provoque

–Li, no es tu culpa y se que ese muchacho tampoco lo reprochara, pero realmente me sorprendió lo que dijiste el día de la ceremonia, lo dijiste tan seguro hijo, y eso tú sabes bien que no era lo que sentías –Liam no dijo nada y solo cerro sus ojos, por primera vez, estaba tan vulnerable frente alguien que no era su hermana –Hoy iré junto a Jess al centro, es el último día de detalles, ¿Quieres venir?

–¿Jessy viene? –Su madre asintió –Claro mamá, iré contigo

–Bien, nos vamos a las tres –Beso la frente de su hijo y se levantó del asiento, dejándolo ahí, tratando de comprender porque todos eran buenos con él si solamente ha hecho idioteces.

•••

Zayn se encontraba ultimando algunas cosas con un aerosol color rojo, mientras esperaba que la persona que lo metió en esto, la Señorita Valery, llegará y hablara todo lo que debía hablar con él.
Se alejo de su pintura quitándose la careta y admirando uno de sus mejores trabajos que había hecho después de la feria de artes plásticas en la universidad, por lo que sonrió y soltó un suspiro feliz.

El chico de la cafetería; ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora