Capítulo 32*

779 41 40
                                    

BEVERLY.

Nuevo día.

Nuevo reto.

Nuevas posibilidades de morir.

Nuevo día y posibilidades de hacer el ridículo.

Cerré el casillero y apoyé mi frente sobre el metal. Dios, que dolor de cabeza tenia, estaba agotada y apenas era un lunes por la mañana.

Un examen no me iba a quitar la paz de hoy, porque eso había pasado, acaba de salir del examen de biología por el cual estudie toda la noche, aunque honestamente mi mente está muy perdida, estudiar con el corazón roto era doloroso.

Que te rompan el corazón en semana de exámenes, esa etapa recomiendo saltarla.

—Beverly. —gire un poco mi cabeza a la derecha, lugar donde provenía la voz masculina de un chico —Hola.

—Hola. —sonreí, enderezando mi espalda para verlo.

—¿Que tal el examen?

—Tengo que confesar que estuvo algo difícil, más la parte de las respuestas breves, olvide muchas cosas, pero espero que me califique la parte donde lo explique con mis propias palabras.

—¿Respuestas breves?

—Era la última página ¿no la viste? —le pregunte a Darién quien parecía muy preocupado.

—No puede ser, que carajos conmigo. — dijo él. Sonreí y él me miro compartiendo una sonrisa conmigo —Tienes una sonrisa muy bonita. —dijo tan de repente que su comentario me sorprendió.

—Muchas gracias.

—Igual tu nombre sigue pareciéndome único.

—Ya basta, comparto nombre con muchas personas, no soy tan interesante, eh.

—¿Bromeas? Eres una chica muy interesante.

—Creo que te creería todo menos el hecho de que yo te parezca interesante enserió, no me menosprecio, pero soy una chica tan básica.

—A mí me gusta.

—¿El que exactamente?

—Tú... Tu manera de ser, te he observado, me llamas mucho la atención.

Me reí deliberadamente, realmente me hizo sacar una risa real, en la que llevé una mano a mi boca para cubrir el sonido.

—Ya dime cuanto te pagaron para venir a hablar conmigo.

Darién negó con la cabeza y me miro confundido y más que todo ofendido. Era como si había dicho alguna locura, pero era una probabilidad, en mi antigua escuela había sido objeto de burla, no descarto que aquí pueda pasar lo mismo.

—Chica, trato de conquistarte y me sales que es un reto ¿tan gilipollas me crees?

—Es una pregunta aceptable. Responde.

—Nadie, nadie me pago.

—Si nadie lo ha hecho ¿por qué te me acercas hasta ahora?

—Porque Noah llego antes.

Quise rodar mis ojos por la sola mención de ese niño insoportable.

Juro, que últimamente he tenido un amor-odio con él, pero era normal, mi ciclo menstrual estaba muy cerca y sentía tantas emociones que quisiera ir a un lugar sola e ir a romper cosas.

Noah. Noah. Noah.

Siempre es Noah.

Noah aquí.

Noah allá.

Inesperado Escape #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora