No Time To Die [3] || Sirius Black||

22.

"Estoy expuesta
y no es la gran sorpresa
¿no crees que sé exactamente donde estoy?
este mundo me está forzando".

...

—Creo que es lo mejor que tenemos que hacer —miro a todos los del lugar—Lo merecen.

—Claro que si— dice James desde más allá.

Estamos en el jardín del lugar de la orden, tenemos que hacer esto, cada uno de ellos lo merece realmente. Unos días después de la boda encontraron los cuerpos de Gideon y Fabian, están muertos, lo lamento mucho por su hermana Molly.

—Cada una de las personas por las que estamos aquí hoy dieron su vida por la causa, a pesar de saber las consecuencias siempre estuvo en su alma hacer lo correcto—dice Dumbledore —Destacamos su valentía como ninguna, no todos son capaces de tomar una decisión como la que tomaron cada uno de ellos. Se que descansarán en paz cuando todo esto haya terminado y hayamos ganado, lo haremos por los que ahora no están.

—Está es por Ted —dejó una rosa blanca en el lugar.

—Está es por Edgar—dice James dejando una flor en su lugar.

—Está es por mi familia — dice Emmeline, la entendemos.

—Está es por Fabian —dice Lily dejando una flor en su lugar.

—Está es por Gideon —Mary deja una flor también.

—Esperemos que puedan encontrar la paz —dice Dumbledore.

Dumbledore se marcha dejándonos solos, estamos todos en silencio.

—Tenemos que seguir —dice Marlene de repente —Se que todos tienen miedo, pero tenemos que seguir hasta el final porque yo no deseo vivir en un mundo como este, si es necesario dar la vida lo arriesgaré. Larga vida a la orden del fénix.

Veo cómo tienes sus ojos nublados, está aguantando las lagrimas, nunca la había visto así. Intercambiamos miradas entre nosotros.

—Larga vida a la orden del fénix —dice Alastor.

—Larga vida a la orden del fénix— dice Sam y Olivia.

Sirius me da una mirada.

—Larga vida a la orden del fénix —decimos Sirius y yo al mismo tiempo.

—Larga vida a la orden del fénix—dice Remus, Lily y James.

—Larga vida a la orden del fénix —dice Dorcas, John, Mary y Mundungus.

Hagrid no está, está en el colegio.

—Ophelia —me habla Sam, me volteó y camino hacia él.

—¿Si?—pregunto al llegar.

—¿Te gustaría que tomáramos juntos un té?—pregunta, sonrió.

—Claro Sammy— asiento con la cabeza —Enseguida vuelvo.

Camino hacia donde está Sirius.

—Iré a casa ¿vienes?— pregunto cuando llego hacia donde está él.

—No, me quedaré un poco más —me mira—Ve, ten cuidado.

—Te amo—digo mirándolo.

—Yo también —besa mi mejilla.

Vuelvo hacia donde está Sam.

—¿Olivia va?—pregunto mirándolo.

—No, ella se quedará aquí, solo seremos los dos —me da una media sonrisa.

—Vamos—le hago un gesto con mi mano.

Los dos nos transportamos a casa, al llegar todo está en completo silencio, hay una neblina que no está nada mal.

—¿Quieres té cierto?—pregunto mirándolo.

—Si, té estaría bien—me sonríe —Iré por unas mantas.

Los dos entramos a casa, yo voy directo hacia la cocina y el sube hacia la segunda planta. Pongo la tetera en la cocina y hiervo el agua, en una bandeja pongo las tazas con los cubiertos y la azúcar, oigo a Sam bajar las escaleras.

—¿Te ayudó?— me pregunta, asiento con la cabeza.

Cuando termina de hervir la tetera el la toma y la lleva hacia afuera, tomamos asiento en un largo tronco que da hacia un espectacular paisaje.

—Ten —Sam pone la manta en mis hombros, sonrió.

Sirvo té para él y para mi.

—¿No es lindo esto?—pregunta mientras toma la taza entre sus manos y observa el paisaje.

—Si—digo antes de darle un sorbo a mi té.

—Extraño los viejos tiempos —dice Sam mirándome, hay un silencio por unos segundos.

—Yo también —digo mirándolo.

—Extraño a papá y mamá —dice mirándome.

—Extraño estar en el colegio —lo miro a los ojos, creo que este es nuestro momento de sinceridad —Extraño a mi antigua vida, donde todo era genial entre nosotros.

Caen de su rostro lágrimas mientras me sigue observando, nunca lo había visto llorar.

—Te quiero Ophelia —dice mientas cae otra lagrima.

—Yo también Sam—dejó la taza a un lado y me acerco a abrazarlo —No sabes cuanto.

Los dos nos abrazamos por un largo momento, es como si no quisiéramos separarnos.

—No desearía nunca decirte esto Sam...—hablo en el abrazo —Pero tengo que hacerlo ahora, no significa que tenga que pasar, pero tengo que despedirme de ti, decirte cuanto te quiero y cuanto lo seguiré haciendo.

Nos separamos.

—No digas eso Ophelia, no tienes porque despedirte de mi —me mira mientras seca sus lagrimas—Saldremos de esto y ganaremos, lo haremos por nosotros y por los que no están, nadie más va a morir.

Apoyo mi cabeza en su hombro y observamos el paisaje en silencio.