𝐇𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 ☀︎︎ 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 [+18]

TOM RIDDLE

(Tom Riddle no es Voldemort, y tiene la misma edad de Cedric Diggory)

Un juego de seducción

Idiota, fue lo que pensé en el momento en el que lo vi guiñandome el ojo como si se le hubiese metido algo en este e intentará quitárselo mientras coqueteaba fallando en el intento.

Puede que Tom y yo, mucho antes, bueno para que mentir, hace a penas unos días nos habíamos, cómo decirlo, liado. Era solo para experimentar entre nosotros, pero ahora intento evitarlo cada vez que puedo porque creo que me gusta, aparte de que le vi besarse con una Ravenclaw el otro dia. Sé que yo a él no le gusto, por lo que no quiero estar cerca de él porque aprovechará que yo siento algo por el para seguir con nuestras experiencias.

Pasé lo más rápido que pude por su lado para que no intentara hacer ninguna tontería más, pero al hacerlo me abrazó por la cintura dejandome estática mientras los demás nos miraban.

Déjame Riddle -susurré molesta-

¿Ahora estás molesta? -preguntó curioso- hace apenas unos días no querías separarte de mi, ¿Que ocurre? -preguntó apoyando su cabeza en mi hombro- ¿Esta todo bien?

Si, ahora sí no te importa soltarme. -dije inexpresiva-

Pero.. -dijo acercándose a mi- ¿Estas enfadada conmigo? -preguntó cerca de mis labios-

Algo así, sí -dije girando mi rostro-

¿Que he echo? -preguntó confundido-

Nada -intenté soltarme de su agarre- suéltame ya Tom -dije devastada suspirando-

No hasta que me digas que te pasa, perdona si te he echo algo -besó mi mejilla-

Besaste a una chica el otro día -bufé molesta-

¿Es por eso? Karina, sabes que ella es un juego. -se apresuró en contestar-

¿Al igual que yo, no? -espeté dolida-

¡No! ¿Porque lo piensas? -dijo seriamente- alguien.. -lo interrumpí-

No, son mis propias teorías. -dije sin mirarlo-

Pues quítate esas teorías falsas de tu cabeza, por qué no sabes si es verdad o no. -retó-

Pues comprobemoslo - lo reté-

De un momento a otro Tom me besó acorralandome en una de las columnas del pasillo. Agarraba mi cintura mientras masajeaba estas, nos separamos y miraba a los dos lados por si alguien venía, me llevó hasta su habitación.

Me tiró, literalmente a la cama mientras el se quitaba a paso rápido el uniforme y quedaba en boxer. Se acercó y besó mis labios desesperado por más, quitó con poco cuidado mi uniforme que cayó por algún lado de la espaciosa habitación.

Volvimos a besarnos, Tom bajo sus besos a mi cuello, al cual maltrato de la forma más sadomasoquista posible, mientras succionaba y mordia mi cuello, sin olvidar dejar marcas notorias y besos húmedos en este. Mientras seguía su trabajo en mi cuello una de sus manos bajo hasta el elástico de mi ropa interior, metiendo su mano en esta y empezar a dar ligeros toques y movimientos en mi húmeda intimidad a causa de sus roces.

Bajo sus besos por todo mi plano abdomen mientras retiraba lentamente mis bragas, y besaba delicadamente mi intimidad.

De mi boca no paraban de salir fuertes gemidos gracias a los constantes movimientos circulares de la lengua de Tom, lo que hizo que en menos de 5 minutos me hubiese corrido.

No aguanto más -susurró mordiendose el labio inferior-

Bajo sus boxer dejando ver su erecto miembro mientras se posicionaba encima mía mientras restregaba nuestras intimidades.

No me hagas sufrir -dije mirándole fijamente-

No lo haré -dijo mientras entraba -

Tom comenzó a penetrarme rápidamente, sentía algo de dolor, pero el placer era mucho más notable y no pude quejarme. Él tenía los ojos cerrados con el ceño fruncido y el labio inferior entre sus dientes, las embestidas eran profundas, produciéndome una excitación mayor.

Duramos poco en esa posición, porque cuando nos corrimos por primera vez, me senté a horcajadas en su regazo y me acomodé bien para entrar dejando caer mis caderas. Tom suspiró al primer contacto de nuestras intimidades mientras sus manos masajeaban mi trasero, y mientras yo subía y bajaba a ritmo acelerado para otorgarnos placer.

Odio que te muevas así -dijo apretando mis glúteos-

Odio que te beses con otras - susurré entre sus labios- que me trates como a una más

No eres una mas -dijo retorciéndose de placer- eres especial.

Si fuera especial, no te habrías besado con la chica del otro día. -lloriqueé cuando su pene toco mi "punto dulce", haciendo que el echara la cabeza atrás y gruñera roncamente-

Juro no volverlo a hacer, pero eres especial de verdad, me encantas Karina -mordió mi hombro-

También me encantas Tom -dije mientras mis movimientos disminuían de velocidad-

Gruñó algo fuerte al notar que ya no podía apenas ni sostenerme, por lo que me tumbó de nuevo en la cama, poniéndose el encima de mi de nuevo y embistiendome demasiado fuerte haciéndome sentir que me intentaba romper.

No pares porfavor -rogué-

Dime quién es el único que te hace esto. -sentenció mientras que aceleraba sus movimientos-

Grité por la sorpresa, aunque al momento dejo de penetrarme.

¿Por qué paras? -pregunté confundida-

Contesta si quieres que siga -introdujo la cabeza de su miembro en mi intimidad- di quién te lo hace tan bien que te hace rogar por más y te hace lloriquear como una niña. -dijo mordiendo el lóbulo de mi oreja-

T-tu -tartamudeé- eres tú el que me hace sentir eso.

¿El que? ¿Que te hago sentir yo? -preguntó inocente-

Tu me haces lloriquear y rogar por más. -dije como pude-

Muy bien guapa -dijo y me penetró de una-

Tom movía sus caderas con rapidez mientras yo me agarraba lo más que podía a su espalda, la cual arañaba con cada estocada que daba. Él comenzó a besar mis labios después de todo mi sufrimiento, mordia mi labio inferior mientras tiraba de el haciéndome sangrar.

No pares -repetí-

No lo haré, no ahora, que estoy apunto - ronroneó contra mi cuello-

Unas estocadas más para que ambos llegaramos al clímax dejándonos exhaustos tendidos en la cama.

Eres la única Karina, lo serás siempre. -me acarició el rostro antes de besarme dulcemente, mucho antes de yo quedarme dormida-