Capítulo 26

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Polvo de hornear.

Los días comenzaron a pasar lentamente, el sol se ocultaba, la luna aparecía, el sol se asomaba, la luna huía. Había un gran vacío en el pecho de ambos, aún así, pudieron sobrellevarlo. Había pocas llamadas y mensajes, eso para Yibo había sido el pan de cada día, aún así no se acostumbraba a que fuera así, pero de todos modos, su relación con Zhan se sostenía de esa manera desde hace unos años. Para Zhan era algo nuevo, el trabajo y horarios pesados que mantenía en su diario vivir cuando era una estrella al parecer le apasiguaban mucho la necesidad de estar con Yibo, porque de una u otra manera debía concentrarse en lo que hacía. Ahora, encerrado en cuatro paredes, ¿Qué debía hacer para distraerse?, ¿para no extrañar lo tanto?

Soltó un suspiro, miró por su ventana y entonces recordó las palabras de su amado, aquellas que siempre parecían saltar en su mente cuando se comenzaba a sentir solo.

"Cuando te sientas solo, recuérdame".

-Te recuerdo siempre. -susurró y sonrió tristemente. Se acercó más al cristal de la ventana y soló un poco de aire caliente encima de él, empañándolo, luego con su dedo trazó el nombre de "Wang Yibo", encerrandolo en un corazón. Cuando vio lo que había hecho, sonrió y negó con la cabeza. -Se supone que tú eres el cursi, ¿en qué me has convertido? -reclamó como si el vidrio en el que había escrito fuera Yibo. Te estarías riendo de mí si lo vieras, pensó.

Luego toda la habitación quedó en silencio, de nuevo. ¿Qué haría ahora? Pensó un momento en cantar algo acapella para romper el silencio y así lo hizo.

That we've got one life, one world, —empezó, moviéndose de la ventana y yendo a la cocina. —So let's come together, we'll weather the storm, —sacó harina y huevos. —A rain of colors, look up to the sky, —también la mantequilla, polvo de hornear y demás. —We're all made of shooting stars~

Siguió tarareando mientras hacía una gran masa, concentrándose, dejando que sus manos mezclaran todos los ingredientes. Al pasar un tiempo, dejó reposar la masa y hasta que se elevara, decidió salir a comprar un poco de fruta para hacer mermelada.

Todo aquello era una forma en la que Zhan quería enfrentarse a los problemas, a sus tristezas, a su ansiedad, a su luto. Recuerda las veces en las que parecía llegar a un punto de intoxicación por alcohol, algo dentro de él no sentía que aquella fuera la mejor manera de sobrellevar la muerte de su hermano, de la ausencia de Yibo, de extrañar a las personas que lo ayudaron una vez en su vida. No, de alguna forma quería salir de esa angustia que lo embargaba y lo consumía, es por ello que se había propuesto a salir adelante, por su bien y también admitía que, quería que Yibo se sintiera orgulloso de verlo capaz de no caer de nuevo.

A veces lloraba por las noches, pero sabe que pasará, todo pasará.

Luego de regresar del mercado, lavó las frutillas y se puso manos a la obra, elaborando la mermelada. Cuando la masa estuvo lo suficientemente hinchada, comenzó a hacer bolitas con ellas, rellenando algunas del dulce sabor de las fresas, luego las ponía en la lata que iría en el horno. Al cabo de unos minutos, toda la lata estaba llena de bolitas y la puso en el horno.

Mientras el pan se hacía, limpió su departamento y como siempre, lo dejó reluciente. El olor a pan caliente comenzó a inundar todo el lugar y con ello, memorias que habían quedado guardadas como algo valioso comenzaron a aparecer en su mente.

Recuerda cuando aprendió a hacer pan cuando trabajó con el señor Lei y sus colegas. Cuando traía panes dulces a su hermano como recompensa de haberse quedado en casa sin berrinches.

Sonrió mientras sus ojos se humedecían. Entonces se fijó en los panes que se doraban tras la puerta de vidrio del horno. Se acercó y notó que ya estaban listos, con unos guantes sacó la lata y luego los panes para ponerlos en una canasta. Y sin esperar otro segundo más tomó uno, aunque estaba muy caliente todavía, le dio un pequeño mordisco dejando ver lo humeante que se encontraba el pedazo de pan en su boca. Obviamente se quemó pero continuó masticándolo hasta que se lo tragó.

"Tu comida es deliciosa, come más de ella".

—Admito que es deliciosa. —dijo y continuó comiendo, luego cayó en cuenta que una gran porción de masa aún seguía sin ser horneada, todavía en un recipiente. —Aiyo, creo que hice pan como para seis personas. —se mordió el labio y sonrió mientras negaba con la cabeza, estaba tan entusiasmado.

No le costó tanto pensar en una solución, así que luego de haber terminado con los demás panes, puso algunos en un recipiente y salió de su habitación. Frente a él estaba el departamento de la señora Li y cuando ella salió le regaló todos ellos. La señora un poco conmovida por el gesto lo invitó a pasar, tenía té que compartir.

Charlaron un buen rato mientras el agua comenzaba a hervir. Zhan desde siempre había sido un buen conversador, por lo que el tiempo en el que hablaron fue bueno.

—Oh, estos panes... ¿En verdad los hiciste tú? —preguntó ella cuando dio el primer mordisco. Zhan asintió lentamente.

—Mnm.

—Están deliciosos, ¿trabajabas en alguna panadería antes de venir aquí?

—De hecho... —lo pensó un momento, decir que había sido un idol antes de venir aquí no le parecía buena idea. —Sí, trabajé en una pastelería cuando era más joven.

—Aún luces joven, ¿qué edad tenías en ese entonces? —preguntó, mientra se llevaba otro mordisco a la boca. —Soy curiosa, discúlpame.

—Eh, no hay problema, como unos veintitrés/cuatro.

—Oh, y... ¿Qué edad tienes ahora?

—Este año cumpliré treinta.

La señora pareció asombrarse. —Te ves más joven.

—Gracias. -sonrió.

—Oh, me desvié del tema principal. Quería preguntar si, ¿no has pensado en trabajar como panadero, ponerte una panadería o algo por el estilo? No exagero, están muy buenos.

Zhan pensó por un momento en lo que ella había dicho, vagamente recordó que a decir verdad, una vez se planteó aquello. Luego, se imaginó a sí mismo haciendo pan, teniendo su propia panadería y siendo feliz haciendo aquello. Sonrió como si algo hubiera sido aclarado.

Podía plantearse metas y sueños. Muchas veces se preguntó si todas las veces tan solo esperaría por Wang Yibo como una princesa que espera ser rescatada de un dragón, en su mente siempre tenía la idea de buscar algún trabajo o dedicarse a alguna cosa, estar solo en su departamento muchas veces le pareció un desperdicio de tiempo. Había sido actor y cantante, le gustó serlo, pero aquello ya había pasado y no quería regresar a lo mismo francamente. Necesitaba algo que lo llenara nuevamente y gracias a la señora Li, parecía haber abierto los ojos, una pastelería no estaba mal.








La estrella más brillante del cielo nocturno (YiZhan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora