Las Locuras de Eren Jaeger

Cállate

Cállate: Test de Infidelidad, segunda parte.

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Eren estaba rojo de rabia.

- TE ODIO - Con los ojos dorados por el enfado, desquitada su odio en la persona que lo provocó, los empleados del restaurante lo miraban con algo de miedo, todos estaban refugiados debajo de la mesada principal, pues el joven castaño estaba revoleando las sillas por los aires. - ERES UN MALDITO INFIEL, ESTÚPIDO, BASTARDO - Tomó otra silla y se la tiró a Levi con una furia total, la cual se estrelló contra la pared a sus espaldas, partiéndose en pedazos.

- Eren, cariño, cálmate - Le exigió, mientras esquivaba otra silla.

- NO ME PIDAS QUE ME CALME, IDIOTA - Rugió, un jarrón de porcelana casi le da en la cabeza al pobre Levi, quien quedó con el corazón en la boca al ver cómo se subía a la mesa para tomar un florero.

- YA, QUIETO, EREN - 

Oh, bendecido sea el día en el que nació Zeke...

- Zeke - Eren se le quedó viendo un buen rato, pero luego volvió a ver a Levi, quien sin darse cuenta le hacía ojos de sufrimiento a su hermano, mientras que él sólo lo observaba con cara de asco.

De un momento a otro, el florero quedó destrozado en medio de la frente del rubio con barba.

Olviden lo que dije, sigan maldiciendo...

- ESTÁS CON ÉL, ESTÚPIDO MONO, ESTÁS DE SU PARTE - Le gritó, pero no fue escuchado por su destinatario, pues se desmayó.

Pinshi debilucho...

- NO, EREN, DEJA ESO, ¡YA! - Su novio ( ¿O ex?) intentaba hacer que el castaño volviera en sí -- porque según él estaba segado por los celos --, mas era en vano, pues ese joven adolescente no quería hacerlo.

- JAMÁS - Los empleados del restaurante seguían observando detrás de la mesada, Mikasa, que había llegado hace unos minutos por culpa de Armin, sólo apoyaba a su amigo, ese enano jamás le había caído bien, así que de vez en cuando, traía algún plato de la cocina y se lo echaba encima, diciendo que quien lo hizo fue Eren y no ella.

Estuvieron a los gritos por un largo, largo, largo pero laaaaarrgo rato, en donde rompieron casi toda la vajilla, ya no quedaban sillas, los floreros terminaron destrozados y los jarrones también, Levi estaba cansado, esquivar los tenedores y cuchillos le costaron medio pulmón, ya quería que Eren terminara.

Los últimos platos fueron destrozados contra la pared detrás del azabache, Eren, desesperado y endemoniado, buscó más cosas que lanzarle, Mikasa también lo hizo, pero ninguno encontró nada, así que con solo sus puños, decidió golpearlo, también le quería pegar alguna que otra patada.

Tomó impulso, sus pasos eran fuertes, su "Ex" lo miraba cansado, su mano se elevó y sin siquiera dudarlo, se estampó en el rostro del azabache, quien volteó su rostro ante el golpe, jamás pensó que el menor haría eso, para cuando iba a hablarle, lo notó llorar.

No le importó...

Se le echó encima como un animal, intentó inmovilizarlo para poder hablarle "tranquila y civilizadamente", sin embargo, no funcionó, o por lo menos de la manera en la que quería, pues si bien sus brazos no podían hacer nada, sus piernas si.

Recibió un golpe bajo, producto de su descuido...

Eren corrió, corrió, corrió y corrió, hasta llegar a su casa, en donde tomó un buen fajo de billetes de abajo de su cama, para cambiarse y ponerse la ropa más provocativa que encontró, su falda preferida, su adorado top y por supuesto sus hermosos pendientes de "diamantes".