42 [N]

1K 60 10
                                    

"Hola. ¿estas ocupado?" 9:37 AM.

"Estoy yendo de mi padre" 9.42 AM.

Bloquee una vez más el móvil después de confirmar que no había conseguido ninguna respuesta de su parte. Ya eran la diez y media de la mañana y el hecho de que no me hablase por un día entero me estaba estresando más de la cuenta.

—¿Estás bien?

—¿Eh?— levanté la cabeza para ver los ojos de mi padre verme desde el espejo retrovisor. Había estado callada todo el viaje, y para el colmo decidí viajar en los asientos de atrás cuando siempre peleaba con Josh por ir adelante, estaba claro que noto que estaba rara.

—Si estás bien, cielo.

—Ah, sí, claro ¿por?

—Por nada, solo te noto media extraña.

—Es que seguro se peleó con su novio— me pincho Josh desde adelante, asomándose entre los dos asientos y sacándome la lengua.

—¿Novio? ¿Tienes novio y no me has dicho nada?— mi padre se grió un microsegundo para verme y luego volvió la vista hacía la ruta pero aún inquieto. Lo peor de tener un padre sobreprotector, era tener un padre sobreprotector y encima celoso.

Que dios me libre.

Suspire queriendo hundirme en el asiento y desaparecer de ahí.

—Genial. Gracias, Josh.

—No hay de qué, hermanita.

—¡Así que si tienes novio! ¡Eres pequeña aun para eso, Samay!

—Pa, tengo dieciocho.

—¿Cuántos años tiene él? ¿cómo se llama? ¿lo conozco?

—No, no lo conoces. Y se llama Robert.

—Por cierto, es famoso. Es actor e hizo unas pelis y bla bla. Pero lo importante es que tiene dinero— se metió Josh explicando mientras movía las manos en el aire. Desde que lo conocía había notado que acostumbraba a hacer eso al hablar, como si también intentara expresarse con las manos.

—¡Josh!

—¿¡Qué?! ¡Es verdad!

—¡Hey! En el coche no se habla a gritos, por favor, chicos. Y Samay, no me has respondido cuantos años tienes.

Me removí en mi lugar, claramente incomoda.

—Es que Josh es un idiota— intente desviar el tema.

Me iba a matar.

Iba a morir.

Iba a morir sin un mensaje de Robert.

—Samay...

—¿Qué?— pregunté con una confusión totalmente actuada.

—Respondé. ¿Cuantos años tiene?

—Veinticjdjwñ— murmuré con una mano en la boca, mordiéndome las uñas.

—¿Qué? habla bien.

Me enderecé en el asiento, preparada para la bronca del año.

Carraspeé antes de hablar fuerte y claro (o eso intente)—; Veinticuatro.

—¿¡Veinti cuantos?! ¡SAMAY, ES UN VIEJO PARA TI! ¡No, de ninguna manera dejaré salir a mi bebé con un anciano! ¡NO!

—¡DIJISTE DE NADA DE GRITOS EN EL COCHE!

Instagram | Robert Pattinson. (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora