EL MAL QUE CAUSÓ SUS MENTIRAS

CAPITULO 2

La azabache no estuvo de muy buen humor todo lo que restaba del día, su mal presentimiento sobre Lila no se iba y eso la tenía preocupada y aunque su kwami intento animarla, no tuvo resultados positivos.

Al igual que Marinette, Adrien estaba preocupado, ya que además de que notó que sus compañeros de clase ignoraban a la azabache, miro que estaban muy atentos a Rossi y temía que otra vez suceda lo del día en que apareció Sentibug (el sentimoustruo de Ladybug).

Sin embargo, a estos dos jóvenes superhéroes se les olvidó por un momento el tema de Rossi, al ver que un akuma atacaba de nuevo París.

—Ganamos— Dicen los dos superhéroes no tan animados como sabe ser, primeramente por el tema de Lila y además que la persona akumatizada era el Sr. Ramier y él es fácil de vencer, tan fácil, hasta el punto de ya no ver el sentido que le encuentra Hawk Moth de akumatizarlo cada vez que se daba la oportunidad.

Después de oír las disculpas de este, se despidieron y se fueron, pero los superhéroes no querían volver a sus hogares, así que optaron por buscar un lugar secreto para volver a su yo civil, que sus kwamis recuperen su energía y volver a transformarse. Cada uno haciendo esto por su lado, sin saber que el otro hacia lo mismo.

Cuando cada uno se transformó de nuevo y sin pensar en donde ir, recorrieron ágilmente por todo París, tratando que ninguna persona les mirara, lo cual fue tarea fácil pues ya estaba oscureciendo. Al final los dos terminaron encontrándose, en la torre Eiffel y dando excusas poco creíbles, decidieron sentarse en la punta de la torre para conversar un poco.

Al final los dos pudieron desahogarse un poco, por el tema de Lila (sin dar detalles para que su identidad no sea descubierta) y olvidarse de este. En altas horas de la noche, los dos superhéroes decidieron despedirse para volver a sus hogares, ya con el ánimo mucho mejor que antes.

Al día siguiente, la azabache se levantó, milagrosamente, a la hora que debía. Se alistó para ir a la escuela y también desayunó normalmente.

Camino a su escuela tranquilamente con una media sonrisa, pues pensaba que todo iba a ir mejor que el anterior día, pero su sonrisa se iba desvaneciendo conforme se acercaba mas a su escuela, muchos estudiantes al verla lo hacían con reproche y también susurraban cosas que la azabache no lograba oír.

"Mírala ¿no es ella?" "Mira, ahí va 'la dulce' Marinette ja "Pero miren quien ha llegado" esas y muchas cosas mas decían los estudiantes que miraban pasar a Marinette.

La ojiazul, estaba confundida por la actitud de todos, quiso ignorarlo y seguir el camino a su salón.

Al llegar a su salón miro que sus compañeros estaban al rededor de su asiento, lo cual le extraño pues ella no estaba ahí, conforme iba acercándose a su asiento, sus amigos notaban su presencia y la miraban con una expresión de desagrado, lo que desconcertó a la azabache.

Como siempre al lado de su asiento estaba Alya, pero... en su asiento estaba Lila, tenía una expresión lastimera, que obviamente era falsa, llevaba un yeso en su pierna izquierda, apoyado en un lado de la mesa estaban unas muletas que pertenecían a la ojiverde.

—¿¡Cómo te atreves a venir como si nada hubiera pasado!?— le grita Alya con furia.

— ¿De qué hablas Alya?— Pregunta Marinette confundida

—No te hagas como si no pasara nada— Sigue hablando Alya — ¡Tú le hiciste eso a Lila!— Dice apuntando al yeso que llevaba la de cabello castaño.

—Eso no es cierto, ¡yo no le hice nada a Lila!— Responde a las acusaciones.

—Entonces ¿Por qué Lila afirma que tú la empujaste de las escaleras ayer al salir de la escuela?— Acusa Alix también con enojo.

—Lila miente, yo no le hice nada de eso, ayer yo me fui rápido de la escuela— Se defiende la ojiazul.

—Lila no nos mentiría— Interviene Rose con el mismo tono que todos, enojo.

En ese momento Marinette, se sentía tiste, enojada, frustrada, decepcionada... un perfecto blanco para Hawk Moth.