Extra.

961 56 44
                                    

Samay Samuel.
5 Meses después.

Me tire la blusa negra hacia abajo, nerviosa.

Mi padre estaba junto a mi mirando al frente, sin soltarme la mano.

Él nunca me la había soltado en todo ese tiempo. Era mi ancla a la vida real, era mi único refugio y la única persona que sabía que siempre iba a estar para mi, sin traicionarme, sin mentirme.

Papá era mi héroe, y siempre lo sería.

El juez se había ido hace un buen rato a un lugar privado, junto a otro grupo de personas. Y estaba ansiosa, con miedo y esperanza que su veredicto sea el correcto.

Ver a Joel después de tantos meses había sido como recibir un balde de agua fría.

Había visto su rostro de nuevo, aquella sonrisa de lado y aquella melena rubia que siempre tenía perfectamente ordenada. Llevaba un traje similar al que vestía esa noche, y eso solo logro que mi cabeza viajará a los recuerdos, indagará en el dolor que intentaba ocultar día a día. Aunque fuese imposible.

Mis amigos estaban en los asientos de atrás. Mientras que yo estaba adelante junto a mi padre y mi abogada.

Joel, en las filas de al lado, en la misma posición que yo. Pero sin su padre. Sólo estaba su abogado.

Su mismo padre estaba de mi lado. En la última fila, sólo, mirando al frente sin dedicarle ni una mirada a su hijo.

El señor Possler era una de las mejores personas que había conocido. Era amable, sincero y buena gente con todos los habitantes de mi pequeño pueblo. A veces me sorprendía que de él haya salido una persona como Joel.

Cuando todo el problema fue totalmente público el mismo Señor Possler, que se llama Víctor, vino a la puerta de mi casa para informarnos que no sólo lamentaba demasiado lo que había sucedido, sino que estaba de nuestro lado. Que no podía creer lo que su propio hijo me había hecho y le había hecho a muchas muchachas más.

Víctor nos ayudó a pagar a mi abogada, ya que mi padre no tenía tanto dinero para pagarle a una de las abogadas más caras del estado de Oregon.

Papá movió tierra y cielo para que se haga justicia. Y sólo esperaba que sus esfuerzos valiesen la pena.

Los murmullos de la gente se dejó de oír una vez que el juez hizo presencia una vez más en la sala.  Tomó asiento en completo silencio y miró a cada uno de los presentes antes de golpear su mallete de madera contra la mesa.

—El acusado Joel Hunter Possler,— habló con determinación—; se declara como culpable por el abuso sexual hacia Samay Eleanor Samuel el 27 de junio de este mismo año. Es sentenciado siete años de prisión sin posibilidad de libertad condicional.

Todo el aire que estaba conteniendo salió de mi pecho, como una oleada de paz que me invadió el cuerpo.

«Siete años de prisión»

Solté un jadeo involuntario y mi padre se giró para abrazarme con fuerza, como diciendo "lo logramos" sin palabras. Mis amigos casi se ponen a festejar dentro del juzgado, pero por suerte solo aplaudieron junto al Señor Possler.

A Joel se le había borrado la sonrisa por completo, miraba a todos lados desorientado, y cuando se acercaron a él para volver a esposarlo comenzó a forcejear con los policías.

Mucho no pudo hacer, y a los minutos su presencia se había borrado de la sala.

Se había borrado de mi vida. Aunque sea una parte de él, la parte que aún me seguía sonriendo después de lo sucedido, como si disfrutará verme sufrir.

Se había largado.

Estaría siete años encerrado, sin poder hacerme recordar.

Estábamos a punto de levantarnos, para irnos de una vez de allí, cuando sentí su presencia.

Mire atrás, confundida, y sólo pude ver su melena saliendo por la puerta.

Había pensado en la posibilidad de que Robert pudiese presentarse aquí, hoy, pero nunca pensé que sería de verdad.

Él había venido.

Porque aunque sabía que le había dicho adiós, que lo había sacado de mi vida, él no la había hecho de la suya. Siempre habría una parte nuestra que nos buscáramos mutuamente.

Siempre estaríamos. Aunque fuese lejos.

Muy lejos.

Y supongo que algún día, cuando nuestras heridas estén curadas, seríamos nosotros de nuevo.

Roby y Samy.







-

Y bueno, hemos llegado al final de la historia de Samay y Robert...

Nah, no se crean. VA A VER SEGUNDA PARTE.

(Perdón, encontré esa foto en Pinterest y tenía que ponerla)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Perdón, encontré esa foto en Pinterest y tenía que ponerla)

Bueno si, obviamente iba a ver una segunda parte ¿de verdad esperaban que deje que estos dos terminen de esa forma?

Obvio no.

La segunda parte va a ser completamente narrada, aunque a veces publicare uno que otro cap de instagram para mantener la esencia de la historia (pero muy de vez en cuando), así que básicamente va a ver mucho más contenido, mucho más romance y mucho más drama.

La historia la podrán encontrar en mi perfil al rededor de la semana que viene, si todo sale bien obviamente. De todas formas subiré un capítulo aquí para avisarles.

Así que nada. Gracias a todas las personas que me leyeron hasta acá, me votaron y me comentaron. Ya lo dije, pero ustedes fueron las q me animaron a seguir escribiendo.

-CE.

Instagram | Robert Pattinson. (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora