El Renacer De Una Estrella

Capítulo XVIII

Hace un mes abordó el jet privado de la familia Luthor junto con su hija y Streaky para volver a su realidad, volver a Metrópolis. Jamás pensó que irse de vacaciones a Manhattan cambiaría su vida por completo, todo giró 180° al encontrar a Kara, fue una constante cúspide de emociones. Tal como su primer encuentro, ¿cómo iba a olvidarlo?, desde que la vio por una simple fotografía en Internet se sintió fuertemente atraída por ella, esa rubia de ojos azules que semejaban la belleza del cielo, esos que irradiaban energía como un sol, con un físico impresionante y con una habilidad escénica voraz que cautivaba a cualquiera. Saber que su hija siempre la admiró teniendo apenas dos años. Pero, la mayor sorpresa se la llevó el día que su hija desapareció con el cachorro, ese susto de muerte la llevó a conocer a Eliza Danvers, madre de esa rubia, fantástica actriz y cantante, para terminar luego conociéndola en persona.

Hace un mes que no deja de recordar todos y cada uno de los momentos en los que convivió con ella e incluyendo, por supuesto, a la familia Danvers completa. Suspiró mirando el techo de su oficina, quería reírse un poco de ella misma, fueron cuestión de semanas lo que le llevó enamorarse de la rubia, enamorada por primera vez en su vida, me enamoré por primera vez, ahora ella está en otra ciudad, pensó soltando un suspiró soltando toda la melancolía que embargaba su cuerpo para seguir con su arduo trabajo en Luthor Corp. Tomar las riendas de la empresa nuevamente le había servido un poco de distracción, sin embargo, apenas llegaba a su hogar luego de recoger a la pequeña esta le pedía que una video llamada para saber cómo estaba su mamá Kara, así la había comenzado a llamar desde que regresaron y, la verdad es que no le molestaba para nada, porque su bebé había dejado en claro que la actriz sería su otra mami. Claro, esta no la llamaba así cuando hablaban por horas, solo le decía Kara, pero más de una vez tuvo que intervenir porque estuvo a punto de que se le escapara.

Además, ¿por qué se iba a molestar?, si ella también moría por verla, escuchar su voz y sentirla cerca como si la distancia nunca hubiera existido en ellas. A veces, se mandaban uno que otro mensaje de texto deseándose los buenos días y las buenas noches, hasta se veían sorprendidas que habían días en que hablaban todo el día de temas banales como lo hacían en sus tardes de café. Pero, nada de eso sustituia los momentos físicamente importantes que vivieron juntas.

— Vamos, Lena. Debes concentrarte, tienes mucho trabajo que hacer — murmuró para ella misma poniéndose ambas manos en su rostro cerrando sus ojos. Kara se logró meter en sus puros con solo un poco de contacto físico, ahora, no se imaginaba cómo se pondría con un tierno beso de sus labios, o si hacían el amor. De igual forma, todo eso lo sentía muy lejos, creía que sus sentimientos no estaban ni cerca de ser correspondidos y eso le trituraba el corazón.

Cuando pudo enfocarse en su trabajo, fue interrumpida por una reunión de emergencia de Lionel. Como este seguía siendo el dueño absoluto, apesar de haberse jubilado para cederles su lugar a sus hijos, especialmente a su princesa menor que, siempre la catálogo como más responsable que el mismo Lex Luthor. Lena le dio gracias a Jess por haberla puesto en aviso y se retiró de su oficina caminando hacia la sala de juntas donde la esperaban. Retomar también significaba que volvería a estar frente a frente de esos misógenos que se hacían llamar socios, si por ella fuera, todos estarían desvinculados por completo. Suspiró alisando su enagua y observó a su padre con Lex sentados conversando en su espera.

— Padre, hermano. Acá me tienen — dijo con una sonrisa corta mientras su padre se ponía en pie para correrle la silla y así esta tomara asiento.

— Es bueno verte, hija — la saludó con un beso en su mejilla y un abrazo pequeño, él sabía que su hija estaba un poco resentida por haberla separado de Kara — Toma asiento, por favor — le extendió su mano para que lo hiciera y Lena se resignó a hacerle caso.