Capítulo 9:Rompiéndose

827 74 85
                                    

(en edición)

Narra T/N:

Me levanto de nuevo en la mañana sin ganas de hacer nada, hace ya como un mes ha pasado y todavía sigo sintiéndome mal. Extraño demasiado a mi madre y ver los cuadros con nuestras fotos me hace querer volver a llorar. Además he tratado de no pensar en Nightmare ya que me empeora, desde que no supe más de él me di cuenta lo tonta que fui al estar con él, ¿acaso solo era un juego para él? ¿Una muñeca con la que se divirtió? Pensar en eso me enojaba y dolía.

Ahora me preparaba para asistir de nuevo a las clases, la rutina diaria era hostigante debido a lo hiperprotector que se había vuelto Max. Aunque tratara de hacerme sentir bien provocaba lo contrario, ya me era común tomar la merienda que me preparaba para el colegio como desayuno de viaje.

-Hermanita, ya es hora del desayuno-y hablando del Rey de Roma.

-Ya voy -le digo de vuelta mientras terminaba de echar las cosas en la mochila.

Abro la puerta de mi habitación y me dirijo abajo, allí estaba el esperándome con la bolsa de comida. Le agradezco a la par que tomo la bolsa y me marcho. El viaje resultaba aburrido y nostálgico así que coloco mis audífonos en mis orejas, la música era lo único que me hacía olvidar por un momento lo que sentía.

Al final llegue unos minutos tardes, eso fue suficiente para pasar toda la clase afuera del aula, igual no me importaba ya que esa asignatura no era tan importante. En cuanto terminó ese turno entré, allí veo a Lisa con una sonrisa comprensiva mientras me saluda con su mano. Yo le devuelvo el gesto y me siento a su lado, ella ha sido una de las personas que más me han dado apoyo así que no me siento tan mal estando en este sitio.

-Hola T/N y Lisa, cómo están?-dijo Will acercándose a nosotras dos.

-Yo muy bien, tengo a mi querida amiga y hermana a mi lado para pasarlo a lo grande-le respondió dándome un abrazo, siempre es tan cariñosa.

-Yo igual-le respondí recibiendo el gesto.

-Cuanto me alegro-sonrío cálidamente-Por fin vienen a estudiar para la casa?-preguntó, ya se me había olvidado que pronto tendríamos los exámenes y habíamos acordado repasar juntos.

-Claro que sí-afirmó Lisa sin pensárselo mucho.

Ambos me observan esperando mi respuesta, lo medite por unos segundos y acepte. Me haría bien estar con ellos y no con mi hermano.

-¡Sí! -gritaron al unísono, Will en especial lucia muy feliz por eso.

-Lisa pasas a recoger a T/N a eso de las 5, mi hermana y yo iremos preparando todo para que se sientan cómodas-expresó, la verdad dudaba un poco que su hermana estuviera de acuerdo con nuestra visita, a veces pareciera que le caemos mal.

Luego de esa charla dimos muchas clases más, todas por suerte eran de letra así que no se me hizo tan aburrido. En cuanto terminaron tuve que quedarme unos minutos extras para la limpieza, me toco limpiar las mesas y acomodar las sillas. Cuando tocó el turno a la mía encontré algo pegado en ella, era una hoja unida con una cinta transparente a la parte de abajo de la mesa. La quite con cuidado y vi unas letras escritas en ella, la caligrafía era la misma que la de aquella nota creepy que recibí el día que me siguieron.

......................................................

"Mi querida TN, me sentí algo herido cuando huiste de mi aquella vez, pero tu rostro asustado fue extremadamente gratificante. En seguida te imagine como una muñeca de porcelana que adoraría tener entre mis brazos, lo suficiente frágil para romperse. Tu brazo o tu pierna, incluso tu cara agrietándose en pedazos sería una visión adorable. Puede que pienses que estoy erróneo, pero es todo lo contrario, te amo y quiero que veas el mundo como yo lo veo porque el dolor es lo único que nos demuestra que estamos realmente vivos. Así que mi pequeña de porcelana, disfruta de la ilusión llamada seguridad hasta que nos volvamos a ver, prometo no dejarte escapar de nuevo."

Una Dulce PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora