Matteo.
-Debemos hablar con ustedes- Recién cruzaron la puerta principal y ya estaba, que me desmayaba.
No hicieron pasar a la mesa dentro de la cocina, cada "pareja" estaba en cada lateral de la estirada mesa, sus mirada eran frías, mientras que nosotros intentábamos averiguar que era lo que estaba por decirnos.
-¿Esta todo bien?- Su voz temblaba, pero lograba disimularlo, no solo por su postura, al parecer también su mano sobre mi pierna le daba seguridad.
-Si cariño, no hay nada de que preocuparse, solo son algunos detalles que deben ponerse sobre la mesa- Su madre le respondió, y aunque se notaba que las palabras no eran tanto ciertas, no podíamos darnos el lujo de desconfiar de ella.
-De acuerdo, ¿Entonces que pasa?- Tome el valor de hablar, y ahí fue donde donde sus ojos negros y profundos me miraron, con frialdad y enojo.
-Pasa que Simón logro entrar en una buena universidad- Sonrío de oreja a oreja y creí que todo estaba bien.
Mire a Simón y pude entender que el tampoco sabia nada, sobre esa dicha "Universidad", su gesto confundió y sorprendido, fue el que me lo dijo.
-No se de que habla, aun no hago examen para entrar en alguna- En un segundo sus ojos pasaron a nuestras manos y ahí entendimos que debíamos separarnos. Su mano dejo de tocar mi pierna y de manera discreta tome distancia de él.
-Eso es lo mejor de todo, no tienes porque preocuparte de eso- Por debajo de la mesa, saco un folder y lo arrojo hacia nosotros, de una manera suave y tratando de ser amable. -Hable con un viejo amigo, que ahora es el decano de la mejor universidad en Madrid- Y ahí fue donde entendí todo, nos iban a separar, y lo peor de todo, no podíamos hacer nada al respecto.
-Nos recomendó que viajaras dos semanas antes de que termine el verano, para que logres familiarizarte con la ciudad y la universidad, ¿No es increíble?- ¿Por qué estaba yo ahí?, las noticias ni siquiera eran sobre mi, pero me iban a separar de él. Y mi padre quería que me enterara de eso y que no pudiera hacer nada.
La conversación termino con ellos entregándole el boleto de avión para dentro de dos días, mientras que su madre le ayudaba a empacar de nuevo sus cosas. No me dejaron estar a solas con el y tampoco podía pedirlo, solo me quede mirando desde la puerta de mi habitación, intercambiando miradas fugaces entre nosotros.
-¡Que gran noticia!, ¿No crees?- Mi padre se acerco a mi y me indico entrar, a mi habitación, lo hice, siendo seguido por el, para que cerrara la puerta detrás suyo. - ¿Puedes dejar de lloriquear?- Gire nuevamente a el- Hijo, ¿Qué te paso?, tu no eras así, ¿Él te hizo algo?- Sus manos tocaron mi rostro como solía hacerlo mamá.
-No sé de que hablas, él no me hizo nada, solo conectamos- Gire mi rostro, alejando sus manos de una manera brusca. -Lo que pasó entre nosotros no es nada malo, tal vez algo poco común, pero no malo- Me excusaba, sin siquiera saber a lo que el se refería.
-¡No digas eso!- Subió la voz, pero de inmediato, dejo de hacerlo. -Sabes que eso no es correcto, ¿Por qué no vuelves con Luna?, ¡con una chica!- Y ahí fue donde lo entendí, el problema no es que fuera el hijo de su pareja, el problema era que es él y no ella.
-No me digas tontearías papá- No quería gritarle, pero algo dentro de mi iba a hacerlo, hacerle saber que entre Simón y yo había algo mas que una "aberración".
-¡Cuida la manera en que me hablas!- Volvió a acercarse a mi, sus manos volvían a estar sobre mis mejillas, pero ya no sentía, la calidez que mamá me transmitía cuando lo hacia.
-¿Qué es lo que quieres de mi?- Mis ojos lloraban, no podía controlarlo, pero tampoco podía evitarlo. -Termine el año como el mejor de mi clase, te apoye con tu nueva relación, ¿Por qué tu no puedes hacer lo mismo con la mía?, Entendería si fuera porque es su hijo, pero no, tu problema es porque es un chico, ¿Y si Simón no fuera el y fuera ella, me estarías diciendo lo mismo?, ¿La alejarías de mi para que nuestra relación se terminara?- No me di cuenta en el momento en que mis lagrimas se habían detenido, ni tampoco cuando sus manos ya no estaban en mi rostro.
-¡Claro que no!, porque eso es lo normal- Se sentó sobre mi cama y me indico hacer lo mismo. -Mira, cuando un chico y una chica se conocen, es normal, llegar a experimentar sentimientos encontrados, pero cuando un chico cree tener esos sentimiento con otro chico, solo esta confundido- Tomo mis manos y la presiono un poco. -No se, el motivo de porque terminaste con Luna, pero si ella te hizo algo o si Simón se aprovecho de tu rompimiento, para crearte esas ideas, estoy aquí y puedes confiar en mi- Me solté de su agarre, y me levante de la cama.
-Yo tuve algo con Simón desde que llego a esta casa, fue una conexión inmediata, pero, no fue hasta que un día antes de terminar con ella, que pude darme cuenta de lo que él me hacía sentir- Me acerque a la cama nuevamente y volví a sentarme.- Papá no se que es esto que siento, pero lo que si se, es que es genuino, no entiendo por que no te gusta, pero si se supone puedo confiar en ti, quiero confiar en que, respetaras esta nueva parte de mi- Se levanto de la cama y sin decir nada más, salió de mi habitación.
Simón. (Mientras tanto).
-Pudiste haberme dicho la verdad- Mis maletas estaban casi listas, y ella estaba haciendo todo, yo sinceramente, no quería irme.
-Y tu pudiste haberme dicho esto, y no tomarme por sorpresa de esa manera- Intentaba generar algún tipo de sonido con la guitarra, pero me era imposible generar uno. -¿Como lo supiste?- Me acerque a ella y la hice dejar de doblar ropa.
-Él me lo dijo, al parecer escuchó una intima conversación entre ustedes, ¿Por qué no confiaste en mi, para decirme esto?- Sus manos sujetando las mías, me hacían sentir como una basura, pero la mirada en su ojos, me indicaban que muy en lo profundo, todo estaba bien.
-Tenía miedo y debía ser un secreto, ya sabes, es como "incesto", pero sin serlo en realidad- Sujete con mas fuerza sus manos, ¿Tu me apoyas, verdad?- No dijo nada, soltó mis manos y volvió a doblar ropa. -¿Mamá?- Le arrebate la playera que tenia entre los dedos, obligándola a verme. -No me ignores- Sus manos me sujetaban de las muñecas.
-No- Simplemente lo dijo, sin ningún tipo de aviso o señal. -Acepto quien eres, pero no que lo eligieras e él- No dijo nada mas, soltó mis manos y termino de empacar lo que ella creía faltarle.
-Yo no lo elegí, no es como que estas cosas se elijan, pero esta bien, entiendo tu punto- Me aleje de ella y entre al baño, para guardar las cosas que pudiera utilizar de allí.
Las horas comenzaron a pasar con mas velocidad, ni siquiera pude despedirme de el, no me dejaron verlo, lo acapararon de papeleo para su ultimo año de preparatoria. Mis maletas ya estaban en el auto, mis manos se sentían frías por la noche y el agua de la lluvia, hacia de esto un momento mas melancólico de lo que ya era.
Llegamos a el aeropuerto, faltaba menos de veinte minutos en que mi vuelo saliera, y Matteo no respondía ningunos de mis mensajes, ellos apenas y me habían dicho media palabra. Me sentía solo, como si solo quisieran deshacerse de mi.
-¡ESPEREN!- Alguien grito a lo lejos y por un momento creí que era el, pero al girar solo vi, a un hombre corriendo para no perder su vuelo, supongo que lo atraparon de alguna manera en su habitación.
Quedaban solo diez minutos, ya estaba entrando gente al avión, incluso ellos ya se habían ido, aunque con una despedida, igual de fría que esta noche.
-¡Simón!- No me dio tipo de girar, cuando un castaño de unos centímetros menor a mi, se lanzo contra mi y me abrazo de la cintura, casi haciendo que me cayera.
-Estas aquí- Parecía un sueño. Me sentía en un mal final de una comedia romántica.
-No podía no despedirme- Me tomo por las mejillas y con una fuerza bruta, al igual que desesperada, me acerco a su rostro, besándome, un beso que llevaba mas de veinticuatro horas esperando poder darle. Mi alrededor desapareció, solo éramos el y yo, unidos por un simple beso.
-¿Va a subir al vuelo si o no?- Una chica un tanto malhumorada, nos interrumpió.
-Si, solo dame un minuto- Volví a mirarlo a los ojos y pude ver que lloraba.
-Me niego a dejarte ir de esta manera- Ahora mis manos estaban sobre su mejillas.
-Volveremos a vernos, volveremos a estar juntos, lo prometo- Bese su labios y me separe de el, tome mi maleta de mano y subí al avión, mientras en mis brazos, labios y olfato quedaba su esencia.

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Me Niego.
FanfictionNo quiero ser tu hermanastro, no puedo verte de esa manera, no después de haber probado el sabor de piel y saber que eres lo que necesito.