a toxic love [lahey] a toxic saga²

XIX. Plan maestro.

- ¿Por qué se ve así? - Retrocedí horrorizada.

El cuerpo de Jackson, estaba dentro de una bolsa donde ponían a los cadáveres. Pero dentro de este, se estaba formando una capa transparente y viscosa. Lo identificamos rápidamente como su propio veneno.

De pronto, el cuerpo se movió.

- Mamá, ciérralo.

Melissa dudó unos instantes, pero fue cerrándolo al mismo tiempo en que el cuerpo seguía retorciéndose. Abría la boca, mostrando los colmillos de a ratos, pero nunca se despertaba del todo.

- Por Dios... - Llevé mi celular a la oreja. - Derek, esto se ve mal.

- Mamá, ciérralo. ¡Ciérralo! - Siguió gritando Scott mientras yo le explicaba a Derek lo que estaba pasando.

- Deben sacarlo de ahí, ahora. Llévenlo a la bodega abandonada. ¡Oye!

Escuché un ruido en la llamada y entonces sonó la voz de Peter.

- Angeles, no hay tiempo. Debes llamar a Lydia, solo hazlo...

Mientras Scott y Isaac tomaban el cuerpo para sacarlo de ahí suspiré y cerré los ojos rindiéndome.

- Me voy a arrepentir de esto...

- Es probable, preciosa.

Gruñí. - Lo haré.

Colgué antes de que pueda contestarme y envié un rápido mensaje, sin mucho contexto, pero con la información necesaria.

Hay una forma de salvar a Jackson, por favor ven a la bodega abandonada de la ciudad. - Angeles.

Como si la tecla me quemara oprimí el "enviar". Tranquilicé y le agradecí a Melissa unos segundos antes de seguir a los chicos.

Los encontré fuera de uno de los portones, tratando de salir sin llamar la atención. Lástima que la bolsa se les cayó y cuando me acerqué para ayudar, una camioneta se nos puso enfrente.

Del auto bajó una figura. Caminó lento hasta que estuvo frente al vehículo, las luces me dificultaron identificarlo.

Pero cuando lo hice, una sensación de alivio me recorrió por completo.

- ¡Papá!

Corrí hasta él y lo abracé por el cuello. Me puse de puntitas, dejando que me estruje entre sus brazos. Su chaqueta y su barba raspándome ligeramente me hicieron sentir como una niña de nuevo. Sonreí sin poder evitarlo.

- ¿Y Allison? - Pregunté temerosa por su respuesta cuando nos separamos.

Papá acarició mi rostro con una mirada dolorosa. Scott habló a nuestras espaldas.

- Estás solo.

- Si... - Volvió a mirarme. - Y te he dejado sola a ti demasiado tiempo.

- Papá... - Negué restándole importancia.

- Estamos perdiendo a Allison, Angeles. Gerard se ha metido en su cabeza, tal como hizo con Kate.

Scott y yo nos miramos preocupados. Debía ser peor de lo que imaginamos si mi papá había dejado de lado su orgullo.

- ¿Qué quieres? - Dijo Scott, desconfiado.

- Ahora mismo tenemos un enemigo en común.

- Quiero sacarlo de aquí. - Señaló la bolsa.

- No te hablo de Jackson. - Negó él.

La respuesta estaba en la cabeza de todos. Gerard era la mente maestra detrás de todo. No sabíamos nada de Stiles de hace horas. Teníamos que salvarlo a él, a Jackson, a Allison...