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LISA'S POV

Casi se me sale el corazón cuando sentí unos brazos abrazarme por detrás. Pero al encontrarme con mi bella coreana, mi corazón latió por tenerla delante de mí.

Iniciamos un beso lleno de anhelo y cariño, pero pronto, mis ganas por demostrarle cuanto la deseaba, profundice el beso, pidiendo el permiso para que nuestras lenguas se unieran en un deseoso baile; sin dudarlo cedió. En poco ya la tenía pegada a la pared, con la mayoría del agua cayéndome encima. Mis manos apretaron su cintura, para después bajar recorriendo su cadera hasta llegar a su muslo, el cuál acaricie y sujete para levantar su pierna pegándola a mi cadera, causando que nuestros cuerpos se unieran más de ser posible.

Me sentía tan caliente, incluso con el agua tibia corriendo. Mi miembro ya estaba listo, pero ella siempre sería primero, y la quería hacer gozar como nadie más lo hizo. Mis labios bajaron a su cuello, dejando besos por toda su piel, pasando mi lengua de vez en cuando. Mi mano seguía acariciando su muslo, mientras escuchaba como su respiración fallaba. Su mano llegó hasta mi cabeza, enredando sus dedos entre mi cabello empapado, pegándome más a su piel, tratando que siguiera más a fondo.

Termine dejando una mordida en su pulso, haciéndola soltar un gemido delicioso para mis oídos. Volví a sus apetecibles labios, dejándole un beso húmedo e intenso. Me separé sin aliento al sentir como mordía mi labio, haciéndome gruñir de dolor y placer a la vez. Amaba tanto esas mordidas, me encendían. Y ella lo sabía perfectamente. Su sonrisa maliciosa lo confirmaba. Gruñí viendo esos ojos marrones dilatados que tanto adoraba, para después acercarme a besar su mandíbula y bajar lentamente dejando besos más húmedos, sintiendo como el agua seguía cayéndome en la espalda; pase por su cuello, baje a sus clavículas, pasando mi lengua por ellas, sintiendo como su mano apretaba su agarre en mi cabello. Su mirada estaba atenta a cada uno de mis movimientos, su pecho subía y bajaba.

Mis ojos bajaron hasta sus pechos, haciéndome saborear lo apetecibles y hermosos que eran. Lamí mis labios, antes de bajar hasta tomar uno en mi boca, escuchando como gemía. Cerré mis ojos, saboreando su textura y sabor de su piel, de su pezón rosado; mi lengua jugaba con él, para después succionar y darle una pequeña e inofensiva mordida, haciéndola jadear, mientras mi otra mano se concentraba en acariciar su otro pecho. Una última succión antes de trasladarme al otro, sintiendo como jalaba mi cabello y gemía.

Al terminar de darle la atención requerida, baje dejando besos por su abdomen plano, y dejando su pierna en el suelo, pero sin soltar su muslo que seguía acariciando y apretando. Al quedar hincada, mire su rostro, observando sus ojos abiertos, sus mejillas sonrojadas y su boca entreabierta, tratando de agarrar el aire que le faltaba. Sonreí. Era tan perfecta y preciosa. Para mí ella era una reina, y la adoraría por el resto de mi vida.

Respire profundo antes de acercarme de nuevo a su suave cuerpo, para dejarle un beso en sus muslos, lentamente, disfrutando de su suave piel. Sentía un poco de su desesperación porque llegara a donde más deseaba. Dejándome de rodeos, tome su pierna derecha para ponerla sobre mi hombro, dejando a la vista su depilado y suave sexo. La boca se me hizo agua de solo ver lo rosado de su centro. La bese, besándolo como si de sus labios se trataran, pasando mi lengua por sus pliegues, mientras absorbía sus dulces jugos. Tan deliciosa. Era una maldita suertuda. Sus gemidos no se dejaron de escuchar mientras rodeaba su clitoris y lo acariciaba con delicia. Subía y bajaba mi lengua por todo su punto de placer, me detuve en su entrada, tentándola por poco; su mano en mi cabeza me empujó más a su sexo, casi rogándome a que me dejara de estupideces y entrara en ella. Sin esperárselo hundí mi lengua en su entrada, el gemido de su parte salió más alto, era música para mis oídos. Inicie metiendo y sacando mientras con mi pulgar acaricia a su clitoris. Succione fuerte, sintiendo como sus uñas se enterraban en mi hombro y soltaba un grito de placer. Tome sus fluidos en mi boca, haciéndome delirar de delicia. Limpie sus pliegues saboreando su sabor, sintiendo como sus piernas temblaban.

My Woman, My love. (Jenlisa adaptación) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora