-Ahora que estamos solos... ¿Puedes contarme lo que te pasa?
-Tú más que yo sabe lo que me pasa, Chase.- Le respondí cabizbaja.
-Vale. Supongo que quieres que te cuente lo que sé, ¿cierto?
-Por favor.-Casi supliqué.
-Tus padres hicieron un acuerdo con Kyle para que te casaras con él, siempre y cuando tuvieses la mayoría de edad, ya que de lo contrario, casar una menor de edad es muy complicado en estos tiempos. Por eso hicieron el acuerdo justo antes de la mayoría de edad, para que no hubiera problemas.
-Bien jugado.-Solté sarcástica.-¿Sabes por qué tu hermano quiere hacer esa estupidez?
Realmente escuchar y decir su nombre me daba dolor de estómago. No podía soportarlo.
-Creo que él más que nadie debe decírtelo. Eso no me corresponde a mi, Meg.-Dijo poniendo su mano encima de la mía.
Estábamos en mi lugar favorito, la heladería, hablando de cosas espantosas. Irónico.
-Vamos otra vez con los misterios.-Bufé.
-Entiéndeme, Meg. Kyle confía en mi. No puedo hacerle eso.
-¿Y él si me puede hacer esto a mi?-contraataqué dolida.
-Esos asuntos debes arreglarlos con él.-Dijo desviando la mirada.
No podía hacerle esto a Chase, sería malvado de mi parte. Él está en aprieto, es su hermano contra su amiga. Sería estúpido si me escogiera a mi.
-Chase, no sé si esto tenga algo que ver. Pero siempre que salgo sola, o con alguien que no seas tú, siento que me vigilan.-Confesé. Aún seguían espiandome, y ya me estaba irritando esa situación.
-Efectivamente.-Confirmó. ¿Qué? Antes de que pudiera rechistar, él continuo hablando.
-Kyle-Sólo no digas su jodido nombre. Pensé.-Es un tipo que tiene muchos enemigos por su trabajo. Y si tú, te vas a casar con él, tiene que tener ojos por todos lados vigilándote. Estás corriendo peligro sólo con acercarte a él.
Qué belleza. No, pues, lo que me gané. ¿Acaso mis padres no sabían nada de esto? ¿Cómo pueden poner en peligro a su propia hija?
¡Bingo!
El dinero.
-O sea que, ¿Batman y Robin no los conocí por casualidad?- Pregunté. Negó con la cabeza.
-¿Y a ti? ¿A ti tampoco te conocí por casualidad, Chase?-Pregunté dolida. Si era así, entonces Chase no es mi amigo porque realmente quiere, sino que lo hace por su hermano. ¿Cómo debería sentirme?
-No confundas las cosas, Meg. Cuando te conocí, si fue por casualidad. Te lo aseguro. Yo ya sabía que mi hermano se iba a casar con la hija de uno de sus socios, pero no sabía que eras tú. De ser así, te lo hubiese advertido.
-¿De verdad?-Pregunté esperanzada. Eso quiere decir que si el asunto estuviese en sus manos, me ayudaría.
-Así es.-Confirmó asintiendo.
-Gracias. No sé qué voy a hacer, Chase. ¡Yo ni si quiera quiero nada con él!-Exclamé.
-Lo siento.-Dijo con cierta lástima en su voz.
-Yo también.-Bufé.
-Pero, Kyle...-Otra vez no, por favor.-...No es lo que parece. Es un buen chico, ¿sabes?
Rodé los ojos.
-No, no lo sé. ¡Ni quiero descubrirlo porque no quiero nada con él!
-Deberías pensártelo mejor, Megan. Tal vez no sea tan malo.-Se encogió de hombros.
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GROSERO ©
RomanceEsto no es una historia normal. No hay tristeza, felicidad, risas, llantos como tal. Aquí hay más que esto. A veces la vida es tan seria que las personas están acostumbrado a ver, leer todo aquello que se asemeje a lo que está estipulado en el mun...