Capitulo 14

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Cuando escucha que su madre se ha ido de casa, se asoma a la ventana, y ve a Hugo en la misma posición, pero de repente ve como se limpia los ojos y hace la acción de arrancar el coche, se queda mirando la casa y arranca el coche, mueve el coche sin quitar la vista de la casa.
Eva coge el móvil y marca el número rápidamente.
- Hugo: ¿sí?
- Eva: Hugo vuelve a mi casa y hablamos
- Hugo: vale
Hugo da la vuelta a la manzana y aparta nuevamente en la puerta de la casa para después bajarse del coche y llamar al timbre.
Eva enseguida abre la puerta
- Hugo: hola
- Eva; hola. Pasa
Hugo pasa y se queda pocos pasos más delante de la puerta
- Eva: vamos al salón
Hugo sigue a Eva, cuando llegan al salón se sienta en el mismo sofá y cada uno en un estemos.
- Eva: ¿de qué quieres hablar? (dice con una voz dura y un poco enojada)
- Hugo: tengo tres cosas que decirte
- Eva: ya puedes empezar, no tengo todo el día
Eva se sonríe interiormente por lo contundente que esta siendo.
- Hugo: lo primero de nada, Eva lo siento mucho por acusarte del robo del reloj y de despedirte.
- Eva: ¿ya ha aparecido?
- Hugo: si, y ya se que no lo has robado
- Eva: te lo dije el primer día, yo no tengo conocimiento de existencia de ese reloj.
- Hugo: lo siento mucho Eva, ese reloj es el reloj con el que se caso mi padre con mi madre, el del día de mi bautizo, comunión y de eventos importantes, yo me lo pongo en grandes ocasiones o cuando tengo algo que quiero que me de mucha suerte. Ese reloj es un recuerdo vivo de mi padre, resulta que se estaba rompiendo un poco el cristal, y un día, ya hace tiempo le hice un comentario a mi tía que le tenía que cambiar el cristal. Ella lo ha cogido y se lo llevo al relojero para que lo reparará y limpiará el reloj, hoy ha vuelto de vacaciones y al verme en casa me ha preguntado que hacía en casa, y le he dicho que te he despedido y el motivo y que yo me he cogido una excedencia, entonces me ha contado lo que hizo y que era una sorpresa. Eva lo siento mucho por haber desconfiado de ti, lo siento mucho. Yo no sabía nada y al no conocerte casi sospeché enseguida de ti lo siento mucho, sin tener pruebas que lo demostraban.
- Eva: no pasa nada Hugo, por lo menos has reconocido que te has equivocado
- Hugo: y mucho lo siento.
- Eva: no pasa nada
- Hugo: Eva sé que seguramente estas enfadada conmigo, ¿pero podemos seguir nuestra relación de amistad?
- Eva: vale
Los dos tenían los ojos medio cristalizado y se dieron un abrazo de amistad.

Unidos por una enfermedad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora