12. Cita en la Naturaleza

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Cuando oíste el timbre estabas terminando de preparar tu mochila, la cerraste y saliste a paso decidido a abrirla para encontrarte con tu segunda cita:

Balam Suichiro

- ¡Buenos días ______ san! – dijo el alegre profesor que cada vez tenía el cabello más largo,- ¿Lista para nuestro día de campo?

- ¡Buenos días Balam sensei!- dijiste sonriente, agradeciste que, en esta ocasión la ropa que utilizabas era más cómoda que la cita anterior: llevabas una remera, shorts y botas cómodas para caminar.- Claro que sí, ¡vamos!

Ambos demonios desplegaron sus alas y volaron hasta cierta montaña, siguiendo las indicaciones de Balam sensei, irían a recoger muestras de especímenes y plantas medicinales para la colección de cada uno. Al llegar a una zona arbolada descendieron y continuaron a pie. Era un área poco concurrida debido a la presencia de monstruos y plantas carnívoras, pero con la habilidad de botánica o zoología del profesor todo eso era pan comido: Cualquier monstruo que se les apareciese era derrotado en cuestión de segundos por manos del profesor y sus enredaderas, era muy confiable, él cuidaba a su compañera como un tesoro.

Caminaron hasta llegar a un claro en medio del bosque, en él había numerosas flores silvestres y los rayos del sol bañaban el lugar dándole un toque romántico a todo.

Estiraron un mantel y sacaron numerosos bocadillos demoniacos, dulces, salados que ambos habían preparado y también té para acompañar.

- ¡Todo se ve delicioso ____ san!

- Muchas gracias Balam sensei,- dijo algo sonrojada,- espero que le guste...

La enfermera no podía evitar estar pendiente de este momento, EL momento en que Balam se quitase por fin la máscara y pudiese verlo, cuando estuvo en su fase perversa estuvo a punto de arrebatársela pero no pudo, ahora estaba ansiosa por verlo. Balam, que también estaba consiente de esa situación estaba algo nervioso, ciertamente su cicatriz y colmillos eran motivo de espanto para la mayoría de los demonios y temía seriamente que _____ saliera espantada al verlo, pero la amaba con sinceridad y aun en esta situación aguardaba la esperanza de que lo aceptara de igual manera.

- _______ san, déjame contarte una historia....- el demonio mayor le comenzó a contar lo que ocurrió en su infancia, como su enorme curiosidad por los seres vivos lo impulso a escaparse del cuidado de sus padres, a ser capturado por un monstruo pájaro y como, en su terrible hambre que sintió trato de alimentarse de un huevo la madre pájaro lo ataco sin piedad, dejándole una marca de por vida. Entonces el demonio de cabellos blancos se quitó la máscara dejando ver su cicatriz y enormes colmillos intimidantes y continuo diciendo.- Ese día aprendí cuan cruel y hermosos podían llegar a ser los seres vivos, y gane esta cicatriz por mi imprudencia.

La joven enfermera, lejos de asustarse, sintió un repentino impulso por consolar al demonio mayor como si fuese ese pequeño niño herido del pasado, llevo su mano hacia el rostro mutilado del peliblanco y con suavidad lo acaricio.

- Fue una gran herida Balam sensei... debió haberle dolido ¿no es así?...- la joven no podía evitar desear haber estado en ese momento de su vida para sanarlo.

- Gracias por su preocupación ____ san, pero ya es cosa del pasado...- dijo el peliblanco de largos cabellos.- Aunque aprendí la lección y ahora no soy tan imprudente como en ese entonces aún sigo cayendo absorto por el estudio de la flora y fauna de este mundo, eso es parte de mí, no puedo evitarlo, siempre me veras hablando una y otra vez de lo que me apasiona. Sin embargo, desde que usted señorita ____ apareció en mi vida he descubierto otra cosa que me apasiona y es pasar tiempo a su lado,- el robusto demonio tomo la mano de la demonio y la sostuvo entre sus guantes negros.- No creo ser lo suficientemente atractivo como Kallego o divertido como Opera San, pero esto es lo que soy y lo que le puedo ofrecer.

- Balam san...

La joven se acercó hacia el demonio que le sacaba más de dos cabezas de altura, aquel mismo demonio imponente en aspecto era el más gentil y cortes de todos, es mismo demonio estaba exponiéndole su más grande debilidad: su inseguridad. Ella supo que solo había una manera de demostrarle que no le temía en absoluto y que no le importaba su aspecto y su forma de ser, sino lo que albergaba su corazón. Y dejándose llevar, lo beso.

El beso fue suave, lleno de ternura y cariño, seguido por un abrazo amoroso y puro.

____ supo que si elegía a Balam tendría un compañero amoroso, tierno y cariñoso, que siempre la escucharía y que la defendería con su increíble fuerza de cualquier mal que la aquejara, porque así es Balam Suichiro.

____ supo que si elegía a Balam tendría un compañero amoroso, tierno y cariñoso, que siempre la escucharía y que la defendería con su increíble fuerza de cualquier mal que la aquejara, porque así es Balam Suichiro

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¿Elegirás a Balam?

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