My Woman, My love. (Jenlisa adaptación) G!P

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LISA POV

La escuela fue regular, sin ninguna novedad después de mi encuentro con Nancy. En cuanto se acabaron las clases, de inmediato me fui a casa. Mis pensamientos no salían de la mujer de ojos gatunos, aunque tuviera claro que tenía que relacionarme con otra gente si no quería sufrir tanto.

Llegué a casa rápidamente, hice un sándwich y fui a comer a la sala, cambiando de canales buscando algo interesante que ver; termine dejándolo en la película de High School Musical 3, hacía años que no la veía y era una de mis películas favoritas de mi infancia. Max estaba acostado a mi lado dormido de lo más cómodo, casi dándome envidia de su tranquila vida.

Cuando termine de ver la película hice la poca tarea que tenía para el día siguiente, y decidí hacer un poco de ejercicio para matar mis ansias de ir a casa de Jennie y besarla agresivamente. La idea de mi madre de poner un pequeño gimnasio en el patio antes de que mi padre se fuera fue bueno, tenía que concederlo; puse música en la pequeña bocina y me envolví entre el ánimo de la música y el ejercicio, quedándome una hora y media sin darme cuenta. Hasta que estaba cansada y sudorosa. Apague la música y fui directo a tomarme un baño con agua helada, relajando mis tensos músculos.

Termine media hora después cantando las canciones pegajosas de HSM3, salí del baño desnuda sin preocuparme de nada cantando "Scream" de Troy. Quite la toalla de mi cabello quedándome de piedra al ver a la hermosa mujer delante de mí con los ojos más abiertos de lo normal, mientras me veía mordiéndose su labio inferior sexymente pasando su mirada por todo mi cuerpo.

– Jennie... – dije reaccionando después de un tiempo – ¿Qué haces aquí?

JENNIE POV

Nunca pensé en utilizar la llave que me había dado Chitthip alguna vez, y menos para ir a ver a Lisa con la molestia que sentía después de la plática con Taehyung más temprano. Pero ahora estaba cerrando la puerta principal de su casa detrás de mí, algo nerviosa y aun con la molestia en mi estómago. Revise la cocina y la sala, sin ver ni una señal de Lisa; subí las escaleras viendo las tres puertas en el pasillo, avance a la puerta entre cerrada con "GO AWAY" en la puerta. Sabía que era de la pelinegra, así que entre silenciosamente inspeccionando su habitación. Una de las paredes era de color negro y las demás de color blanco, con algunos posters de bandas pegados en ellas, su cama estaba desecha con ropa encima de ella, su canasto de ropa sucia sobresalía, en su escritorio de color negro estaba su laptop y algunas hojas esparcidas encima, mientras que su mochila estaba en la silla giratoria en frente del escritorio. Reí un poco dándome cuenta que su habitación era totalmente ella. Me acerque a su cama, dándome cuenta que la ropa que estaba encima era la misma que llevaba puesta hoy, la puerta de a lado del closet se abrió, dejando ver a una Lisa desnuda con una toalla sobre su cabeza moviéndola para quitar el exceso de agua, mientras cantaba sin pena alguna. Quito la toalla y me descubrió delante de ella, sus ojos se abrieron algo más de lo normal y yo me mordí el labio inferior impidiendo que algo vergonzoso saliera de mi boca al observar su perfecto cuerpo delante de mí.

"¡Santo cielo!" pensé.

Fue cuando recordé la vez en que la tuve solo para mí y entregue mi cuerpo sin dudar ni una sola vez.

– Jennie... – escucho su voz ronca, casi haciéndome gemir – ¿Qué haces aquí?

Aclaro mi garganta antes de que saltara encima de ella.

– Hmm, venía a hablar contigo – hable por fin, observando sus bellos ojos.

Se me quedo viendo fijamente, y después bajo su mirada por todo mi cuerpo, causando que mi cuerpo ardiera por donde sus ojos pasaban. Esta chica era pura sensualidad, ¿cuándo cambio? No me daba cuenta de sus cambios porque la veía todos los días. Baje de nuevo mi mirada, sin poder evitarlo, quedando en su gran erección, recordando lo bien que sentía dentro de mí. Volví mi mirada a sus ojos, solo para darme cuenta que me había acachado viéndola desvergonzadamente. Tragué saliva viendo como soltaba su toalla al piso y daba un lento paso en dirección a mí.