Capítulo 4.

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El pervertido o Maiden como sea me dio una camiseta negra y un pantalón blanco, también me dio mis zapatillas.

Todo lo que había preparado para el campamento estaba mojado por obvias razones, cuando el agua llegó hasta nuestros rostros, antes de perder el conocimiento vi una luz amarilla brillante. Me asuste pero después no recuerdo absolutamente nada de cómo llegué acá.

—¿Bonita, ya estás cambiada? — pregunta el pervertido golpeando la puerta del baño, me acomodo un poco el cabello y abro la puerta — Hermosa y toda mía.

—Cállate. — paso por su lado y me encamino hacia la cocina, no tengo hambre pero mi tío me dijo que no deje de alimentarme de golpe.

A veces voy a tener náuseas, dolor muscular, espantosos dolores de cabeza y mucho sueño.

El cáncer es un proceso difícil, lo que me pregunto es ¿Cuánto aguantaré? ¿Cuándo ya no querré sentir esos síntomas? ¿Cuándo morir será mi solución?

Aguantaré todo lo que pueda y lucharé por pasar mis últimos momentos con mis amigas.

—Te preparé un jugo de naranja, un filete de carne y unas papas al horno — Andrés señalando el plato que está en la mesa — espero que te guste.

Nicolás corre la silla para que yo me siente, así lo hago.

—Gracias.

Asiente sonriendo.Tomó el cuchillo y el tenedor, corto un pedazo del filete que se ve rico con todo el juguito que tiene

Llevó el pedazo a mi boca.

Mmm.

Delicioso.

—¿Te gusta?

—Muy rico. — Bebo un poco de jugo de naranja.

—Debes tener muchas preguntas — comenta Federico sentado al lado mío.

—Algunas...¿Qué hago acá..Con ustedes y no con mis amigas? — les pregunto dejando los cubiertos en la mesa y mirándolos.

—No sabemos por qué estás en nuestro "Mundo", lo único que tienes que entender que tú eres Mate de nosotros. Para que entiendas mejor, eres nuestra alma gemela.

—Eso no es un mito.

—¿Mito? No, es verdad.

—¿Como el hilo rojo?

—¿Hilo rojo?

—Sí, "La leyenda afirma que aquellos que estén unidos por el hilo rojo están destinados a convertirse en almas gemelas, y vivirán una historia importante, y no importa cuánto tiempo pase o las circunstancias que se encuentren en la vida. El hilo rojo puede enredarse, estirarse, tensarse o desgastarse... pero nunca romperse"

—Entonces se podría decir que tú eres nuestro hilo rojo — habla, Nicolás mirándome fijamente.

Me remuevo en la silla, tiene una mirada algo intimidante.

—Es una hermosa leyenda.

—Lo es — concuerda Federico.

—¿Cómo saben que soy su...?

—Mate.

—Eso.

—Fácil, por tu aroma.

—Aroma — inclino mi cabeza así abajo tratando de "oler" el aroma que ellos hablan y no siento absolutamente nada.

—¿Qué haces? — Andrés me mira confundido.

—Oliéndome. — me encojo de hombros.

—¿Por qué? — pregunta divertido Maiden.

—Quiero oler qué aroma tengo, el que ustedes dicen.

Maiden, Andrés y Federico se ríen mientras que Nicolás tiene una pequeña sonrisa.

—¿Qué? ¿De qué se ríen? — gruño molesta — ¿Tengo algo en la cara?

—No tienes nada hermosa, eres humana y no tienes las mismas capacidades que nosotros. Tu aroma no es como un perfume, es un activador a todos nuestros instintos.

—¿Instintos?

—Si, además del instinto de cazar tenemos el instinto de sentir y oler a nuestra mate, ósea tú — me señala sonriendo.

—Espera...Espera ¿Dijiste cazar? ¿A qué te refieres?

—Somos hombres lobos.

—Ah genial...¿¡Que!? — me levanto de la silla rápidamente y retrocedo dos pasos.

—¡Nicolás! — se quejan los demás.

—Dijimos que íbamos hacer directos — dice defendiéndose.

—Pero no, así.

—¿Y cómo pensabas decirle? — le gruñe a Andrés — "De día somos humanos y de noche lobos" "Somos sobrenaturales"

—Son lobos — musito mirándolos, llevo mi mano a mi frente — ¿Dónde me metí?

—Bonita, ¿Estás bien? — Cierro mis ojos y asiento.

La cabeza me duele.

Siento una mano cálida en mi brazo, abro los ojos encontrándome con los ojos grises Nicolás.

Me observa preocupado.

—Lo mejor será que descanses, mañana podrás hacer todas las preguntas que quieras y nosotros encantados te responderemos ¿Bien? — inquiere mirándome, asiento lentamente perdiéndome en esos brillantes ojos.

Parpadeo y veo como intenta esconder una sonrisa, apartó la mirada ¿Que me pasa?

—Vamos.

Toma mi mano y me arrastra con él.

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AlisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora