8.Derrotando las bestias mágicas

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Mientras buscaban a Iruma por todos los rincones del parque Balam sensei se sentía sumamente culpable, claro que era su responsabilidad de cuidar del pequeño humano, pero su naturaleza curiosa y la agradable compañía de la enfermera escolar lo habían distraído de su labor de custodio. Ahora la había involucrado a ella también en la búsqueda.

- Lamento hacerla pasar por esto _______ san...- dijo el gran demonio mientras revisaba tras unos arbustos, pensaba que de seguro lo estaría odiando.

- Descuide, yo también me siento culpable por haberlo distraído... es que... cuando estoy con usted no puedo dejar de hablar de aquello que me gusta, y oírlo hablar es todo un placer...

Escuchar a la demonio decir eso hizo sonrojar al peliblanco, así que no volteo a verla.

Cuando se volvieron a reunir con los demás que habían ido a los alrededores a buscar a Iruma Balam se preocupó aún más, temía que se hubiese ido al sector más problemático del parque. Pero grande fue sus sorpresa al ver que el peli Azul apareció de la nada saludando a todos con una gran sonrisa, el primero en correr a abrazarlo fue Azmodeus, luego los demás.

Después de un buen sermón de parte de Balam el grupo decidió ir a un lugar para "castigar" a Iruma, lo obligarían a disfrazarse y jugar con niños pequeños. Iruma estuvo de acuerdo puesto que quería expiar la culpa de haberlos preocupado a todos.

Pero el clima amigable y distendido cambio de repente: algo amenazaba el parque.

El joven Agares sintió el suelo perturbado, como si se estuviera incubando algo muy poderoso, de repente se oyó un gran estruendo que empezó a derrumbar las paredes del lugar, afortunadamente el demonio dormilón protegió a todos con muros de tierra y salieron ilesos. Un horrible monstruo con forma de dragón rojo se alzó frente a sus ojos.

Balam y _____ se miraron, ambos sabían que la prioridad era proteger a los estudiantes, así que los condujeron a un lugar más alejado en donde había otros supervivientes. Debían alejarse del peligro lo más posible. Pero no contaban con el noble corazón de Iruma y su afán de salvar a todos, incluso a unos niños que estaban atrapados por el derrumbe. Balam como demonio no sentía la necesidad de arriesgarse por unos completos desconocidos, el quería cumplir únicamente su ambición de conocer más y más acerca de los seres vivos, pero el humano Iruma representaba toda una incógnita para él: ¿será su naturaleza? ¿Por qué desea proteger a todos? ¿Es acaso el corazón de Iruma más ambicioso que el de cualquier otro demonio?

No lo sabía, solo sabía que debía protegerlo y seguir aprendiendo más y más aquel ser mitológico llamado humano.

Rescataron a los niños y ____ se ofreció a llevarlos al refugio, una vez allí vería de tratar a los heridos que encuentre puesto que su ambición es ser la mejor médica del inframundo.

Balam se sintió aliviado de que ______ se alejara del peligro, pero aún tenía unos estudiantes muy cabeza duras que se comenzaron a enfrentar a ese monstruo, les había dado instrucciones de distraerlo pero le desobedecieron y comenzaron a atacarlo con el fin de derrotarlo. Si bien Azmodeus y Sabnok eran jóvenes muy fuertes, aun no estaban a la altura de una bestia mágica de tal calibre.... No como él.

Defendió a sus estudiantes invocando un dragón de madera, él había imbuido con su poder mágico las semillas haciendo que tenga un crecimiento sumamente rápido, y aprovechando su amplio conocimiento de biología ataco todos los puntos débiles de aquel monstruo derrotándolo de inmediato. Fue prácticamente pan comido para el demonio.

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