Alison

Capítulo 7.

Ayer me enteré de varias cosas de estos cuatro hombres lobos. Maiden o como yo lo llamo el pervertido es el más joven de ellos, es médico. Andrés es el hermano del medio, estudió cocina ya que desde pequeño era lo que más le gustaba hacer. Nicolás y Federico son los hermanos mayores, son muy protectores y todavía no se a que se dedican ellos dos pero supongo que es algo de la Manada.

También sé que su padre falleció en un ataque que hubo hace algunos años, fue muy difícil para Analía y su madre hacer que los cuatro no cometan un error.

Ahora estoy preparándome ya que me dijo el pervertido que tiene una sorpresa para mí, después de que su hermana se fuera me dijo "Cuidamos, protegemos y amamos a lo nuestro", no entendí muy bien qué quiso decir con eso pero me agrado.

—Bonita — escuchó un golpeteo en la puerta de mi habitación, ayer me dieron una habitación de invitados, no podía dormir siempre en la de Maiden, el muy pervertido quería que ambos durmiéramos juntos y se ganó un golpe mío.

Tengo mi propio baño, anoche me duche y caí rendida en la cama. Me falta acomodar unos muebles de lugar y conseguir algo de ropa.

Camino hacia la puerta y la abro encontrándome con un sonriente Maiden.

—Preciosa como siempre — dice repasándome, levantó una ceja — ¿Puedo darte un beso?

—¿Qué?...No

—Ayer dejaste que Federico besara tu mejilla — se queja como niño pequeño.

—Me tomó por sorpresa y no lo dejé.

Hace un puchero.

—¿Uno pequeñito?

—No.

Paso por su lado y me detengo, doy media vuelta y entrecierro los ojos.

—¿Estuviste espiandonos?

—¿Yo? No

—¿No? ¿Y cómo sabes que me beso en la mejilla? — me cruzo de brazos.

—Pues... Estaba en mi cuarto y sin querer los vi por la ventana.

—¿Ves? Nos estabas espiando.

—Está bien, si — mira hacia el suelo.

—¿Y por qué?

—Me dio un poco de celos. No saliste a caminar conmigo.

—Me lo hubieras preguntado.

—Pero... ¿Si te hubiera preguntado hubieras contestado que sí?

—No sé, puede ser que sí — me encojo de hombros y sigo caminando, bajo las escaleras y doy un vistazo por mi hombro, está sonriendo.

—Hermosa — me saluda, Federico.

—Hola. — bajo el último escalón.

—¿Lista para tu sorpresa?

—¿Tú sabes qué es? — asiente con una sonrisa — ¿Qué es?

—No puedo decirte.

—¿Y los demás? — Maiden le pregunta a su hermano colocándose al lado mío.

—Fueron a buscar unos papeles.

Nos quedamos en silencio hasta que se escuchó el ruido de un auto acercándose.