Aristóteles:
Una es que pasó por la línea de condado minutos de nuestra casa de la infancia, Cuauhtémoc se acercó desde el asiento del conductor para exprimir mis manos. Pensé que era irónico que la icónica canción de John Denver –Take Me Home, Country Roads– sonara en ese momento exacto. Hogar. Dejé de pensar que era mi hogar cuando mis padres dejaron en claro que nunca me recibieron de nuevo en la casa en la que me crie.
Azul se convirtió en mi hogar, seguido de Will y Racheal. Más tarde adopté a Diego y Mateo luego Cuauhtémoc regresó a mi vida y trajo a varias personas increíbles con él. En lo que a mí respecta, mi familia
estaba completa, con la excepción del hijo o la hija que quería tener con Temo. No quería, ni necesitaba, una reconciliación con el hombre y la mujer que me trajeron al mundo y luego me rechazaron por no ser lo que ellos querían. Me negué a perder el tiempo con el amor condicional cuando sabía lo maravilloso que se sentía el amor incondicional.–Te amo, Aristóteles–.
Giré mi mano y entrelacé nuestros dedos.
–Yo también te amo.–
–Escucha, no tenemos que quedarnos si se vuelve demasiado. Solo di la palabra y nos vamos –.Planeaba decirle que estaría bien, porque no esperaba sentir nada más que indiferencia, pero luego Temo hizo el giro final que nos llevó a las afueras de la ciudad. Yo esperaba que la ciudad ha cambiado en mi ausencia, pero no lo hizo. Se veía exactamente igual que el día en que Azul y yo hicimos autostop bajo la lluvia torrencial a la estación de autobuses en la siguiente ciudad. Si la ciudad tuviera el mismo aspecto, ¿existirían también los mismos ideales arcaicos? Solo así, estaba de vuelta en el cuerpo del niño asustado que tenía miedo de caminar o hablar de cierta manera, o dejar que alguien supiera cuánto amaba al chico sentado a mi lado.
Podría haber sido intimidado más allá de lo creíble, etiquetado como un pervertido o desviado, y posiblemente golpeado, o algo peor.
–Respira, amor–. La voz de Cuauhtémoc me calmó y me devolvió al presente. Mis ojos se volvieron a enfocar y vi que estábamos detenidos en el único semáforo. –No pueden hacernos daño ahora–.
–Tienes razón.–
–Aun así, daré la vuelta a este coche de alquiler. Cambiaremos nuestros planes de vuelo a ... –
–No,– dije, interrumpiéndolo. –Tu mamá está ansiosa por vernos y mostrarnos el video de su actuación la semana pasada–.Temo gimió.
–Quizás ya se olvidó de eso–.
–Temo, eso es tan malo.–
–Cariño, me he sentado a ver tantas obras de teatro, conciertos y actuaciones de coros para mis hijos. Nunca pensé que haría lo mismo por mi madre, pero es justo después de todos mis eventos deportivos a los que ha asistido a lo largo de los años –.Yo, por mi parte, no podía esperar a ver a nuestro hijo cantando en sus programas de música u olvidando su línea en las obras de teatro de la escuela. –Vas a hacerlo todo de nuevo, sabes–, le dije con confianza.
–Sí. Es bueno que sepas ahora que voy a quejarme por ello, y puedes encontrar formas interesantes de recompensar mi buen comportamiento –.
–¿Sí?– Yo pregunté. Eché un vistazo y vi nuestro antiguo refugio favorito. –¡Oh, vaya! Scoops todavía está en el negocio –.
–Me detuve allí la noche antes de reconectarme contigo. Pensé en la forma en que solía estirar su mesada para obtener la mayor cantidad de caramelos que podía –.
–Tomaré cinco de estos, diez de estos y cinco de esos–, dije, fingiendo señalar un caramelo en una pantalla de vidrio. –¿Cuánto dinero me queda?–
–Ese es el recuerdo–, dijo Temo, riendo.
–Maldita sea, se siente como hace mil años. Demonios, me olvidé de eso hasta ahora –.
–Probablemente bloqueaste muchas tonterías por
autoconservación. Estoy feliz de que no me hayas bloqueado también –. Temo soltó un suspiro tembloroso y dijo: –Me encontré con tu padre al salir también–.
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Segundo Aire •|| Aristemo
FanfictionAristóteles y Cuauhtémoc saben que el amor y la vida no se pueden definir solo con palabras. La paciencia, el compromiso y la determinación de hacer lo que sea necesario será la única forma en que los dos hombres logren su felicidad para siempre. Co...