|[003] ·Theo Raeken·-

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Nos aventuramos en busca de eso a lo que le llaman "Poder". Eso que te convertía en alguien imparable.

Mientras más poder tenías, más querías y más intocable te volvías. Teniendo el poder y la astucia suficiente, podías lograr que hasta la criatura sobrenatural más fuerte, se arrodillara ante ti.

Eso es lo que estamos dispuestos a conseguir. Eso es lo que más deseamos desde que somos unos niños y nosotros mismos tomamos las decisiones que nos trajeron hasta este momento en nuestras vidas.

Esa autoridad que lograría que hasta el más poderoso ser, caiga vencido ante nosotros. Que podamos llevarnos el mundo por delante sin preocuparnos por nada.

Y estábamos dispuestos a lo que sea necesario para conseguirlo.

Nuestro nuevo blanco era una especie de manada, la cual estaba conformada por distintos seres sobrenaturales. Su problema y nuestra ventaja, es que eran demaciado estúpidos como para reconocer el poder que los conformaba.

Contaban con criaturas capaces de asesinar a cualquiera que se cruzara en su camino. Manejar armas, planear buenas estrategias, volarle la cabeza a cualquiera y predecir las muertes.

Eso fue suficiente para decidir empacar y buscar a esa manada, con el simple fin de descubrir a fondo que los hacía tan fuertes y obtenerlo. Sin importar los medios que utilizaramos.

Esa es la explicación más resumida del como llegamos a estar parados en un embotellamiento, de noche con una tormenta, sin wifi y a un día de comenzar las clases.

Mi acompañante acababa de subir de nuevo a la camioneta. Se giró a mirarme y luego habló.

— Allí afuera, en uno de esos autos, está la Kitsune de la manada. — Susurró, acomodándose en el asiento 

— Exelente, ya nos topamos con uno de ellos. Confío en que no será difícil con el resto, es un pueblo pequeño. — La sonrisa en mi rostro era radiante. — Tu lo sabes bien Theo. — Observé de reojo su rostro por unos momentos. En sus facciones podía deducir que estaba de acuerdo con lo que decía.

— ¿Escuchas lo que dicen? — Hablé luego de unos segundos en silencio.

El volteó hacia mi, sonriendo instantáneamente. — Hablan... — Hizo una pausa. Se inclinó un poco hacia mí. — De los… — Estaba dándole una especie de suspenso am asunto, mientras ya se encontraba a sentimientos de mi rostro. — Jinetes Fantasma — terminó en un suave susurro, y con la casualidad de un relámpago de fondo.

Ambos sonreímos aún muy cerca, nos miramos fijamente. Sus ojos eran realmente preciosos. Eran de un verde muy claro, con pequeños tonos celestes. Su aliento chocó contra mis labios, generando un cosquilleo placentero.

Sin querer esperar más, junté nuestros labios. Mis manos pasaron por su pecho, acariciando por sobre su camina, pasando por sus hombros, dejando leves masajes.

Un pequeño jadeo salió disparado desde mi garganta, chocando contra sus labios, en el momento en que su mano se fue a mi muslo, apretándolo.

Llevé mis manos por su cuello, directo a su cabello. Enterré mis dedos entre su pelo, acariciando con la yema de mis dedos.

Segundos después nos separamos un poco. Una bella sonrisa ladeada estaba plasmada en su rostro, por lo que yo me encontraba igual. Dejé un pequeño beso rápido antes de separarme por completo de el. Volviendo a sentarme normalmente en mi asiento, mientras el copiaba mi acción.

Mire mi teléfono apoyado sobre el borde del asiento. Lo encendí y fije la vista en uno de los símbolos. Al aún no tener señal, lo deje en el tablero de mala gana. Me frustraba que no pudiera hacer nada.

|Teen Wolf | Oɴᴇ Sʜᴏᴛs| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora