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JENNIE'S POV

Me despierto lentamente y suspiro tratando de acomodarme mejor, pero sin éxito alguno cuando me doy cuenta que me encontraba entre los brazos de Lisa. Sonrío. Acaricio su brazo con las yemas de mis dedos. Caricias delicadas y cariñosas. Sonrío más cuando veo cómo su piel se estremece. Su mano se va a la mía y las entrelaza haciéndome sentir la calidez en mi corazón. Cómo puedo me giro para ver su pacifico rostro pegado al mío, con su brazo en mi cintura pegándome a su cuerpo sin dejarme libre. Mi mano se va a su rostro acariciando su mejilla, haciendo que suspirara y se acercara para meter su cabeza en mi cuello. A pesar de sentir las cosquillas resisto y acaricio su cabeza lentamente.

Poco tiempo después siento pequeños besos en mi cuello, haciéndome suspirar a mí. Aprieto mi mano sobre su cabello como reflejo, sintiendo como sus besos de ser inocentes se convierten en provocadores, podía sentir su lengua sobre mi piel caliente. La mano que mantenía en mi cintura me aprieta deliciosamente antes de meterla bajo mi blusa para tocar mi piel.

— Te amo.

Escucho su susurro mientras sigue besando mi piel hasta llegar a mis labios dándome un beso caliente. Su mano pasa a mi espalda con caricias que me ponen los pelos de punta. Arqueo mi espalda cuando su mano baja a mi trasero para apretarlo levemente. Pero mis pensamientos racionales salieron a la luz por un momento; si no parábamos esto se iba a encender más, y Taehyung estaba en casa. Debíamos parar. Mis manos que estaban en sus hombros, se fueron a sus mejillas para tratar de alejarla un poco.

— Lili... cariño...

La escucho respirar entrecortadamente, y a pesar de que podía sentir su excitación y su necesidad, se apartó alejando sus manos de mí.

— Lo siento — susurró. Niego rápidamente.

— No, cielo. Lo qué pasa es que Taehyung está aquí, no podemos arriesgarnos — digo en voz baja.

La veo asentir y tomar una larga respiración. Me mira por un momento y me sonríe antes de levantarse haciéndome fruncir el ceño. Al ver mi cara señala su entrepierna con una mueca y camina al baño, dejándome un poco culpable. Pensando por unos segundos, me levanto rápidamente y aseguro que la puerta de mi habitación tenga seguro para correr al baño.

Abro la puerta sin tocar, viendo que se echaba agua en la cara. Al escucharme, me ve confundida. Cierro la puerta detrás de mí y me acerco para besarla con todo el deseo que sentía por ella. Sus brazos me envuelven con una seguridad y fuerza increíble. La escucho gruñir cuando la empujo a la pared. Su sonrisa era ardiente, esa sonrisa pícara que conocí después de nuestra primera vez.

Me pego a ella tomando de nuevo sus labios, luchando por quien mandaba. Una de mis manos baja entre nuestros cuerpos para meterse entre su ropa interior y tomar su miembro en mi mano. Gruñe, permitiendome ganar la batalla de nuestro beso. Mi mano se mueve, acariciandola sin pudor alguno, mientras termino mordiendo su labio. Cuando me alejo un poco se queda con los ojos cerrados disfrutando de mis movimientos, haciéndola jadear.

— Oh, cielos...

La escucho decir en un suspiro entrecortado. Sus manos están hechas puño por unos segundos antes de abrir los ojos para mirarme con lujuria. Saca mi mano de su boxer para tomar mis nalgas levantándome del suelo, y dejarme en el lavabo. Sus labios se pegaron a los míos iniciando otra danza entre nuestras lenguas, sus manos recorrían mi cuerpo quemandome por cada lugar que tocaba. Agarra el dobladillo de mi blusa y me la quita rápidamente para acercarse de inmediato a mis clavículas, bajando los tirantes de mi sostén de encaje blanco con sus dientes, mientras con una de sus manos lo desabrocha sin vacilar. Lo deja caer al piso para mirarme a los ojos por unos segundos para después bajar sus labios a uno de mis pezones, haciéndome gemir. Agarro su cabello en puño impidiéndole que se aleje; besa, muerde y succiona el otro mientras que el otro lo acaricia con su mano. Me estaba volviendo loca, pero necesitábamos hacer el menor ruido posible. Muerdo mi labio con fuerza, sin importarme si me sacaba sangre. Dirijo sus labios a los míos al sentir la necesidad de besarla. Sus manos van a mi pequeño short de algodón, para bajarlo junto con mis bragas. Mi piel choca con lo frío del material del lavabo haciéndome jadear. Al quedar tan expuesta, la necesidad de estar en la misma sintonía, me hace alejarme un poco para quitarle su ropa. En cuanto termina vuelven sus labios a los míos, mientras abro mas mis piernas para enredarlas en su cintura sintiendo como su pene pegaba con mi entrada haciéndonos gemir. Mi mano en su nuca y la otra sobre su espalda sintiendo la necesidad aumentar sin piedad. Me muevo hacía delante haciéndole saber mis intensiones. Se aleja un momento para pasar una de sus manos por mi frente para apartar mi cabello de mi rostro sudado. Tomo su miembro con mi mano para dirigirlo a mi entrada, una de sus manos se apoya en el lavabo y la otra rodea mi cuerpo antes de adentrarse mirándome a los ojos. Gimo sintiendo una corriente eléctrica de la cabeza a los pies. Se mueve de adentro hacia fuera, mientras yo enterraba mis uñas sobre sus hombros. Sus labios vuelven a una de mis pezones para besarlo de nuevo, el vaivén de nuestros cuerpos incrementa su velocidad, consiguiendo un placer inigualable. Con Lisa siempre era así y lo disfrutaba como nunca lo había hecho.

— Mierda, cómo te amo...

Digo entre jadeos haciéndola sonreír, y la acercó para iniciar otro beso. Su mano baja entre nuestros cuerpos para tocar mi clitoris haciéndome jadear y gemir, tapó mi boca rápidamente, sonríe y me besa de nuevo para callarme. Unas cuantas embestidas más fue suficiente para que llegara al orgasmo y rasguñará la espalda de la tailandesa sin piedad. Mis paredes se aprietan alrededor de ella haciéndola después de mí.

Nuestras respiraciones estaban entrecortadas cuando Lisa unió su frente a la mía con los ojos cerrados. Nos quedamos en esta posición disfrutando el momento. Mi mano en su cabello y la otra sobre su espalda, mientras que ella se recargaba en mí con sus manos apoyándose en el mármol.
Salió de mí lentamente, haciéndome soltar un pequeño gemido. Se aleja y me mira con ese brillo especial que siempre tiene cuando me ve, amor. Sus manos se van a mi rostro apartando algunos mechones de mi cabello con la misma ternura que siempre tenía en mí. Besa mi frente y se aleja dejándome vacía. Toma una toalla y la moja para limpiarme suavemente.

— Cariño, no tienes que hacerlo — digo.

— Yo lo quiero hacer — dice sonriéndome de lado - te bañaría y te traería tu ropa si pudiera, pero sé que me tengo que ir.

Dice en cuanto acaba, para acercarse de nuevo a mi rostro para dejarme un pequeño beso en mi mejilla. Me toma de la cintura y me baja sin ningún problema. Toma su ropa del piso y se viste rápidamente, toma la mía y me la entrega.

— Me iré antes de que tú me corras — ríe — gracias por dejarme pasar la noche contigo y por esta maravillosa mañana.

Mi corazón vuelve a acelerarse por sus dulces palabras. Nadie había sido tan amable, dulce, cariñosa conmigo. Así que solo la abrazo.

Si hubiera sabido lo que pasaría después, me hubiera aferrado a ella por más tiempo.


Ya me quedé con la duda de qué pasó después. Siento que no me gustará.

Fin del maratón.

Nos vemos mañana, gracias por el apoyo✌🏻

My Woman, My love. (Jenlisa adaptación) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora