Dicen por ahí, que cuando estás con la persona que te gusta, en tu estómago aparece una sensación incómoda, denominada como mariposas.
Lo único que yo siento estando con Luke Hemmings, es miedo.
Ese chico es raro. También es lindo, pero más aterrador que otra cosa.
Sé que está mal dejarse llevar por opiniones ajenas, sin embargo, ¿qué mierda puedo opinar de alguien al que acusan de violar casi todo mandamiento escrito? No creo poder confiar en él.
En el fondo, siento que hay algo más. Presiento que detrás de esa estúpida actitud indiferente, hay un por qué. Porque todo tiene su explicación, incluso cuando parece ser irreal. Puede que Luke no sea el chico más tierno del universo, pero estoy segura que cuando se lo propone, puede tener buenas acciones también.
No puedo alejarme de él, por más terror que le tenga. Es algo estúpido y también cliché —quizá debo dejar de leer tantos fanfics—, no obstante, siento que estoy “unida” a él de alguna manera. No como si fuéramos gemelos siameses, obvio, sino sentimentalmente.
Decidí no contarle nada a Michael, por el simple hecho de que me encerraría en el armario para que no vaya a salir con Hemmings. De todas maneras, creo que no tendré problema en no encontrármelo merodeando por las calles; hoy hay un maratón de “SuperHero” en la tele.
Suelto una exhalación exagerada, abriendo mi guardarropas. Negro, negro y más negro. ¡Oh, miren! ¡Más negro!... hay algo blanco al fondo. Lo tomo entre mis manos, curiosa por ver qué es.
Un vestido de mamá.
Mi respiración se acelera, al mismo tiempo que mis ojos comienzan a arder. No voy a llorar, quiero llorar. Lo lanzo al suelo, abrazándome a mí misma.
Ha pasado tan poco tiempo… Nadie quiso perderte, mamá. ¿Por qué tuviste que partir así, de repente?
Extrañar, es una palabra muy pequeña para todo lo que siento por mi difunda progenitora. Los almuerzos familiares, fiestas con los vecinos, tardes de novelas y noches de películas.
¿Con quién debo enojarme? ¿Con la vida por quitármela, o conmigo por no disfrutarla? La respuesta es bastante obvia hasta para mi trastornada mente.
Y aun así, con las lágrimas amenazando salir de mis globos oculares, pongo la prenda en mi cuerpo. Quizá por masoquismo, quizá por necesidad. Pero mamá, sé que donde quiera que estés, deseas que esté feliz, aunque esas palabras sólo hayan salido de tu boca estando todavía en tierra.
Es triste, pero es cierto.
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Camino hasta el lugar acordado por Luke, con los nervios a flor de piel y mi vestido bailando incómodamente por el viento. Me encojo dentro de la casaca de mezclilla al verlo ahí sentado.
Tiene el celular en una mano, mientras que la otra descansa en su rodilla izquierda. Bosteza, acomodándose los lentes de sol; seguramente viene de una noche muy alocada. Aunque dándome la impresión que me dio, seguro se desveló jugando Beyond Two Souls.
Disminuyo la velocidad de mis pasos, pensando en dar la vuelta y salir corriendo… ¡Mierda!, ¡Ya me vio!
Hace una seña con la mano, y su mirada indica que me apure. ¿Quién se cree éste chico para dar órdenes con los ojos?
—Uhm, h-hola —digo, estando a su lado.
—Siéntate —me contesta, ignorando por completo mi saludo. Ruedo los ojos.
—Estoy bien, gracias por preguntar, Luke. Muy amable de tu parte —coloco ambas manos a mis lados, apretando fuertemente la madera de la banca.
—Nadie dijo que me interesaba saber cómo estabas —comenta, seco, hiriente. Suspiro, comprendiendo que no hay mucho que hacer con su actitud de mierda.
—C-Claro, lo que digas —juego con mi cabello, nerviosa. Me sorprendo cuando toma mi mano, apartándola de un mechón castaño que sostiene—. ¿Qué haces?
—No te distraigas, tenemos cosas que hablar —es un patán—. Te lo haré simple y sencillo —advierte, acercándose lentamente a mi oído. Lucho para mantener la mirada en el frente y no voltear a verlo—, si llego a escuchar que de tus labios salió una sola palabra de la noche en el callejón… Considérate perdida, cariño.
Sé que debería sentir miedo. Sé que tendría que estar corriendo a mi casa, con el rubio de piernas largas tratando de cazarme como una hiena a un conejo, pero no. No me siento así, no tengo miedo. Un repentino sentimiento de furia, se mezcla con algo de valentía que no sabía, yo poseía.
—¿Y si hablo qué, Hemmings? —giro mi rostro, enfrentándonos. Él sonríe de lado, no lo dejo contestar—. ¿Quién diablos te crees que eres para amenazarme, eh? ¿Acaso estás en la mafia, Luke? ¿Acaso tu grupito de amigos forma parte de una sociedad organizada? ¡Porque que yo sepa, no los conoce ni el perro!
—Quizá no todo el pueblo sepa de nuestra existencia —toma mi rostro bruscamente entre sus manos, clavando sus orbes en las mías—, pero tú sabes quiénes somos, y eso es suficiente.
La tensión se hace presente entre ambos. Ninguno habla, ninguno dice nada. Nuestras miradas hablan por nosotros, mientras que en mi mente se debate una pelea entre si golpearlo o simplemente alejarme.
—¡Qué pareja más tierna! —una exclamación llega a nuestros oídos, haciéndonos poner la vista en dos señoras frente nuestro—. No sabía que te habías conseguido novia, Lukey.
¿Lukey? ¿En serio? ¿LUKEY?
—H-Hola, señora Snapback —Luke titubeando, esto se merece una foto—. No es mi novia, sólo es una buena amiga.
Claro, ni Michael me dice qué hacer.
—Oh, pero estaban muy cariñosos hace unos momentos —acota la otra mujer de edad avanzada. Siento un cosquilleo en las mejillas, estoy sonrojada—. ¿Cómo te llamas, cariño?
—Alexa Mongabay —respondo, soltándome de mi “buen amigo”. Me pongo de pie y saludo a ambas ancianas con un beso en la mejilla.
—Eres muy bonita, Alex —esbozo una sonrisa, viendo la emoción en sus ojos. Quizá un Luke Hemmings tímido, no se ve todos los días—. Mucha suerte para ambos, “amigos”. ¡Nos vemos en el barrio, Luke!
Se van, y yo exploto en risas. Luke me mira con el ceño fruncido y las mejillas coloradas, cruza los brazos sobre su pecho —Ya, lárgate.
—Eres un imbécil —estiro mi cuerpo, haciendo sonar mi espalda. El vestido traicionero, se levanta un poco, dejando a la vista más de lo que debería.
—Uhm, ya me preguntaba qué se escondía debajo de ese pedazo de tela, Mongabay —tiro un manotazo en su dirección, que él logra esquivar tomándome por la cintura.
—N-No juegues conmigo, Hemmings —digo, tratando de zafarme. Su aliento está tan cerca que creo voy a derretirme, y agradezco al cielo que no le apeste la boca—. Te odio tanto.
—Eso no es lo que decía tu madre anoche —una frase. Sólo una maldita frase para destruir toda fantasía ñoña que hubiese creado mi cabeza en ese momento.
Me apartó de él con brusquedad, comenzando a caminar en dirección opuesta. Luke me mira con las cejas levantadas, gritando mi nombre. Avanzo de brazos cruzados, él me abraza por detrás para evitar que me vaya.
—No me digas que te has enojado por eso, Alexa. Ni siquiera es cierto… —lo interrumpo.
—Claro que no es cierto, “Lukey” —escupo su sobrenombre con desprecio—. Porque mi madre está muerta.
Se queda ahí, parado, observando cómo me alejo de él. Empezabas a caerme bien, Luke Hemmings, pero como siempre, tenías que cagarla.
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chan
chi
to.Luke sos un pelotudo, Alexa diosa del olimpo. ¿Ustedes qué opinan? ¿Hay que patearle la pija al rubio o lo podemos perdonar por ésta vez? ahr.
Último día de vacaciones para mí, y está lloviendo. ¿Cuándo entran al colegio?
Las amo muchooooooooo. Gracias a todas las nuevas lectoras que se agregaron, me hacen muy feliz. No se olviden de darle a la estrellita o dejarme un comentario, nos vemos en el próximo capítulo. ♡
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High Hopes |Luke Hemmings|
Fanfiction«High Hopes, when you let it go, go out and start again. High Hopes, when all comes to an end, but the world keeps spinning around. » ➳ Kodaline — High Hopes. ❝En donde una chica busca soluciones para Luke Hemmings, el chico problemas. Sin embargo...