Capítulo bien largo
La habitación 405 está hecha un barullo puertas adentro. Las prendas tendidas en el suelo se arremolinan a los pies de las muchachas que corren a sus anchas en busca de accesorios y maquillaje.
—¿Quién tiene la plancha?—. El grito de Rapunzel llega hasta los oídos de Anna, que levanta la mano, su cabello deslizándose con delicadeza entre las tenazas de la plancha. --¿Tardas mucho?
—Mmh...—- Tararea acabando en las puntas, con el olor a cabello tibio, casi quemado, cosquilleando en la nariz a todas, en especial a Mérida que hace una mueca y mima sus rizos con los dedos, nunca se haría algo así para deshacerse de sus bebés así sea por un par de horas. —No, toma.
Rapunzel recibe con cuidado la plancha, estorbando en el camino de Elsa hacia el tocador del baño, al incorporarse, ambas, codo a codo, hacen lo suyo frente al espejo mientras miran a la otra de reojo. Ahora sólo se escucha la música del parlante que Mérida había traído, todas estaban muy ocupadas arreglándose como para rebuscar algún tema de conversación; sin embargo, tenían una misma pregunta que sólo habían dejado flotar tensa y abstractamente en el aire sobre sus cabezas, como aureolas titilantes vilmente ignoradas por la prudencia.
Varias veces, Rapunzel estuvo cerca de quemarse los dedos, se distraía analizando las expresiones faciales de Elsa, en busca de algún indicio de la respuesta a esa pregunta que la carcomía desde la conversación que tuvo con Jack en el coche. También recuerda, vaga, muy vagamente, los atisbos de una conversación susurrada entre Jack y Elsa mientras los creían a todos plenamente dormidos. Estaba aún en el limbo entre el sueño y la consciencia cuando esos dos hablaban, tampoco es como si estuviera muy orgullosa de haberlos escuchado, pero mentiría si dijera que no le emocionaba que ellos estuvieran contemplando ser pareja oficial muy pronto.
La pregunta real era: ¿Cuándo?
Y eso era lo que le había compartido al resto de las chicas, que coincidieron con ella en que lo mejor sería no abordar el tema con ninguno de los dos, no querían presionarlos y que resultara contraproducente con el futuro que sus adorables interacciones prometían, por experiencia propia, era conocedora de lo que la presión de terceros podría afectar una relación en proceso. No obstante, la curiosidad las asfixiaba y Elsa parecía no estar mínimamente interesada en deslizar con sutileza cualquier tipo de indicio respecto a su avance con Jack. Entonces debía preguntarle ella misma.
—Els—. aclara su garganta, los dedos enroscados alrededor de la plancha con fuerza excesiva, señal de su precaución.
—¿Mh?— responde ella, tiene los labios ocupados mientras se estiran para teñirlos de rojo. No aparta tampoco la vista de su reflejo, y quizás ya sabe lo que Rapunzel le preguntará.
Punzie traga y mira al exterior del baño por el cristal del espejo, ninguna de las dos chicas que quedan han dejado de movilizarse pero tienen los oídos alerta, así que tantea, la lengua contra el paladar, las palabras correctas. —Jack.... ¿Ya ha...?— el aire que la nariz de Elsa expulsa como una risa la interrumpe.
—¿Era eso lo que querías preguntarme?—. Las pestañas rizadas revolotean con diversión y algo de nerviosismo. —Jack no me ha pedido nada oficial aún, sólo me dijo que le diera dos semanas.
Por encima de los hombros de ambas, Mérida y Anna están apoyadas en el umbral, escuchando sin disimulo la conversación, aunque eso no era nuevo para Elsa. Rapunzel sonríe de medio lado. Típico de Jack.... y si era honesta, se le hacía adorable.
Asiente. —Dos semanas... creo que podemos esperar, ¿no es así?— su cabeza gira sobre su cuello hasta las otras dos que aguantaban chillidos histéricos, Anna y Mérida asintieron y Elsa rió, tranquila y de pecho, como solía hacerlo.
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#TeQuiero (Jelsa)
FanficDonde Jack y Elsa son mejores amigos, y puede que sean demasiado cobardes para confesarse lo que sienten. Social media AU ⚠️Warnings⚠️ -Contiene lenguaje explícito. -Parejas del mismo sexo. -Escenas explícitas. -Humor negro. -Drama. Los personajes o...