Capítulo 15*

618 55 56
                                    

BEVERLY.

Noah paso a mi lado, se miraba molesto, irritado e incómodo.

Me sentí mal, debí haber sido muy inoportuna en hablarle, su familia está aquí y yo lo detuve para conversar conmigo, claro que fui demasiado egoísta en querer acaparar su atención.

Suspire perdiéndolo de vista.

Hablar con Carlos me puso de muy mal humor también, es incómodo hablar con tu exnovio, más cuando las cosas no acabaron bien. Mas cuando el idiota no acepta sus errores y se encarga de hacerte sentir culpable.

Camine hasta mi casa, hoy sería un día un poco complicado para mí al cruzar esa puerta.

¿Razones?

La pareja de mi padre.

Acepte conocerla porque mi padre de alguna manera debe sentirse amado por alguien de una manera romántica, no me opongo, mi padre también merece ser feliz.

Lo que no me convencía del todo era ese chico, Jimena, como mi padre dijo que se llamaba su novia tiene un hijo de diez años, es un poco extraño convivir con un niño que ve a mi padre como su padre.

No los conozco, pero ellos ya están en mi casa, habíamos quedado que haríamos una comida cuando yo llegara para conversar, y la verdad solo quiero llegar para comer, realmente tengo mucha hambre.

Había estado toda la mañana y parte de la tarde en el colegio, sin probar bocado. Estaba hambrienta.

Entre a mi casa sintiendo algo diferente, no estaba en silencio como normalmente lo está. La voz de un niño resonaba por todo el lugar, logre escuchar que hablaba de las ballenas.

Acelere mis pasos para salir de mi curiosidad y ver quiénes eran los que invadían mi casa.

Y estaban ahí.

Todos sentados.

Comiendo.

—Y por esa razón las ballenas son mi animal favorito —dijo el niño, viendo a mi papá.

Mi papá por otro lado asintió muy atento, la señora sonreía y yo solo los observaba.

Llame la atención de todos al hacer una tos falsa, no sé ni como empezar a hablar, es algo nuevo para mí, solo hemos sido mi padre y yo toda la vida y ahora hay dos miembros más.

—Beverly —mi padre se levantó —¿Como te fue? ¿Tienes hambre?

—Me fue bien —sonreí —. Y sí, tengo hambre.

—Acércate —hice caso a mi padre, acercándome lento —. Te presento a Jimena y Enoc.

—Hola. —salude, nerviosa. E incluso podía escuchar mi corazón palpitar.

—Hola, un gusto. —ella me saludo, su voz era suave y tierna. Me dio la sensación de que también se sentía nerviosa —Él es Enoc.

Mire al chico, podía notar su ceño fruncido, estaba muy concentrado en mí, de alguna manera parecía estudiar mi comportamiento.

Mi padre dijo que era un chico inteligente, y podía ser verdad, lo digo por su manera de expresarse, lo poco que escuche de su conversación note el desenvolvimiento al expresarse.

Su cabello era negro, ojos oscuros y traía anteojos, paso su dedo por el puente de su nariz para colocarlos bien, asintió como si estuviera desacuerdo en algo y le dio un bocado a su comida con mucha lentitud y elegancia.

Me senté al lado de mi padre quedando enfrente de Jimena, era guapa. Su cabello era largo y estaba teñido por mechones cenizos, usaba ropa elegante, seguramente acaba de salir de su trabajo. Era de tez blanca y tenía unos ojos igual de oscuros como los de su hijo.

Inesperado Escape #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora