일곱.

418 57 25
                                    

Tres meses habían pasado desde que Do Kyungsoo había decidido desaparecer totalmente de la vida de Park ChanYeol sin dejar rastro alguno.

Y para ser sinceros, el director ejecutivo no se encontraba bien físicamente y mucho menos emocionalmente.

Había buscado al pelinegro por toda Corea, hasta había publicado información suya en los medios de comunicación, pero nada dió resultado.

Su matrimonio cada día más iba de mal a peor, ya no tenía intimidad con BaekHyun porque cada vez que lo intentaba hacer alucinaba con Kyungsoo y eso lo estaba matando poco a poco.

La mayor parte del tiempo discutía con el pelirrosa, realmente se sentía fatal porque BaekHyun no tenía la culpa de nada, y él solamente descargaba toda su ira en contra suya, aún así su matrimonio seguía en pie; No le sorprendería si algún día BaekHyun viniera y le pidiera el divorcio, y obviamente que sin reclamar le concedería, BaekHyun no merecía estar sufriendo a su lado.

Pero no podía controlar la frustración mezclada con tristeza y decepción que sentía cada vez que le informaban que no había ninguna sola información sobre el paradero de Kyungsoo.

Realmente aquel chico de estatura baja, hebras negras y labios acorazonados había hecho un total caos en él. Ya no le importaba si su compañía iba a la quiebra o no, ya no le importaba si debía preocuparse por la tan repentina cercanía entre BaekHyun y Zhang Yixing, no le importaba que las personas digan por él que era un cornudo consciente,no le importaba nada, solamente le importaba Do Kyungsoo, solamente quería encontrarlo.

Solamente quería verlo para abrazarlo fuerte y no soltarlo nunca más.

Y ahora mismo el rubio se encontraba tirado en el sofá de su oficina mientras bebía como un loco despechado. Bueno, en cierta parte así lo estaba.

Su apariencia daba mucha pena, sin lugar a dudas ya no era aquel ChanYeol que iba bien vestido con un traje impecable, que al caminar mantenía una postura elegante, aquel hombre que asistía a reuniones importantes de negocios, el que amaba incondicionalmente a su esposo, el que tenía buenos planes para el futuro.

El que era felíz.

Ahora todo había terminado, aquel Park había muerto desde el día en que cierta persona había salido por la puerta del motel Diamond, aquella persona que se había mostrado distante en aquella ocasión, aquella persona que había pronunciado un "Adiós" y nunca más regresó.

Aquella persona que se había llevado todo de él dejándolo vacío.

La puerta sonó tres veces pero él ni se inmutó en mover los labios para responder un 'Pase', solamente quería estar solo para pensar en Kyungsoo.

Escuchó la puerta abrirse y solamente cerró los ojos, imaginándose el rostro sonriente del pelinegro, esa era la única forma en el que podía verlo.

—ChanYeol, por el amor de Dios, ya deja de beber hombre.

—¿Qué demonios quieres YiFan?

—Quiero que levantes ese feo trasero y vayas a dar tu maldita cara ante los inversionistas japoneses -reclamó el chino bastante enfadado-

Y cómo no lo iba a estar cuando el que tuvo que encargarse de todo fue él, al principio entendía el sufrimiento de su amigo y lo dejó pasar, le dió su espacio para que pudiera recuperarse, pero en vez de sanar la herida que tenía por dentro, solamente empeoraba cada día más.

—Ya te dije que no quiero -respondió el rubio, manteniéndose en la misma posición sin mover un músculo-

—ChanYeol, no puedes estar así, te estás matando cada día más, el alcohol no va a solucionar tus problemas.

The Second Chance || Chansoo/Chanbaek/SeHo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora