CAPITULO 6

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 Se levanto del suelo y abrió la puerta con suavidad pero lo suficientemente ruidoso como para que ellos salieran de sus pensamientos  y le miraran.

Dio un paso adelante para entrar al salón, los dos chicos que estaban adentro se sorprendieron al verle entrar, temieron que haya escuchado lo que Marinette había dicho, pero antes de que Adrien o Marinette dijeran algo, la persona se adelantó y dijo:

—Ya se lo que está pasando,— dijo aclarando la duda que ellos tenían, sin embargo no quitándoles el miedo— Pero ¿Por qué te han intentado akumatizar Marinette?— pregunto en un tono de preocupación.

Sin opción a poder decirle algo que no sea la verdad, Marienette dijo:

—Marc... yo... es por...— tartamudeo sin saber que decirle, suspiro resignada y dijo en un tono nervioso y rápido— Todo lo que ha pasado con Lila me ha afectado, no soporto que le mienta a la gente y que no crean en mi palabra cuando digo que todo es una mentira, me ha acusado de lastimarla, sin embargo yo no le hecho nada, aun así nadie me cree—

—Marinette...— No sabía que decir, estaba sorprendido, a pesar de que suponía que la razón seria similar a esa.

El silencio volvió a reinar en el salón, nadie sabía que decir. 

Hasta que una cuarta voz interrumpió el silencio.

—Y así fue como salve al príncipe Alí de casi caerse del barco de lujo en el que dábamos el paseo— Lila finalizaba de contar la anécdota mas increíble que paso en su viaje— Esa y muchas mas cosas pasé en mi viaje al Reino de Achu, también pase por muchas cosas en mi país natal, Italia; también en Alemania, Rusia y en muchos otros lugares—

Todos la miraban con sorpresa y admiración. Excepto Alya, ella estaba perdida en sus pensamientos, estaba preocupada por Marinette y sobre todo después de que se fuera de la cafetería con Adrien, quería seguirla pero Lila no se lo permitió.

Mientras Lila recibía elogios, se dio cuenta que Alya no decía nada, sabía porque estaba callada y eso le molestaba, pero obviamente lo oculto, mostrando una cara de preocupación mirando a Alya.

—¿Estas bien Alya? Pareces preocupada— pregunto Lila con una expresión falsa de preocupación.

Alya dejó de lado sus pensamientos y respondió:

—¿Ah? ¿Yo? Es que... estoy preocupada por Marinette— respondió con sinceridad.

Cuando pronuncio el nombre de Marinette, el ambiente se volvió tenso y todos los que estaban en la mesa de Lila se callaron y pusieron serios.

La respuesta de Alya hizo enojar mucho más a Lila, pero antes de decir cualquier cosa Alya se apresuró a seguir hablando

—Digo, todo este tema que esta pasando. Marinette, ella no es así. ¿Por qué empujaría a Lila?, digo, no estoy diciendo que Lila nos este mintiendo, solo que... ¡ahg! — Tenía tantas ideas en la cabeza que no sabía como decirlas todas.

—No estoy segura si Marinette fue quien me empujó, el recuerdo es un poco confuso, yo miré que alguien me empujo, y era como Marinette, saben que yo no le mentiría con algo así de grave, pero tampoco quería ocultar mis sospechas después de todo... Ma-Marinette me od-odia— Dijo Lila, esa era una oportunidad de echar mas leña al fuego. Al decir lo ultimo se tapo la cara con las manos y empezó sollozar —Yo, yo solo quiero ser amiga de Marinette, pero ella es muy cruel conmigo. Cu-cuando les dije lo de mi cumpleaños ella no se alegró por mí. Marinette es una persona muy buena, la admiro tanto, pe-pero yo no le caigo bien y eso me pone muy triste— Sollozó, eso hizo que se conmovieran y empezaran a consolar con palabras.

EL MAL QUE CAUSÓ SUS MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora