Capítulo 31

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Sorpresa.

Pasaron todo aquel día juntos, Luigi se había quedado al cuidado de la tienda. En primer lugar fueron al departamento de Zhan para dejar las cosas de Yibo, luego se dirigieron a un restaurante donde almorzarían.

Ya sentados uno frente al otro mientras esperaban su orden, conversaron amenamente entre bromas y risas. Algunas veces mientras hablaban de temas más serios, se tomaban de la mano para brindarse apoyo.

—Zhan. —llamó Yibo, el mayor lo miró con atención mientras sentía como su mano era apretada un poco más en el agarre de Yibo. —Hoy es oficial. —Zhan lo vio confundido por un momento, hasta que el menor sacó con su mano libre una pequeña cajita. —Nuestros anillos de compromiso. —declaró mientras sonreía.

Por un momento soltó la mano de Zhan para abrir la cajita de terciopelo y cuando obtuvo el anillo en sus dedos, tomó la mano de Zhan y sólo esperó el asentimiento de este para ponerlo en su dedo. Los ojos de Zhan brillaron conforme su sonrisa se extendía aún más, demostrando su felicidad explícita.

Xiao Zhan hizo lo mismo con el anillo de Yibo y juntos volvieron a juntar sus manos, ahora portando aquellos aros en sus dedos, un acto simbólico de su amor.

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Fueron tres días los que Wang Yibo pudo estar con Zhan, cabe decir que habían aprendido a administrar su tiempo, por lo que en aquellos días, habían invertido tanto de ambos, que habían disfrutado y pasado plenamente.

Aquella mañana en que acompañó al menor al aeropuerto, volvieron a abrazarse con ahínco y cuando se separaron para verse una última vez antes de tomar el avión, Yibo habló tan seriamente que Zhan quedó ensimismado con sus palabras.

—Te prometo que la próxima vez que me verás no será tan larga la espera. Vendré y me quedaré contigo para siempre.

Zhan no pudo entender si las palabras de Yibo tenían un trasfondo, pero antes de preguntar, Yibo lo besó tiernamente y no dudó en seguirle el ritmo. Tomó las mejillas abultadas del menor para aumentar el contacto entre ellos. Cuando terminaron por separar sus labios, Yibo los atrapó de nuevo en otro ósculo y antes de soltar la boca de su amado, mordió ligeramente el labio inferior del mayor, sabiendo que eso lo derretía completamente.

—Espérame. —susurró.

Zhan Zhan asintió, era una ocasión especial, ya que su rostro se había sonrojado y no sucedía a menudo.

Yibo sonrió y se dio vuelta, yéndose así otra vez a la gran Beijing.

Pasaron tres meses desde ese día, las cosas parecían ir de maravilla. Zhan era muchas veces molestado por Luigi por "andar en las nubes", mientras que la asistente de Yibo le reprochaba felizmente que el querer añadir algo referente al amor en cada cosa que hacía le parecía cursi, por no decir tierno, aunque la mayoría no supieran quién era la persona dueña de su corazón.

Sus hermanos DDU lo sabían, en el momento que Yibo anunció su decisión, una pena los invadió, sin embargo, se alegraron el saber que aquel chico con el que habían compartido tanto, ahora pensaba en casarse y formar un hogar, sintiéndose nostálgicos solamente lo abrazaron y le desearon lo mejor del mundo junto a Zhan.

Se despidió de algunos amigos cercanos y colegas.

Sus padres lo sabían también, ellos lo habían apoyado en todo desde que era un niño. Cuando les hizo saber su decisión definitiva, ellos prometieron visitarlos y les desearon lo mejor, así como esperarían la invitación a su boda.

Se despidió de sus maestros, de superiores, aunque implícitamente.

En ese momento pensó en que Zhan había hecho lo mismo hace ya un tiempo, supo entonces como se sentía dejar todo atrás y empezar de nuevo, esta vez con la persona que amaba y que de ahora en adelante amaría sin reglas, sin impedimentos y sin escondidas.

Su firma fue plasmada en cada papel que tuvo en frente y aunque tuvo varias miradas decepcionadas y otras difíciles de deducir, salió con la frente en alto cada vez que se retiraba de una oficina.

Por último se despidió de su asistente, que parecía querer llorar cuando lo vio con tantas valijas y con una sencilla vestimenta, listo para irse y emprender su nuevo vuelo.

—¿Extrañarás todo esto Gege?, amas bailar, ¿en serio te vas?

Yibo sonrió. —Claro que extrañaré todo esto, pero nadie dijo que dejaría de bailar. He sido reconocido, mis sueños se fueron cumpliendo poco a poco, soy feliz y me siento realizado. Esta vez quiero ser feliz junto a él, por ahora es lo único que me falta y por quien quiero vivir.

Al otro día en la mañana tomó su vuelo y solo fue cuestión de para que la tendencia en Weibo y en distintas redes sociales sea la número uno, tal y como había sido en su momento la noticia del retiro de Xiao Zhan.

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Luego de varias horas de vuelo, de viaje en auto y caminar, por fin llegaba al departamento de Zhan, en su caminar hacia la puerta y disponerse a golpearla, salió a toda prisa, exaltando al menor, un Xiao Zhan totalmente sorprendido, parecía haber querido correr de no ser porque vio a Wang Yibo prado en su frente.

—Tú... —susurró aún sin creerlo.

—Te dije que vendría más pronto. —sonrió, un señor vino tras el, con el resto del equipaje, Yibo le dio una propina al señor y dejando las valijas a su lado, el señor se retiró. Zhan seguía parado sin decir nada, solamente viendo las maletas, con los ojos más abiertos de lo normal.

—¿Entonces es verdad?, Tú...

—Yo soy un hombre normal que pide una humilde posada, un día, no, ¡dos!... Pensándolo bien, ¡para toda la vida! ¿Aceptas recibirme?

Zhan lo abrazó fuertemente aún sin creer lo que estaba pasando. Sus ojos se llenaron de lágrimas y una sonrisa incrédula se plasmó en su rostro. —¿Renunciaste?

—Mnn.

—Pero tus padres, tus sueños, tus-

—Hablaremos de todo en un momento, ahora solo déjame abrazarte y besarte.

El mayor asintió con su cabeza efusivamente y así lo hicieron, aún sin entrar al departamento, se besaron allí y tal vez una que otra lágrima se escapó de sus ojos.

La estrella más brillante del cielo nocturno (YiZhan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora