El Renacer De Una Estrella

Capítulo XX

Los efectos de la anestesia pasaron media hora después, tal como el doctor Jack le había dicho a la señora Danvers. Kara comenzó a abrir los ojos sintiendo como su cuerpo estaba adolorido, pero lo que le llamó poderosamente la atención es que comenzó a sentir el peso de sus piernas y pudo moverlas un poco, sin embargo, sintió un poco de dolor, lo normal luego de haberse sometido a esa cirugía tan importante. Comenzó a sonreír mirando todo a su alrededor, estaba en una habitación normal sin estar conectada a nada y suspiró, ya estoy operada, gracias a Dios, pensó comenzando a llorar de felicidad, porque ya no tenía sentido ocultar sus sentimientos, estaba feliz como no lo había hecho desde hacía tiempo. Y, lo estaría aún más cuando se viera en pie, dando pequeños pasos hacia su madre, como lo hizo siendo una bebé dando sus primeros pasitos y muy importante, cuando empiece a avanzar con su vida, con precisamente dos personitas.

Justamente con las que había pasado soñando con las causantes de sus sonrisas, sus amores, su familia durante toda su intervención. Sus sueños parecían tan reales que podría quedarse con gusto a vivir en ellos siempre, pero era consciente que todo eso no era real y que no podía quedarse permanentemente. Podría, por el contrario, hacerlos realidad por el resto de su vida. Porque ahora sí sería capaz de hacerlo, no tendría impedimento para no ser feliz, solo tal vez las posibles indecisiones que le surgen en los momentos difíciles, sin embargo, no estaría dispuesta dejarse derrotar, no más de eso. Ahora surgía una nueva Kara Danvers, una que se levantará de sus cenizas, como el hermoso Ave Fénix y sonrió aún más tocando con cuidado sus muslos, sentía su propio tanto, espérate, Lena Luthor, que apenas pueda comenzar a caminar te voy a enamorar. Y, por supuesto, mi pequeña Lori, te llenaré de amor y pasaremos jugando todo el tiempo, pensó sonriendo completamente enamora, tenía una y mil ideas de lo que empezaría a hacer para complirlo todo. Entonces un recuerdo llegó a su memoria, precisamente con Lena en una de sus tantas tardes de café inolvidables y se limpió con cuidado sus lágrimas que seguían mojando a poco a poco la almohada.

— Yo te mostraré lo que es el amor, Lena. Tal vez duré mucho tiempo para darme cuenta lo que siento por ti. Pero no perderé más el tiempo, eso te lo aseguro — lo dijo esta vez en voz alta para sí misma y cerró sus ojos con una pequeña sonrisa para que su recuerdo empezara a fluir con libertad.

Recuerdo

Hacía pocas horas que la CEO llegó junto a Lorian a la mansión con una caja de donas como de costumbre. Ambas portaban unas enormes sonrisas, pronto estaría llegando la Navidad y habían acordado celebrarla ahí junto a las Danvers. Cada día que pasaba a Lena se generaba con mayor intensidad la curiosidad de cómo se sentía enamorarse. Quería saber lo que pensaba Kara sobre ello, ya que ella tuvo una relación, podría preguntarle a sus padres, pero le avergonzaba la idea de hacerlo. Observaba sentada en la pequeña mesa que estaba en el jardín (como su lugar preferido y de costumbre), como su gran tesoro jugaba con la actriz tratando de hacerle algún peinado extraño en su cabello y francamente, la pelinegra no entendía como se podía dejar.

Fue sacada de sus pensamientos al ver como Eliza llegaba con las tazas de café y fresco para la pequeña. Ambas se sonrieron, pero la vio entrar nuevamente a la mansión para traer las famosas donas en un plato. Eso hizo que Kara comenzara a avanzar hacia ellas aún con Lorian haciendo experimentos en su cabello.

— Lena, no sabes cómo te quiero — le dijo señalando las donas haciendo reír a la ojiverde quién negaba, divertida por las acciones infantiles de la misma. Las vio dirigirse hacia la Mansión donde ella ya sabía con seguridad que lavaban sus manos.

Más tarde, cuando dejaron de tomar café y la pequeña se fue junto a la señora Danvers a explicarle un poco más de botánica y todos los tipos de flores que habían ambos jardines, aprovechó ahora que estaba a solas con Kara para preguntarle.