Capítulo 37

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Ha pasado una tres semanas desde que Ana y Elena faltaron y dos desde que se fue Eva.
Hugo no habido un día que no ha dejado de llorar, tanto por la muerte de su madre y tía, como por la pérdida de Eva, que sabe que la ha perdido y no la va a recuperar, le ha enviado mil mensajes y otras tantas llamadas que han sido rechazadas por la joven, eso hace que Hugo se ponga peor.
Desde la notaría le avisan a Hugo que tiene que ir para abrir los testamentos.
Por parte de su tía, le deja todo los patrimonios y todos los ahorros. Elena lo dejo todo bien arreglado para que Hugo no tuviera que pagar nada de ninguna deuda. También le había realizado el cambio de su coche que era nuevo, solo falta la firma de Hugo para terminar la tramitación del cambio de nombre.
Hugo acepta coger la herencia de su tía.
Por parte de su madre, al ser hijo único le pertenece todo las pertenencias de que tenía su madre.
Había una carta para Hugo, escrita por su madre.
Donde le indicaba que en su cómoda donde están las camisetas interiores, tiene un regalo y ese regalo es para Eva, para agradecerle que le cuidará en todo momento y por intentar que sus últimos días fueran más leves.
En la carta le describe que le había comprado, es pulsera con su nombre grabado.
Hugo al leer la carta tranquilamente en casa, y tener la caja entre sus manos ve la oportunidad perfecta para ir a casa de Eva, hablar con el y pedirle disculpas.
Hugo se arregla y se viste, sale de su casa y se dirige a casa de Eva para intentar hablar con ella.

Unidos por una enfermedad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora