Tu Eres Mí Pecado -🔥 Michele Morrone 💘

Capítulo 7: Llámame papa

Narra Mary.

Nápoles, Italia.

Cuando nos adentramos a aquella casa mi vista barrio todo el lugar observándolo todo, de verdad que todo era hermoso, elegante y a pesar de todo lo costoso aquel lugar tenía una vibra hogareña. Se sentía como un hogar.

La que conocía como mi tía me sonrio y me pidió que esperara en aquella sala de estar principal. No había nadie allí asi que supuse que todos estarían en otra área de la casa disfrutando de la fiesta. Francesco el hombre alto y de cabello oscuro y ojos verdes como los míos me observo para luego irse por el mismo pasillo como su hermana. ¿Ese era mi tío? No me gustaba la vibra que emanaba y es que parecía ser muy serio y rígido. Me ponía nerviosa además de que no me gusto como trato a mi madre.

Al acordarme de ella me gire y ella se acercó a mí. Me sonrio para tranquilizarme y acomodo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Samantha: Tranquila, ya estás aquí. No perdemos nada con hablar por un momento con estas personas. – Yo asiento y suspiro-

Mary: este lugar es hermoso-

Samantha: Es una casa antigua. Por lo que se esta familia ha tenido generaciones tras generaciones de personas con mucho dinero. Tu padre no es la excepción- murmura-

Mary: Interesante- susurro observando el candelabro de cristal-

La verdad eso no me alentaba a más. De hecho me hacía sentir aún más incómoda. Eran personas con mucho dinero, ahora solo faltaba que alguien más me atacara pensando que venía solo por su dinero. Esperamos al menos unos minutos solas en aquella sala de estar hasta que por fin volvió Anabela.

Esta vez al parecer no venía sola y como no me sorprendía porque asi eran los italianos, de repente del mismo pasillo salieron al menos unas 7 personas hablando todas al mismo tiempo y al parecer estaban alterados. Anabela me sonrio y me pidió que me acercara al área de los sofás.

Anabela: todos hagan silencio- habla alto para hacerse escuchar y todos se cayán de inmediato. –

Observe a todos y se veían confundidos. Había tres hombres y tres mujeres. Los observe a cada uno pero no eran Leonardo. ¿Dónde estaba el?

Anabela: Todos cálmense. Les pedí que vinieran un momento porque es una ocasión importante. Necesito presentarles a alguien- les habla y todos fijan su mirada sobre mí. – ¿Dónde está Leonardo?- le pregunta a Axel quien entra a la habitación.-

Axel: Ya viene – dice colocándose en una esquina de la sala-

____: Madre que pasa aquí- murmura una joven chica de tal vez unos 25 años de edad, era adorable de mi estatura quizás. Se parecía mucho a Anabela y comprendí que era su hija-

Anabela: espera cariño necesito que Leonardo este aquí- habla con calma pero todos allí tenían todo menos calma. Aquellos hombres me miraban fijamente analizándome de pies a cabeza haciéndome sentir incomoda. Tal vez ellos eran mis hermanos.-

En ese momento entran dos personas más a la sala de estar. Esta vez un hombre y una mujer. Ambos muy elegantes pero al hombre lo reconocí de inmediato. Era el, el hombre de las fotografías. Era mi padre. Me sentí muy feliz y ansiosa. Aun no se había dado cuenta de mi presencia, miro a todos confundidos y observo a su hermana.

Leonardo: Anabela ¿Qué esta pasado? ¿Por qué nos reúnes aquí a mitad de la fiesta de Luca?- su acento era muy marcado, su voz gruesa y su porte firme. Parecía ser el macho alfa, el jefe que imponía respeto-

Lo observe bien como si no pudiera observar otra cosa en esa habitación. Su cabello era castaño oscuro pero tenía algunas canas que a decir verdad no lucia nada mal, su rostro era muy varonil y recordé las imágenes del pasado, habían pasado unos años sobre él, sus arrugas se acentuaban más que nada en la zona de sus ojos pero no eran demasiadas, era un hombre alto tal vez 1,85 y me di cuenta que junto a el sería muy bajita. Su piel era bronceada y sus ojos verdes eran muy penetrantes, portaba una de esas miradas que podías sentir como si penetrara tu alma y pudiera saber lo que piensas con tan solo verte a los ojos.