Me sentía del asco por lo que acababa de pasar hace un buen rato. Cada vez quería arrepentirme de lo que iba a hacer pero no puedo hacerlo, todos es por Chase.
-¿Puedo pasar?-mi voz favorita en esta casa, me hizo sonreír.
-¿Cómo estás?
-Bien-mentí.
-¿Te pasa algo?-pregunta con sospecha.
-Sí.
-¿Quieres contármelo?-preguntó suave sentándose en la cama a mi lado.
-Me voy a casar con una bestia grosera. Eso me pasa-digo con amargura.
Chase me abraza más a su cuerpo y comienza a proporcionar caricias en mi espalda.
-Si pudiera hacer algo para...-le interrumpí-Lo sé, Chase. Pero ya.
-Estás en buenas manos, Meg. Como ya te dije, Kyle es buena persona, sólo que no lo demuestra.
-Sí. Lo tiene bien escondido-susurro un poco sarcástica.
-¿Por qué lo dices?-preguntó confundido.
-Por nada.
-¿Algo pasó entre ustedes?
No sabía si decirle a Chase lo ocurrido o no; no quiero causar más problemas.
-¿Meg?
-No pasó nada, Chase.-le miré para que se convenciera de mi horrible mentira.
-¿Por qué creo que no me estás diciendo todo? Sabes que la única forma que yo pueda ayudarte es que me digas qué te pasa.
-Lo sé, Chase, y te lo agradezco-le digo-. Pero es algo que no me podrás ayudar nunca. Es un hecho que vaya a casarme con un posible violador y nadie lo vea. Yo quiero mi vida de vuelta, ¿puedes dármela? No. Nadie puede hacer nada.
-¿A qué te refieres con posible violador?-Vaya, eso fue lo único que podía captar Chase.
-A que es un desconocido.
-Yo también lo soy y no piensas eso de mí.
Joder, Chase ataba los cabos por dónde fuera.
-Es distinto. Contigo he tenido la oportunidad de hablar y conocerte más. Con él, sólo son discusiones y más discusiones.
-Dale la oportunidad, Meg. Tal vez si no lo conociera, haría todo lo posible...-Le interrumpí-. No lo entiendes. No quiero darle oportunidad. Sólo quiero ser libre.
-Habla.
-¿Ah?-Le miro confundida.
-¿Qué te hizo?
-No me-Joder, no me mientas. ¿Cuándo me lo piensas decir?
-Yo-yo... Yo tengo mucho miedo, Chase.-me limpio las lágrimas que salieron sin permiso-. Por un momento... Llegué a pensar que se aprovec...
-No tienes que decirlo. Mírame.-Levantó mi barbilla de modo que pudiera mirarle a los ojos-. Mientras yo esté aquí nada te va a pasar.
-¿Y él día que no estés, Chase?-sollocé-. ¿Qué pasará?
-Entonces me encargaré que la pague bien caro. Aunque sé qué él no sería capaz.-decía con la mirada en otro lado-. El sabe lo importante que eres para mí.
Lo abracé más fuerte. Casi me quedo dormida de no ser porque vi una sombra en frente de mí.
-Pero es que hacen una linda pareja.
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GROSERO ©
RomanceEsto no es una historia normal. No hay tristeza, felicidad, risas, llantos como tal. Aquí hay más que esto. A veces la vida es tan seria que las personas están acostumbrado a ver, leer todo aquello que se asemeje a lo que está estipulado en el mun...