Capítulo 8: No debe ser

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Narra Mary.

Justo cuando mi madre y yo salimos de aquella casa le pedí que condujera. No me sentía nada bien. Mi pecho dolía demasiado.

Apenas llegamos al hotel fui directo al baño a vomitar. Sentí como mi madre sujetaba mi cabello y sobaba mi espalda.

Samantha: ay cariño. – me mira preocupada-

Me deje llevar por la preocupación y comencé a llorar. No podía y no quería creerlo. ¿Cómo es posible que el hombre que me gustaba tanto pudiera ser mi hermano? Me sentí asqueada y molesta. No podía ser.

Samantha: Mary hija ¿Qué tienes?- me dice preocupada y limpia mis lágrimas.-

Ahora no sabía si debía contarle a mi madre sobre esta situación. Pero era la única persona a la que podría contárselo y confiar en ella.

Mary: Hice algo horrible- llore y ella frunció el ceño-

Samantha: ¿De qué hablas?-

Mary: Prométeme que no me juzgaras-

Samantha: jamás haría eso niña- me toma por los hombros- ¿qué hiciste María?- mis ojos se nublan y me aliento a mí misma a hablar-

Mary: recuerdas a Michele. Aquel hombre que conocí hace unas semanas.- ella asiente lentamente-

Samantha: si, el moreno guapo que me dijiste que era muy lindo contigo- alza una ceja- ¿Pero qué tiene que ver el en todo esto?-

Mary: La vida es demasiado extraña a veces madre – limpio mis lágrimas- él estaba en la fiesta. Él es hijo de Leonardo Morrone- susurro bajando la mirada-

Mi madre suspiro y se vio sorprendida. Ambas nos quedamos en silencio y entonces mis manos comenzaron a sudar y me sentí muy triste por la situación. ¿Qué haría ahora? ¿Cómo podría verlo sin sentirme mal?

Samantha: No puede ser- susurra-

Mary: es mi hermano- digo después de tanto tiempo analizando la situación-

Samantha: No pueden seguir juntos- aclara con voz seria y la miro.- Es lo mejor. Tendrán que verse como hermanos y no como otra cosa-

No sabía que decir. Cuando lo miraba sentía mariposas en el estómago. Cuando estaba con el me sentía feliz y me había acostumbrado rápidamente a sus caricias. Dios estaba perdida.

A mitad de la noche mientras mi madre dormía me tuve que despertar al escuchar mi teléfono sonar. Se trataba de una notificación de mensaje. Leí más de 5 veces para asegurarme de que no me estaba equivocando. Me levante muy lentamente para no hacer ruido y busque en mi maleta un abrigo y mis zapatos. Salí de la habitación y baje hasta el lovi.

Allí pude ver a Michele esperando. Vestía con un suéter sencillo negro y unos jens. Su cabello estaba despeinado y fumaba un cigarrillo. Odiaba verlo fumar. Odiaba ese vicio tan repulsivo. Camine hacia el por qué ya había notado mi presencia y no me quedo de otra. No pude mirarlo a la cara asi que mantuve mi vista en el piso.

Michele: Mírame- habla y pude notar que había bebido. No estaba ebrio pero si había bebido. Tal vez asi había sacado valor de venir a verme-

Mary: ¿Qué haces aquí a esta hora?- pregunto sin poder verlo-

Michele: que me mires- gruñe tomando mi mentón para hacerme levantar el rostro-

Nuestras miradas se conectaron y no pude evitar que mis ojos se cristalizaran. Me sentía culpable y no quería sentir lo que siento por él. El me soltó y termino de fumar su cigarrillo.

Tu Eres Mí Pecado -🔥 Michele Morrone 💘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora