The Second Chance || Chansoo/Chanbaek/SeHo.

열 두번째.

—¿ChanYeol? -volvió a repetir el pelirrosa- ¿Qué te pasó?

El mencionado finalmente alzó la vista y sin pronunciar palabra alguna, se abalanzó sobre el chico pelirrosa, atacando sus labios.

BaekHyun solamente quedó estático tratando procesar lo que estaba sucediendo.

Sentir los suaves belfos del rubio sobre los suyos se sentía como la gloria, eso le confirmaba lo mucho que extrañaba a ChanYeol, lo mucho que deseaba tenerlo nuevamente a su lado. Solo para él.

—Kyungsoo -pronunció Chanyeol alejándose unos centímetros para tomar un poco de aire y volver a su labor de besar al chico que tenía en frente-

BaekHyun no pronunció ninguna sola palabra, siguió estando en silencio, mientras que algunas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

Llámenle estúpido o imbécil, era consciente de que ChanYeol estaba alucinando con Kyungsoo, pero estaba seguro de que esta sería la última vez que probaría el sabor de los labios del hombre que amaba con todo su corazón.

ChanYeol dejó de besarlo para luego apoyar su frente contra la suya y abrazarlo fuertemente como si no quisiera soltarlo nunca jamás.

Por un momento. Tan solo por un momento se había sentido nuevamente importante en la vida del director ejecutivo.

—Te amo -soltó de repente el mayor, apretando más al chico diminuto contra su cuerpo-

Luego de eso, BaekHyun solamente escuchó la pesada respiración de ChanYeol, seguido de pequeños sollozos que le confirmaban que el rubio estaba llorando.

El pelirrosa solamente se aferró más al cuerpo del contrario, enterrando su rostro en el pecho del más alto, embriagándose con la fragancia del perfume que tanto amaba y que hacía bastante tiempo no aspiraba.

ChanYeol seguía sollozando, y el chico más bajo no tardó mucho en acompañarlo. Le dolía ver a ChanYeol en ese estado, pero sabía que su ayuda no serviría en casi nada, la única persona capaz de solucionar los problemas y reparar las heridas de ChanYeol, era nada más y nada menos que Kyungsoo.

Pensar en eso sin dudas lastimaba mucho al pelirrosa, porque en el pasado, cuando ChanYeol se sentía deprimido recurría a sus brazos y él lo reanimaba con besos,mucho amor y cariño.

Ahora solamente podía darle palmadas en la espalda y prestarle el hombro para que se desahogara en él, como el buen amigo que era.

Estuvieron abrazados mientras lloraban por un buen tiempo, hasta que el hombro de BaekHyun ya no podía más y tuvo que hacer el esfuerzo máximo en llevar el cuerpo de ChanYeol hasta el sofá. Sólo ahí se había dado cuenta que el rubio se había quedado dormido.

Lo recostó correctamente, le sacó los calzados y tuvo que ir en busca de algunas ropas que pertenecían a ChanYeol, y que aún las conservaba.

ChanYeol estaba empapado de pies a cabeza, sin duda alguna despertaría con un grave resfriado si dormía con la ropa mojada.

No tardó ni cinco minutos, y bajó con las prendas dobladas y limpias, de la misma forma en la que el dueño lo había dejado.

Con mucho cuidado en no despertar al rubio, logró cambiarlo, lo arropó con una manta y tomó asiento a un lado suyo para admirar aquel rostro que lo había enamorado y del cual estaba acostumbrado a ver durante todos estos años.

BaekHyun admiró cada facción del rostro perfecto que tenía en frente guardando cada mínimo detalle en su mente y sobre todo en su pobre y adolorido corazón, como si nunca más volvería a verlo.