Kimetsu no Mafia

Capítulo 4 - ¿Celoso, Tomioka?

Shinobu estaba disfrutando esto. Y no, no se refiere al baile en el tubo con una ropa que la cubría escasamente, ni a los tipos asquerosos que le lanzaban billetes y le gritaban cosas obscenas, eso a ella le importaba un comino. Shinobu estaba disfrutando el hecho de que Tomioka la observaba con esa mirada tan intensa. Ella conocía bien ese fuego en los ojos azules del hombre, disfrutaba su confusión, disfrutaba ser la causa. Ella lo sabía, que había captado completamente la atención de Tomioka, que él no podía apartar los ojos de encima de ella. Eso le encantaba.

Shinobu no se miente a sí misma como hace su compañero. Por esa misma razón no les va a negar que le gusta Giyuu, que siente muy, muy atraída por él. Así que quiere provocar ese mismo efecto en él, quiere que él la desee de la misma forma en que ella lo hace. Y esta sumamente satisfecha con haberlo logrado. Sin embargo, no estaba dentro de sus planes que el maldito dueño del club también cayera en sus encantos. El hombre es atractivo, tiene que admitirlo, sus ojos arcoíris también resultan intrigantes. Pero no le gusta para nada la forma retorcida en que la mira, no es azul, y si no es su azul, entonces no lo quiere.

Su show está pronto a terminar y Giyuu le hace una seña, a lo que Shinobu asiente. Cuando finalmente se retira del escenario nota a Ashiya Douma pararse de su asiento en la zona V.I.P para ,muy probablemente, seguirla. Tomioka también los sigue y ella se dirige a su camerino como si no estuviese pasando nada. Al llegar al camerino abre el cajón del tocador notando que su pistola está ahí, también dos cuchillos dentados y la cajita de agujas envenenadas. Observa el reloj de pared y calcula que Giyuu llegará en 5 minutos, Douma lo hará en 15.

Lo primero que hace es quitarse la casi imperceptible capa de látex que cubre la piel de su espalda y parte de los hombros, dejando ver un enorme y enrevesado tatuaje de una mariposa morada con la figura de un cráneo humano en cada ala, rodeada de lycoris radiatas. Se viste rápidamente con una falda negra, camisa blanca, chaqueta de cuero y botas altas negras, coloca la pistola dentro de la chaqueta, uno de los cuchillos en un soporte en su pierna derecha bajo la falda, el otro dentro de la bota izquierda y la caja de agujas dentro de otro bolsillo en la parte interna de la chaqueta. Siente dos toques en la puerta, una pausa y luego tres. Abre la puerta lentamente y deja salir un ligero suspiro cuando comprueba que es Tomioka, quien observa cada lado del pasillo antes de entrar. Shinobu quiere provocarlo, pero sabe que no es el momento.

– Hay seis de las chicas desaparecidas. Y también, para nuestra puta suerte, llamaste la atención de Ashiya Douma. – reclama Tomioka entre dientes.

– Ya lo sé. Ese tipo estará aquí en 10 minutos máximo.

– ¿Has averiguado algo?

– Hasta la pregunta es estúpida. – Tomioka suspira exasperado.

– Respóndeme Koucho.

– Claro que sí. Hice un mapa del lugar, hay alrededor de 4 vías de escape en caso de emergencia y todas las chicas duermen y comen en el mismo sector del club, si logramos tantear la seguridad del lugar será fácil sacarlas de aquí. También descubrí que se fabrica y trafica heroína en otro sector del club, pero no pude ir allí. – Shinobu sacó el mapa de un compartimento oculto en la gaveta del tocador y se lo mostró a Tomioka quien lo observó por unos minutos.

– Bien, por ahora nos retiraremos para analizar el mapa y otra información que hayas recolectado y armar un plan de rescate. Nos vamos. – unos toques en la puerta los dejaron a ambos rígidos. Shinobu observó el reloj de pared. Mierda, había llegado antes de lo previsto.

– Escóndete dentro del armario. El bastardo ya está aquí. – dijo ella en un susurro y lo metió a empujones dentro del armario. La puerta fue tocada de nuevo, ella se alisó el cabello y puso su mejor sonrisa, el tipo no le caía bien, pero no podía ofenderlo en pos de no arruinar la próxima operación. Abrió la puerta del camerino y allí estaba Ashiya Douma sonriendo.