capítulo 17

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Eva

Un día en Ibiza.

Eso es lo que llevábamos en esta maravillosa isla.

Habíamos salido poco, entre arreglar las maletas y preparar todas las habitaciones. La casa de los tíos de Sam era enorme, tanto, que sobraba espacio.

Tenía un salón enorme, una cocina el triple de grande que el salón, incluso un salón de juegos, por no hablaros de las habitaciones.

Hoy habíamos hablado de estar por la mañana en la casa, y salir un rato a la piscina y ya por la tarde ir a ver los paseos y las playas de ese lugar.

En cuanto a la compañía era todo un poco raro, Hugo y yo eramos prácticamente lapas, cosa que de él me extrañaba, después de decirle el otro día a Leo que eramos casi algo no habíamos vuelto a tocar el tema ni Samantha decidía sacarlo.

Me gustaría decir que Leo me cae mal, pero mentiría, no es mal chico, al contrario que su hermana, que es un autentica pesada. Se pasa el día babeando por Hugo, y no es algo que me moleste en cantidad...bueno, a quien quiero engañar, me molesta y mucho, no ve que Hugo esta conmigo, es decir, no está pero...somos algo joder.

Hugo dice que Valentina y Leo son exactamente iguales, y que Leo esta intentando conmigo algo más que una amistad.

Yo no lo veo así, no sé si porque no quiero verlo así por los problemas que eso pueda causar o porque realmente el solo ve en mi una buena amiga.

Sea lo que sea yo estoy en un buen momento con Hugo, incluso algunas veces muestra afectos de cariño delante de nuestros amigos, lo cual me parece super tierno, además de que muestra un Hugo que no están habituados a ver, aunque yo sí.

Ahora mismo estábamos Samantha, Maialen y yo, sentadas en el bordillo de la piscina viendo jugar a los chicos y a Valentina al balón prisionero.

¿Que podríamos estar jugando nada más para darle un buen pelotazo a Valentina? Pues sí, pero ni a mí ni a mis amigas es que se nos den muy bien los deportes, si que es verdad que yo me defiendo un poco más en el agua, pero me niego a que esa víbora me de un balonazo y me quede tuerta. Ya se han escapado varias pelotas hacia esta zona, que casualidad que casi todas alrededor mía, pero, la Eva tranquila apareció gracias a Dios en todos esos momentos.

—Bueno Eva, llevo esquivando esto desde ayer por la noche pero ya era hora de sacártelo -dice Sam pegándole un trago a la coca cola-

—ehh, a ver, hugo y yo estos días pues estamos mas unidos y no sé...no nos hemos puesto nombre

—porque siempre soy la ultima en enterarme de estas cosas -dice Mai riendo-

—es que yo estaba presente en aquel momento, a cierto rubio se le escapo que él y Eva eran algo más que amigos

—no tenemos etiquetas

—follamigos?

—es que no es solo eso...

—Eva no nos estarás diciendo que estas empezando a sentir por Hugo -dice sam sorprendida-

—y si lo dijera que pasaría? -digo desafiándola-

No le da tiempo a responderme ya que noto como un balón me golpea en el brazo haciendo que me tire toda la coca cola encima.

¿Mi primer autoreflejo? Mirarla a ella, que casualmente se estaba riendo a carcajadas sin ningún tipo de vergüenza.

La Eva tranquila se ha perdido y ya solo queda una Eva enfadada y fuera de control. Ya llevaba provocándome toda la mañana y no la iba a dejarla irse de rositas.

Te quiero siempre • Eva y Hugo •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora