Totalmente de mala gana (Childe x Zhongli)

Extras de las partes I,II y III

Extra I: Ekaterina

Ekaterina es muy consciente de que cuando se trata de su destreza en la batalla, es sólidamente mediocre. También lo es su habilidad para tramar y planear o su habilidad para hacer lo que sea necesario para tener éxito. Para todos los propósitos y propósitos, ella apenas es adecuada para ser parte del Fatui.

Pero hay una cosa en la que es extraordinariamente buena, y es su capacidad para actuar con discreción. Aparentemente, esa habilidad es muy apreciada en el Fatui hasta el punto de que la Signora la elija para una misión muy importante en Liyue.

—Los he elegido a ustedes porque he escuchado cosas buenas sobre ustedes —había dicho la Signora durante esa fatídica reunión antes de enviarla al puerto de Liyue. Ekaterina se había arriesgado a echar un vistazo a los siguientes miembros del Fatui que fueron elegidos para esta misión con ella. Ninguno de los rostros que vio le era familiar, pero más tarde, llegará a conocerlos como Nadia, Vlad y Felix—. La Tsaritsa me ha pedido que supervise una tarea muy importante para ella en Liyue, pero ha ordenado que mantenga mi presencia en completo secreto. La Tsaritsa también me ha pedido que supervise las acciones de la Vanguardia, ya que también será enviado a Liyue para completar una misión relacionada.

Ekaterina se estremeció ante la mera mención del nombre. ¿La Vanguardia? ¿El Undécimo Heraldo? Ha oído rumores sobre él, terribles, horribles. Como el miembro más joven al que se le ha otorgado el título de Heraldo, La Vanguardia es conocida por ser arrogante, cruel, despiadada y teñida de locura que solo puede ser aliviada por la violencia y el derramamiento de sangre.

No podía imaginar qué tipo de plan tiene preparado la Tsaritsa para desatar a la Vanguardia, de entre todas las personas, sobre la pobre Liyue.

—Mi misión para todos ustedes es vigilar las acciones de la Vanguardia por mí —continuó la Signora—. Sean mis ojos y mis oídos. Quiero saber todo lo que ha hecho, en especial cualquier cosa que pueda llamar la atención o causar problemas. Haz bien esta tarea y serás recompensado más allá de tus sueños más locos. Si me fallas, pagarás tu precio con sangre. ¿Lo he dejado claro? 

—Sí, Lady Heraldo —respondieron los cuatro al unísono, y eso fue todo.

Ekaterina no llega a conocer a la Vanguardia hasta tres meses después.

Y ella no está decepcionada. Como era de esperar, el hombre es un completo imbécil. Cruel, vengativo, mezquino, arrogante, solo ha estado aquí durante dos días y ya se ha hecho odiar por completo entre los apostados en Liyue. Cuando decide irse furioso para luchar contra algo u otro, nadie se molesta en detenerlo o seguirlo. Ekaterina está más que feliz de presentar un informe a la Signora sobre esta última transgresión.

Pero luego, regresa al borde de la muerte, y la preocupación se instala.

Por mucho que se odie a la Vanguardia, sigue siendo esencial para cualquier misión que la Tsaritsa haya planeado para Liyue. Si se corre la voz de que había muerto, bueno, Ekaterina está segura de que ninguno de los Fatui apostados en Liyue escaparía de la ira de Tsaritsa.

Es por pura suerte que pueden mantener viva a la Vanguardia. Según el médico, eso había sido nada menos que un milagro, dada la gravedad de la herida en el pecho.

—Necesita quedarse en cama durante una semana —dice el Doctor—. Si quiere vivir, es mejor que preste atención a esta advertencia.

Es fácil para ti decirlo , piensa Ekaterina con frustración. ¡No eres tú quien tiene que transmitirle las malas noticias!

Se pregunta si podría entregar su aviso de renuncia mientras aún pueda seguir con vida. Lo más probable es, probablemente, no, conocer el temperamento feroz de la Signora.