-¿Quién era esa chica?
-Nadie que te importe.
Otra vez estábamos con la grosería. Me gustaba más el grosero besador.
-Bueno, parece que si me importa. -Me crucé de brazos -. Esa mujer me amenazó.
Yo iba detrás de él como un perro. Él sólo iba concentrado en su camino huyendo de mis magníficas preguntas.
-No te va a pasar nada sino metes la cuchara en la sopa ajena. -se volteó para verme mejor. Yo me detuve en seco que casi me caigo.
-¿Por qué tienes que ser así?-Pregunté-. ¿No puedes ser una persona normal?
-Lo normal es aburrido.
Sonrió como si no hubiese un mañana; como si se le hubiese esfumado la rabia en un dos por tres.
-¿Qué hacía ella aquí, Kyle?
Chase venía con un rostro preocupado. ¿Qué carajos pasaba?
-¿Ellos vieron algo?-Preguntó el grosero preocupado. Chase negó.
-¿Qué quería?
-¿Quién era ella?-Pregunté. Quería que se dieran cuenta de la presencia de Megan Fox.
-Amenazar-dijo la bestia.
-Y también me amenazó a mí-opiné.
-¿Sabes por qué la dejaron entrar?-Preguntó Chase.
-No tengo la menor idea. Pero lo averiguaré. Me parece falta de profesionalismo.
-Bien dicho-coincidí.
-Tenemos que ser muy cuidadosos, Kyle.
-Dímelo a mí.
-Es un peligro-susurré.
-¡Cállate!-los hermanos buenotes me gritaron a la vez.
-Lo siento.-Puse mis brazos en señal de rendición-. Pero quiero saber qué pasa.
-Pronto sabrás, Meg.
-Claro.-Puse los ojos en blanco.
-¿Por qué no vas a conocer la familia con Kyle mientras yo me encargo de esto?
-Gracias, hermano.
Y antes de yo si quiera dar mi voto, ya estábamos camino a conocer a la familia de estos dos chicos.
-Debes saber que ellos no son un poco casuales-dijo rascándose la nunca.
¿Qué quería decir con eso?
-¿A qué te refieres?
-¡Turroncito de azúcar!
-A eso me refiero-susurró.
-Hola, abue.-La bestia le dio un beso en la mejilla.
-Felicidades. Ya era hora de que te ajuiciaras-dijo la abuela.
Lucía joven para ser su abuela, pero se le notaba que tenía sentido maternal.
-Abuela, por favor-dijo un poco avergonzado.
-¿No piensas presentarme a tu esposa?-le dijo en tono regañón.
Él lucía incómodo, como si ya quisiera irse antes de que pudiera pasar algo más que le hiciera pasar verguenza.
-Chloe, te presento a mi abuela.
-Adelie Parker-se presentó.
-Chloe Adams, Señora Parker.
ESTÁS LEYENDO
GROSERO ©
RomanceEsto no es una historia normal. No hay tristeza, felicidad, risas, llantos como tal. Aquí hay más que esto. A veces la vida es tan seria que las personas están acostumbrado a ver, leer todo aquello que se asemeje a lo que está estipulado en el mun...