4. Opera, El Mayordomo protector

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Los días fueron pasando y llegaron las vacaciones. Cualquiera estaría feliz de ello... si no fuera porque debías seguir yendo a trabajar. Había alumnos que seguían yendo a las actividades de sus Batora y tenías que estar atenta a cualquier eventualidad junto con los profesores que también estaban de guardia.



Todo marchaba relativamente bien, hasta que empezó a marchar relativamente mal cuando, de improviso, se apareció Opera en la enfermería abriendo repentinamente la puerta.

- Señorita enfermera, necesito que venga conmigo pronto.

- ¿Eh? ¿Opera san? Que ocur.....- de repente el demonio rojizo se acercó, te levanto cual princesa de cuentos y te saco de la enfermería corriendo a una velocidad descomunal.- ¡Espera! Opera san, bájame!

- Me temo que eso no es posible,- dijo con su mismo tono neutral,- tengo órdenes de llevarla rápidamente a la mansión de Lord Sullivan.

- ¿Qué? Pero ¿porque?- el demonio con orejas de gato te miro a los ojos y dijo

- Eso es un secreto.- y guiño el ojo.


Ese gesto te descoloco, al punto de hacerte sonrojar un poco, pero el demonio no lo noto porque fijo su vista en el frente y cargando contigo corrió con todas sus fuerzas hasta la casa de Sullivan. Su silencio no hizo más que elevar tus expectativas acerca del motivo por el que te mando a llamar uno de los 3 más grandes demonios de Inframundo.

Una vez allí te bajo y te hizo entrar, te sorprendió que no estuviese agitado en lo absoluto, te guio por los pasillos de la mansión hasta llegar a una habitación. Antes de abrir la puerta se llevó el dedo índice a los labios en señal de que hagas silencio, por lo que asentiste con la cabeza, luego abrió las puertas y te encontraste con Lord Sulyvan e Iruma, su nieto.

El joven se encontraba en la cama, durmiendo, y el demonio mayor sostenía su mano con preocupación.

- Señorita que bueno que pudo venir pronto,- dijo casi en susurros El demonio con bigote,- Necesitamos su conocimiento para atender a mi nieto, urgente.

Con preocupación te acercaste hasta el borde de la cama, para que el muchacho este en cama debe ser grave, pensaste que tal vez había sido víctima de un potente veneno, que había sufrido alguna maldición o que fue atacado por una bestia... Te preparaste para lo peor.

- Iruma.... Iruma.... ¡Se agarró el dedo con la puerta!- dijo llorando Lord Sulyvan mientras te mostraba la mano del joven que tenía un dedo un poco morado.

Una gota resbalo por tu sien al darte cuenta que tanta preocupación fue en vano,

- De... déjeme examinarlo.- El demonio Mayor se hizo un lado para dejarte pasar. Tomaste la mano del joven y la examinaste mientras dormía: el dedo meñique y anular estaban algo rojos pero no había signos de fisura ni quebradura, era un golpe común y corriente.- No parece ser nada serio, con algo de hielo estará bien.

- Opera, ve a traer a alguien de la familia Crossell, que llenen de hielo la habitación...- Opera estaba a punto de Salir corriendo de nuevo cuando gritaste:

- ¡No! No es necesario exagerar, solo unos cubitos de hielo en la zona dañada bastara.

Aunque Sullivan estaba preocupado aun por su nieto obedeció, y Opera solo fue por hielo común a la cocina, se lo colocaron en la mano al menor y salieron de la habitación.

Amor en BabylusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora