Nunca ha creído en el amor, hasta que conoce a ellos: cuatro hombres que la harán sentir cosas que nunca había experimentado. ¿Quiénes son? ¿Qué secreto esconden? ¿Podrá Alison superar su pasado y darse una oportunidad para ser feliz?
Él me observa divertido al verme que me quedé sin palabras, no sé qué decir o qué hacer.
Primero me dice que ellos me aman y ahora me dicen que soy importante, nunca estuve en una situación así. No puedo decirles que "Los amo y son importantes para mi" si recién los conozco.
—¿Qué sucede? - Pregunta mordiéndose el labio.
—Nada. — miro hacia otro lado.
Siento que está sonriendo y eso por alguna razón me molesta.
—¿Sabes algo? — vuelvo a mirarlo y retrocedo al verlo muy cerca de mi rostro.
—¿Qué haces?....Espacio — señaló a ambos, su cercanía me pone algo nerviosa.
—Lo siento — gruño al ver su sonrisa, esto lo está divirtiendo — ¿Te pongo nerviosa?
—Me pones nervioso — confiesa rascando su nuca y miró hacia el suelo — y temo hacer una estupidez.
—¿Estupidez?
—Si, ¿Es algo precipitado si...Si te beso?
¿Qué?
Trago saliva.
Nos quedamos en silencio.
—Fue una respuesta muy inoportuna, ¿No?
Me aclaro la garganta.
—Me tomó por sorpresa.... Creí que el directo era el pervertido.
—Es mi hermano — ríe — debo tener algo de él ¿Tienes hambre?— pregunta y agradezco que haya cambiado de tema.
—Un poco.
—Bien, Andrés va a preparar unos riquísimos fideos con salsa — me dice como si lo estuviera saboreando, reprimo una risa al ver su expresión.
—¡Alison! — doy media vuelta y veo a Analía caminando hacia nosotros.
—Que molesta.
—¡Hola Bonita! ¿Qué hacen?
—¿Por qué me golpeas?
—No soy molesta — le gruñe.
—¿Escuchaste lo que dijo? Pero si estabas lejos.
—Ventaja de ser mujer lobo.
—¿Además de súper oído, que más tienen?
—Muy buen olfato, así como una visión adaptada a la oscuridad, fuerza y podemos transformarnos.
—Wow.
—Tu y yo vamos a hablar — Analía engancha su brazo con el mío y la miro confundida — ah, Nicolás te está buscando.
—¿Está en su despacho?
—Como siempre.
—Nos vemos después hermosa.— Federico se acerca a mí y besa mi mejilla provocando un cosquilleo en ella.
Se va y Analía me mira picara, desengancho su brazo del mío.
—No digas nada.
Ríe y pasó por su lado, me encamino hacia la casa.
(....)
—¿Cuéntame de ti? — me pregunta Analía mirándome sentada en una de las sillas.
Hace como dos horas comimos la deliciosa comida de Andrés, sin duda es un gran chef. Todos nos sentamos a comer menos Nicolás por lo que escuché está investigando algo importante que lo tiene demasiado ocupado.
—¿De mí? — asiente, tomo un poco de mí café con leche y la observó — Soy fotógrafa.
—Oh, ¿Es difícil?
—No.
—No hablas mucho, ¿Verdad?
—No.
Sonríe haciéndome fruncir el ceño.
—Te pareces a Nicolás. ¿Qué digo? — me señala — Son igualitos.
—¿Por qué lo dices?
—No hablas mucho, estás con el rostro serio, tienes una mirada de desconfianza y dolor. Igualita a él — hace un gesto con las manos — sé qué todo esto te parece loco, pero quiero que entiendas que ellos no van hacerte daño ni hacer nada que tu no quieras, están para protegerte, cuidarte y amarte sobre todas las cosas. Solo...Solo intenta darles una oportunidad, te esperaron por mucho tiempo.
Me mira esperanzada, acabo de conocerlos y ya quiero que les entregué mí corazón o algo así.
—Todavía estoy procesando que soy mate de cuatro hombres lobos.
—Cierto. Me conformo con que hayas aceptado.
—¿Ah?
—Dijiste " Soy Mate de cuatro hombres lobos" Eso me sonó a aceptaciones.
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