Extra IV

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Pasó un año más y la familia Danvers Luthor, estaba teniendo una semana muy movida a principios de año, habían salido en la portada de Vanity por ser nombraba como la familia del año, sería la última vez que saldrían una revista, lo menos que deseaban era robaran su privacidad. Kara ya sabía lo intensos que resultaban ser los Medios de Comunicación cuando se lo proponían, cómo olvidar todo lo que vivió años atrás, estuvo en el ojo del huracán mucho tiempo, no solo ella, Lena también lo estuvo en su momento por ser modelo. En segundo lugar, se encontraba el viaje que organizaron Lionel y Lex sin consultarles, debían viajar a NYC para el fabuloso encuentro entre Los Yankees y Los Angels, se jugaba el primer partido de vuelta, iría toda su familia sin excepción alguna, claro, la menos contenta era Lena.

Kara tuvo que dejar todo material de sus clases organizado, le tomó varias noches hacerlo, se tomaba muy en serio su gaje como profesora. No solo eso, habían inmensos rumores de que podría ser nombrada como la Principal, ya que el señor Jones quería jubilarse en las vacaciones de medio año. Y, su esposa tuvo que hacer varios cambios en su agenda para su empresa no colapsara en su breve ausencia.

— Recuérdame agradecerle a mi padre y hermano por planificar cosas sin consultar — su sarcasmo era evidente estaba molesta cerrando el zipper de su maleta.

— ¿Bromeas? ¡Yo amo a tú padre y a mi cuñado! — acomodó su maleta en el suelo y acarició su gorra con cariño, para ella significaba muchísimo y Lena la miró.

— Lo siento, cariño — se acercó a ella tomando su mano — Estaba tan enojada por haber perdido el control que, no me acordaba lo importante que es para ti ir.

— Oh, amor, no tienes que sentirlo — le acarició la mejilla con ternura — Sé que no te gustan los deportes y, ciertamente pudieron avisarnos con anticipación.

— Mamá, mami, tengo que hablar con ustedes de algo antes de viajar — Lori llegó con cierta timidez a su habitación.

— ¡Lori tiene novio, Lori tiene novio! — comenzó a gritar Jeremiah detrás de ella dando pequeños brincos.

— ¡Jeremiah! — lo regañó ella sonrojada evitando la mirada de sus madres.

— ¿Es, eso cierto, Lorian? — Lena la miraba con severidad, era la mamá más celosa.

— Lena, no la mires así — Kara con el tiempo se había suavizado más, entendía que pasaría en algún momento — Este momento tenía que llegar.

— Mamá, mami, solo nos estamos conociendo, todavía no estoy segura de que me gusten los hombres — suspiró imitando la posición de Lena estresada — Hay una chica de mi clase que me confunde, se parece un poco a mami Kara. Por eso venía a hablar con ustedes — se sentó en la cama y la rubia se sentó a su izquierda, Lena resignada a la derecha. Jeremiah se subió para abrazar a su hermana mayor por los hombros.

— ¿Te confunde porque se parece a mí en sentido maternal, o te llama la atención como algo más? — preguntó Kara aun procesando la información mirando de vez en cuando a Lena.

— No lo sé, mami — la miró a los ojos con una pequeña sonrisa, tenía un brillo especial en sus ojos.

— Bueno, mi amor, todavía estás muy joven — comenzó a decirle Lena más tranquila — Con el tiempo descubrirás si esta chica.

— Marley Rose, así se llama — interrumpió con leve sonrojo en sus mejillas.

— Con el tiempo sabrás si te gusta Marley, o este otro chico, que no me agrada mucho, por cierto.

— ¡Lena!

— Es la verdad — se encogió de hombros abrazando más a Lori a su pecho — Sin embargo, sea a quién tú corazón elija amar, te apoyaremos.

— Sí, pequeña — Kara tomó su mano con amor — Lo mismo para ti, Jeremiah, aunque estás demasiado pequeño.

— ¡Ya soy un niño grande, mami! — flexionó sus bíceps pequeñitos e hizo reír a las tres.

— Eso sí, deberías aclarar las cosas con el chico, no debes llenarlo de ilusiones — Lena asintió concordando con su esposa.

— Son las mejores mamás del mundo, sabía que me entenderían — se levantó de la cama alzando a Jeremiah — Vamos, enano, debemos terminar de empacar tus cosas.

— Vamos, hermanita — la abrazó por el cuello — Cuando sea mayor, yo te cuidaré de que nadie te haga daño — le dio un beso en la mejilla saliendo de la habitación.

Las mujeres se miraron entre ellas con los ojos cristalinos, estaban creciendo cada vez más rápido sus hijos. Lena no aguantó y comenzó a llorar siendo arrastrada hasta el pecho protector de Kara.

— ¿Por qué crecen tan rápido? — le dijo entre lágrimas y Kara solo sonreía con amor.

— Así es la vida, mi amor, así es la vida — le dio varios besos en su cabello.

— Te amo.

— Y yo te amo más a ti — se alejó un poco para besarla en sus labios.

El viaje se dio en el jet privado de los señores Luthor, como iba toda la familia aprovecharon para darle mayor utilidad. Iban hablando de todo animados por el viaje, hacía mucho, pero mucho tiempo que no iban a NYC. Era momento para que el pequeño Jeremiah conociera el lugar donde sus mamás cayeron perdidamente enamoradas, precisamente ahí se alojarían.

— ¡Vamos, vamos, no se queden atrás! — los apresuró Lionel con una sonrisa jovial.

— Como si nunca hubiera visto a los Yankees — susurró su esposa caminando con las chicas atrás. Lena llevaba de la mano a Jeremiah que comía un delicioso helado.

— ¡Papá, atrápala! — Lex le lanzó la bola para que este la atrapara con el guante.

— Parecen niños — aportó Lena rodando los ojos ocultos bajo sus lentes de sol. Kara soltó una pequeña carcajada abrazando a su hija por los hombros.

— Es lo que me encanta del deporte, no importa cuántos años tengas, siempre avivará los recuerdos — suspiró acomodando su gorra como si estuviera viendo a su padre y Eliza le acarició la mejilla — Así como lo es la música, siempre será la mejor terapia.

— Así es, cariño — se acercó Lena a darle un beso en la mejilla — Así es — le sonrió entrelazando sus manos.

El Renacer De Una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora