El Renacer De Una Estrella

Extra III

Dos días después

La familia Luthor - Danvers se encontraba caminando por el National City Mall comiendo un helado esperando el estreno de Animales Fantásticos 4, los niños iban adelante hablando temas triviales entre risas sobre Harry Potter. Mientras chicas iban atrás tomadas de la mano sonriendo a la vez que los cuidaban y terminaban sus helados en silencio. Se daban cuenta lo mucho que sus hijos se amaban como lo hacían ellas con sus hermanos mayores, apreciaban con todo su corazón como Lori pasaba tiempo junto a él, le leía cuentos junto a ellas antes de dormir, lo ayuda a estudiar cuando ellas estaban ocupadas por asuntos de sus trabajos y, esta lo hacía con todo el gusto del mundo.

Además de ello, estaban muy felices por la educación que les estaban dando a ambos, les enseñaron a luchar por lo que querían, tener sus sacrificios para recibir sus recompensas. Claro, al principio tuvieron que hablar muy seriamente con los abuelos, ellos siempre se esmeraban por darles regalos exóticos, consintiendo de primera mano los deseos de estos, pero, no era que les molestara en sí, sino que como anteriormente se menciona querían que lucharan ellos mismos, que se reforzaran al máximo para que entendieran el concepto de: "nada cae del cielo". Por eso, en su educación, principalmente, les inculcaron de primera plana los excelentes valores (como debían hacerlo todas las familias), les enseñaron con fuerza el significado de humildad, humanidad, respeto, todos en realidad, junto al más fuerte que nunca podía faltar, el amor. Aunque si bien es cierto no era necesario (por todo el amor con el que vivían rodeados).

Definitivamente la CEO estaba viviendo con completa plenitud. No podía quejarse, desde que se casó con Kara su vida y la de Lorian cambió radicalmente para bien. Ella era su soporte, su hombro para llorar, su primer amor y, por supuesto el último. Lena suspiraba mirando varias veces el perfil de su esposa rubia, su héroe. Una que casi pierde por su ego, donde su desconfianza tomó el papel principal. En estos días recordaba sin poder evitarlo, aquel susodicho día dónde le levantó por primera y última vez la mano, dónde ni siquiera se detuvo a escucharla  explicarle  lo que había pasado realmente, había sido tan idiota (así ella misma se decía), por dejarse guiar por lo que vieron sus ojos, porque primeramente a Kara no le gustaban los hombres y, muy importante, ella sería incapaz de serle infiel. Pero, estuvo muy ciega, no la escuchó hasta que le enseñaron un video, donde casi se queda sin lágrimas por haber llorado, por haber herido a la mujer de su vida.

Recuerdo

Narración de Lena

Todo mi trabajo de L-Corp estaba al día, no tenía pendientes, ni juntas. Estaba prácticamente libre. Miré la hora en mi reloj dándome cuenta que faltaban pocas horas para el almuerzo y se me ocurrió una fabulosa idea, sorprender a Kara. Hace mucho tiempo que iba a sus clases en el coro para ver los ensayos de los chicos e inclusive, a sus clases de música. Suspiro con una sonrisa, estaba totalmente ensimismada pensando en ella, mi esposa definitivamente es toda una artista. ¿Cómo no amarla?, ella es única, con un corazón enorme tanto por dentro como por fuera y lo mejor, es que fui su primera vez en todo sentido, lo que me hacía sentir aún más afortunada, porque en estos tiempos una mujer así no se encuentra.

Tomé mi bolsa acomodando mi saco. Definitivamente iría a la secundaria a sorprenderla para invitarla a almorzar. También de paso saludar a nuestros amigos, esos pequeños locos nos alegran la vida en cantidades y, saber que casi mando a Sara lejos de Kara, pero, gracias a Dios todo se aclaró gracias a que nos contaron sobre su matrimonio con Ava.

— Jess, estaré afuera. Iré a buscar a mi esposa para almorzar — le dije a mi secretaria más leal con una sonrisa. Ella me miró asintiendo con su sonrisa pequeña, se le veía muy concentrada acomodando mis agendas. Sin más que decir, acomodé mi bolsa en el hombro y me dirigí hacia el elevador.