XX

211 29 6
                                    

Liam permanecía sentando al borde de la playa, sus lágrimas cayendo de sus ojos eran incontrolables y casi predecibles. Su pecho ardía, su corazón latía con tanta fuerza que podía sentirlo en todo su cuerpo, y su mundo, hasta cierto punto, se derrumbó.
Saco su teléfono celular marcando el número de su padre, quien le advirtió que hecha la ruptura, debería llamarle e informarle, para así evitar quitarle la oportunidad del mural a Zayn.

—Supongo que lo hiciste —Respondió Geoff de manera arrogante haciendo que la rabia de Liam aumentará

–Te odio como no tienes una jodida idea, papá –Respondió, tragándose aquel nudo que lastimaba su garganta

—No Liam, no es así, me lo vas a agradecer —Río —Descansa hijo, te veré mañana cuando llegues de tu viaje  —Dicho eso, Geoff colgó y Liam soltó un suspiro lleno de frustración y rabia.

No sabía si volver o no con sus amigos.

Por otra parte, el oji-miel regresaba por la puerta de atrás de la casa de los Horan, mientras escuchaba a sus amigos cantar temas como Firework de Katy Perry o Hello de Adele, sin siquiera pensar lo que él, y su “ex-novio” pasaban en esos momentos. Subió con rapidez las escaleras hacia la habitación que compratia con Liam y como un impulso comenzó a guardar cada cosa que había de él en esa habitación.
Las lágrimas en sus ojos no paraban, era un fluir interminable, como si fuese un río de cause infinito y eso lo estaba casi matando por dentro.
Termino de poner cada una de sus pertenencias en su maleta, para después soltar un pequeño sollozo y sentarse en la orilla de la cama matrimonial en la que se encontraba.
Liam se casaría, y eso lo destrozó mucho. Tomó el valor necesario y tomo sus cosas, las llaves de su moto y bajo de la habitación. Camino con paso rápido y firme hacia el aparcamiento donde se encontraba su motocicleta, agradecía en esos momentos que los demás tuvieran el volúmen tan alto que no fuera fácil escucharlo irse, encendió la moto y como si de un rayo se tratase, arrancó, y por más cobarde que pudo haber sido en ese momento, era lo mejor para él.

•••

Momentos más tarde, Liam volvia a con sus amigos con la esperanza de ver a Zayn ahí, para poder hablar y solucionar lo que había pasado anteriormente, pero se llevó una sorpresa cuando vio que únicamente se encontraban los cinco chicos y no él. Limpió con rapidez sus ojos y se acercó a ellos, aunque Harry lo noto mal desde que llegó con pánico a su sitió.

–¿Liam estás bien? –Preguntó

–¿Dónde está Zayn? ¿Ha venido acá?

–No, de hecho, hace un momento pensamos que ambos estaban juntos, ¿Que pasa? –Habló Jade está vez, y Perrie miró a Liam. La chica sentía que su corazón iba a salirse de su pecho y ya pensaba lo peor.

–Peleamos y no se dónde está –Soltó, corriendo su mirada por todo el lugar con rapidez con esperanzas de encontrarlo

–¡¿Que?! ¿Peleaste con Zayn y solamente dejaste que se fuera solo? –Dijo Perrie exaltada, pero más que eso, asustada

–N-no quería que pasar eso...

–Pero paso, Liam –Interrumpió Louis y se levantó del asiento donde estaba –Iré a buscarlo a la casa, ¿Pueden ayudarme? –Niall y Jade asintieron levantándose del lugar y yendo a dentro –Confiamos en ti y en Zayn, pero las peleas con Zayn no se toman a la ligera por sus crisis, por las veces en que se desvanece como si fuera a desmayarse, por sus ataques de pánico y ansiedad, Liam, Zayn puede parecer un niño asustado a veces y eso no se tiene que tomar a la ligera –Louis lo miraba, era una mezcla de furia y terror lo que había en sus ojos cada que soltaba una palabra, y después, entro con rapidez hacia la casa.

El chico de la cafetería; ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora