Quatre

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Matteo.

Las películas pasaban rápido, nos encontrábamos en la sala y aunque el sofá era bastante grande, decidimos utilizar su colchón, el cuál venía internó en el sofá.

-¿Estas llorando?- Su rostro volteo a mirarme, mientras que mi cabeza estaba recargada, sobre su hombro.

-Aún no puedo con estas escena, es muy emotiva, lo siento- Me acurruque más a su cuerpo y el comenzó a acariciar mi cabello.

La tarde paso muy rápido y la saga era muy larga, así que solo la dejamos pasar y aunque no le estábamos prestando tanta atención, la estabamos mirando.

-¿Puedo besarte?- No dió aviso a su pregunta, voltee a mirarlo, confundido, y no dejo si quiera que respondiera, ya que al momento en que lo mire, sus labios, ya estaban sobre los míos.

-Puedes dejar de hacer eso, por favor- El solo se separó y no dijo nada. -Simón, ¿Qué es lo que quieres?- El silencio se volvió incómodo, de fondo se escuchaba la voz de los protagonistas de Harry Potter.

-Te quiero a ti, nose que es lo que tienes que me llama- Estaba confundido, no es que no me gustara, él es bastante guapo, aparte de su personalidad, pero yo estaba con Luna y no era correcto. -Y se que tu también quieres estar conmigo,¿No es por eso que estas conmigo ahora?-

-Claro que no, me agradas, solo no pense que fueras así, Simón, solo quiero saber que es lo que quieres- Me separé de él y el volvió a a acercarme.

-¿Qué es lo que quieres tú?- Quitó la película de fondo y colocó música, no era una en específico, solo era una armonía, bastante tranquila, aunque me hacía pensar en la música de fondo cuando pasa la escena romántica, en la película.

-Quiero que me digas, el por qué iniciaste todo esto, cuando me respondas, te responderé- Se fue hacia abajo, se acercó lentamente a mi, quedando sobre de mi, intentó levantar mis piernas, pero me negué, así que el estaba sobre de mi.

-Te quiero a tí- Su rostro estaba sobre mi oreja, me había hablado en susurro, cuando terminó la frase, me dio en beso en la mejilla. -Saborear tu piel- Se acercó a mis labios con otro beso. -Recorrer cada parte de tu cuerpo- Me beso en los labios y sento su trasero sobre mi miembro. -Y que tu recorras el mío- Nescesitaba más que eso, para poder hacer algo más que un simple beso.

-Sabes que tengo novia- Seguía sobre de mí, como si fuera más cómodo qué el propio colchón. -Y aunque tu propuesta me es tentadora.- Lo tomé por la cintura, restregandome más a él. -Nesecitas más que unos simples besos y tu trasero sobre mí, para que tu deseó se haga realidad- Tomó mis manos sobre su cintura, y las bajo, haciendo que tomará por completo, cada unos de sus glúteos.

-¿Qué haces?, ¿Estás intentando tentarme?- Me acerqué a su rostro, chocando su nariz contra la mía.

-Solo estoy, conociéndonos, a más profundidad- Me comenzó a besar, le seguí el beso, mientras que precionada su trasero contra mi cuerpo, apretándolo con las manos. -¿Quieres seguir?, ¿Podemos seguir?- Sus labios ya estaban sobre mi cuello y mis ojos, casi poniéndose en blanco.

-¿Qué es lo que quieres hacer?- Comenzaba a jadear, por sus movimientos con la legua, sobre mi cuella y los de su entrepierna, contra la mía.

-Quiero que seas mío- Tomó el cuello de mi playera, con ambas manos y tirando de cada una de ellas, rompiendola, para después quitarmela, sin nesecidad de siquiera quitarmela, solo la quitó, porque le estorbaba.

Se quitó la playera, dejandonos con los torsos desnudos, Me comenzó a mirar, de arriba a abajo, pasando sus ojos por cada roncon de mi cuerpo descubierto.

-No es justo, tu estás bien formado, yo no tengo ni un gramo de músculo- Le dije mientras pasaba mis manos por sus brazos y delineaba la forma de estos.

-Para mi, eres hermoso y perfecto, tanto que no solo quiero verte, también quiero saborear cada parte de tí- Me dió un pico en los labios, para después comenzar a bajar, por mi cuello, llegando a mi pecho y pezones. Mordió uno de ellos, e incluso lo succionó, no dije nada, me había sorprendido, pero el movimiento de su cuerpo aún contra el mío, me hacía no sentir mucho mas que placeres inexplicables.

-Si...Sim...- Intenté decir su nombre, pero las palabras no salían, este chico sabía que hacer para hacerme sentir bien.

-¿Puedo seguir?- No pensé que me preguntaría, eso explica porque la noche anterior no pasó del resorte de mi pijama.

-Solo no lo rompas- Mi voz casi no se escuchaba, los extraños suspiros interminables, la opacaban.

El bajo un poco más, mi miembro estaba duro y se nota, ya que el pantalón de pijama no era lo suficiente grueso como para disimularlo. Su miembro también estaba duró, podía verlo, intentado salir de su diminuto shorts. De un solo movimiento, el quitó toda prenda en mi, de manera brusca, para después arrojarla, sin mirar donde caería. Se reincorporó y con su mano, tomó mi mano y la colocó en su miembro aún cubierto.

-Quiero que tu me lo quites- Estaba completamente desnudo frente a él, mi pene estaba erecto y mi mano estaba sobre su pantalón. No sé como no escuchamos el auto, la música, el momento, todo esto era un error. ¡Mierda!.

Las llaves estaban entrando por la puerta, el solo me miro en pánico, soltó mi mano y me lanzó una cobija, yo me levanté del sofá y sin siquiera hacer algo más, como cubrirme, subí las escaleras, para poder vestirme sin llamar la atención.

-Buenas noches- A lo lejos escuché la voz de mi padre. -Veo que tenemos calor- Supongo que Simón no pensó en volverse a vestir y tal vez solo se volvió a recostar.

Simón.

Estaba recostado nuevamente, mi torso estaba descubierto, y aunque aparentaba que estaba completamente cómodo, bajo de mo estaban los restos de la playera de Matteo y sus pantalones, junto con su ropa interior.

-Buenas noches cariño- Mi madre se acercó a saludar, estaba muy nervioso, se vería tan mal que ellos descubrieran la ropa. -¿Y Matteo?- Intento mirar por debajo de mi, pero las cobojas en mi espalda, ayudaban a camufleajear la ropa.

-Arriba, subió un momento a su habitación, dijo que buscaría algo- Por la escalera Matteo ya estaba bajando, pero la nueva playera que llevaba estaba al revés, dejando en claro, que también estaba nervioso.

-¿Está todo bien chicos?- Su padre comenzaba a sospechar, incluso yo lo haría, ninguno de los dos, eramos buenos mentirosos.

-Si, solo nos asustó su llegada, estabamos viendo algunas películas, de terror y decidimos quitarlas después de un fuerte susto, después comenzamos a charlar sobre nuestras experiencias paranormales y eso, y solo nos sorprendieron, estamos un poco agitados- El habló por mi, por ambos y le habían creído, nos habíamos librado, pero ésto era una mierda.

Me Niego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora