EL MAL QUE CAUSÓ SUS MENTIRAS

CAPITULO 4

—¿Qué quieres Hawk Moth?— Pregunta Marinette de forma seria, tratando de controlar sus emociones.

Esto no había pasado con los demás akumatizados, Hawk Moth podía sentir como Marinette luchaba contra sus emociones negativas. Aun así decidió continuar sin saber las consecuencias que traería esto.

—Tu angustia, tu frustración, tu impotencia por no poder proteger a los que quieres es muy fuerte. Pero te ayudaré, si aceptas te daré el poder de hacer justicia en todo París, cada persona recibirá su castigo según lo que haya hecho y no solo eso, también podrás proteger a las personas buenas y a las personas que quieres, para eso solo debes entregarme los miraculous de Ladybug y Chatnoir ¿Aceptas Princess Justice?—

La opresión que sentía Marinette era grande, algo en ella quería aceptar, pero también no lo quería, era como una lucha entre sus emociones negativas y su conciencia, sabía que aceptar el poder de Hawk Moth estaba mal, pero por otra parte quería que Lila pagara por todo lo que hacía, como si quisiera venganza.

«No, no ¡No! ¡No voy a aceptar el poder de Hawk Moth! ¡No debo!». Pensaba la azabache, haciendo todo lo que podía para no aceptar, sabía que si lo hacía no solo dañaría a las personas "malas" sino que también a las que no se merecen eso.

—No voy a aceptar Hawk Moth, no es la solución para mis problemas ¡Siempre hay otra forma!—afirma, hablando con mucho esfuerzo, después de unos segundos luchando contra sus emociones negativas —si acepto haré daño a todas las personas y no voy a permitir eso—

—Sabes que con este poder podrás proteger a las personas buenas y castigar a las que se lo merecen ¡Acepta!— Insiste Hawk Mothl.

—¡Te dije que no! No puedes obligarme a hacer daño a las personas ¡Vete!— Responde con mucho esfuerzo.

De repente la conexión con Hawk Moth se va, Marinette ya no siente esa opresión tan fuerte, pero si se siente diferente, como si algo en ella hubiera cambiado, por un segundo pensó que sí había sido akumatizada por lo que, instintivamente, bajo la mirada para mirar su ropa, pero nada había cambiado.

—Marinette, ¿Estás bien?— pregunta Tikki saliendo de su bolsita tímidamente, sin notar que el akuma todavía no había salido del amuleto de marinette.

—No lo se, Tikki— responde la azabache de forma neutral.

Así es, el akuma no ha salido del amuleto y no es porque Hawk Moth los quiera, por alguna razón solo perdieron la comunicación, pero el akuma sigue ahí. Aunque solo Hawk Moth lo ha notado.

Trata de hacer que el akuma salga, pero no lo consigue. Al final se rinde y vuelve a su forma civil para preguntarle a su kwami que está pasando.

El kwami sale del miraculous, se podía notar su confusión.

—¿Por qué no puedo sacar el akuma del objeto de la Señorita Dupain-Cheng?— pregunta con su típico tono serio y a la vez molesto.

—No lo sé maestro, es la primera vez que pasa esto— Dice Nooro agachando su cabeza de forma sumisa

—¿¡Cómo es que es la primera vez que pasa eso!?— Dice Gabriel

—Así es maestro, esto no ha pasado con nadie más— responde el kwami con pena.

Antes de que cualquiera pudiera decir algo, la maestra llego y ordenó que todos tomaran su lugar.

Antes de que las clases empezaran, Marinette entro por la puerta, todos se sorprendieron y no es porque regresara, sino porque estaba diferente, su expresión era frialdad pura, no mostraba ni una pizca de tristeza, felicidad o algún tipo de emoción, lo cual le pareció raro a todos, incluso a Lila y Chloe.

Con la mirada de todos puesta en ella, se dirigió a la última fila de asientos, sentándose en el único espacio que quedaba libre, al lado de Nathaniel, En cuanto ella se sentó el chico sintió un escalofrió.

La maestra, después de unos segundos de silencio, empezó las clases, pero el ambiente no era como siempre, se sentía una opresión, que incluso Marinette la tenía.

La mayoría se había olvidado fácilmente el tema de la agresión de Marinette hacia Lila. Por eso no pidieron una explicación ni de parte de Lila ni de Marinette, solo siguieron ignorando a Marinette y poniendo atención a Lila, como el día anterior. Aunque los que no se olvidaron del tema fueron Adrien, Marinette y Alya. Esta última había quedado pensativa por lo que dijo Adrien, Lila no mostró ninguna prueba de que Marinette fue quien la empujó, aun así parecía confiada y segura de lo que decía, pero cuando Adrien defendió a Marinette cambió de parecer en un segundo, además que no habría motivo por el cual Marinette quisiera hacerle daño a Lila, puede que la odie y esté en contra de Lila o también que esté celosa (según Alya, pues Lila había intentado acercarse a Adrien), pero Marinette ha demostrado que eso no es motivo para hacerle daño a alguien.

Aunque Alya tuviera esos pensamientos, se negaba a hablar con Marinette sobre eso.

Cuando sonó la campana que indicaba la hora de almuerzo, todos se dispusieron ir a la cafetería, la mayoría de los compañeros de Marinette, incluyendo Alya, estuvieron con Lila, los demás simplemente se iban por su lado, incluida Marinette. Pensaba que otra vez iba a estar sola en la cafetería, pero cuando se iba a sentar se sorprendió al ver a Adrien en una mesa separada y dándole señas para que se sentara junto a él.

En toda la clase Adrien estuvo con la misma expresión gélida, lo cual hacía sentir incómodo a su compañero de mesa, Nino. Él aunque parecía estar atento a la clase, la verdad es que estaba preocupado por Marinette y por toda la situación que estaba pasando. Cuando empezó el receso para almorzar estaba decidido a hablar con Marinette para saber como estaba y además apoyarla. Cuando estaba a punto de ir a la cafetería para esperar a su amiga, la voz de Nino lo detiene.

—Hermano ¿A dónde vas?— pregunta Nino curioso pero a la vez temeroso de la actitud de Adrien.

Este lo regresa a mirar.

—A la cafetería— responde fríamente.

Nino no se atrevió a decir mas pues esa actitud daba miedo, parecía que en vez de hablar con Adrien hablaran con el mismísimo Gabriel Agreste.

Adrien llegó a la cafetería y tomo su almuerzo y se dirigió (con la mirada de casi todos puesta en él pues era raro ver a Adrien serio) a una mesa apartada de las personas, se sentó y espero con paciencia a Marinette, cuando la vio entrar, le hizo señas para que se sentara junto a él.